lunes, 22 de junio de 2020

La pandemia hunde a la industria húngara

Según datos oficiales, publicados por la Oficina Estadística Central Húngara, en abril la producción industrial húngara fue un 36,8% (!) inferior a la de abril del año pasado. La causa principal es la epidemia, que ha obligado a la paralización total o parcial de una parte importante de las fábricas, y ha afectado sobre todo a las empresas dedicadas al comercio exterior, y de manera especial a la industria automovilística, de vital importancia en la economía húngara, que ha caído en picado, un 80% (!). El descenso es generalizado, p.ej. la industria informática, electrónica y óptica ha bajado un 21%. Aunque algunas ramas de la industria han soportado mejor la crisis causada por el COVID-19. La industria alimentaria "solo" ha tenido un descenso del 7,9% (aunque si solo miramos la industria cárnica, el descenso ha sido del 17,2%, en la industria de bebidas, la caída llega al 31%). La única excepción es la industria farmacéutica, cuya producción ha crecido un 19,4%, aunque hay que tener en cuenta su pequeño volumen general respecto a la producción industrial total del país. La producción de la industria energética ha bajado moderadamente (un 4,4%), igual que la construcción (un 2,2%).

Variación de la producción industrial (en relación al mismo periodo del año anterior). Fuente: Oficina Estadística Húngara.


La exportación industrial se ha hundido, perdiendo un 43% de su valor, y esa es la razón principal del hundimiento de la industria automovilística, fundamental en las exportaciones húngaras, y cuya exportación ha bajado un 77%.

Por regiones, la más afectada por el descenso industrial es el Transdanubio Occidental (Nyugat-Dunántúl), cuya producción industrial ha caído un 62%, aunque es lógico, ya que es el centro de la industria automovilística húngara, que es la rama más afectada por la crisis. 

Evolución de la producción industrial mes a mes. En marzo el descenso ya fue brutal, un 10,4% respecto a febrero del mismo año, en abril el descenso ha sido de un 30,5% respecto a marzo. Fuente: Oficina Estadística Húngara.

domingo, 21 de junio de 2020

La foto del día (11): Despedida a Tibor Benedek



Ante la puerta principal de la piscina Hajós Alfréd de Budapest. Miles de personas despiden a Tibor Benedek (1972-2020), fallecido el 18 de junio de este año tras una larga enfermedad. Es uno de los grandes de la historia del waterpolo. Tres veces campeón olímpico (2000, Sydney; 2004, Atenas; 2008 en Pekín), campeón del mundo en Barcelona (2003), de Europa en Sevilla (1997), de la Copa Mundial (Atlanta, 1995), y en dos ocasiones de la Liga Mundial (2003, Nueva York;  2004, Long Beach), además del Campeonato de Europa Juvenil de 1989 en Estambul. Campeón en 6 ocasiones del campeonato húngaro y en otras 6 ocasiones del italiano, entre otros títulos. Descanse en Paz. Foto: 444, Información: wikipedia.

jueves, 18 de junio de 2020

La polémica del día en Hungría: escándalo por una foto sobre el alcalde de Budapest

El escándalo del día en Hungría, y yo diría que incluso de la semana,  ha sido la publicación hoy en una página de la sección de Budapest de Fidesz, el partido gobernante, de un lamentable montaje fotográfico en el que se ridiculiza al alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, perteneciente a la oposición (en concreto a Diálogo, Párbeszéd, un pequeño partido progre. Karácsony fue el candidato de una amplia coalición de partidos de oposición y se impuso en las elecciones locales de Budapest del 2019 sobre al alcalde anterior, István Tarlós, independiente, pero vinculado a Fidesz). La verdad es que decir que la foto es de muy mal gusto es quedarse corto, así que la polémica es más que comprensible, de hecho Fidesz no ha tardado ni dos horas en retirarlo de su página. 


El ominoso montaje refleja al actual alcalde de Budapest a la orilla del Danubio, justo después de la Segunda Guerra Mundial, con el Puente de las Cadenas al fondo (había sido volado por los criminales nazis, al igual que el resto de los puentes de Budapest, para ralentizar el avance del Ejército Rojo) con un bocadillo con el texto: "Aquí vendría bien un carril bici". El problema con la foto, además de esto -que solo con esto ya bastaría para la polémica-, es que el original es esta foto: 


El individuo de la foto original es el sanguinario Ferenc Szálasi, líder de los Cruces Flechadas, una organización nazi húngara que gobernó el país a partir del golpe de estado de los alemanes, desde octubre de 1944 hasta marzo de 1945. En esos pocos meses Szálasi y sus acólitos se dedicaron a anegar en sangre todo el país y a enviar a miles de personas a campos de concentración nazis o a campos de trabajo (fundamentalmente a los judíos). Al gobierno de Szálasi se asocia una de las páginas más negras de la historia de Hungría. La foto en cuestión -que es buenísima- fue tomada en febrero de 1946, cuando Szálasi ya estaba preso, poco antes de ser ejecutado (lo ahorcaron el 12 de marzo de 1946) fue llevado esposado a la orilla para que pudiera contemplar parte del daño que había causado (la ciudad estaba en ruinas). Por cierto, uno de los monumentos más emotivos de Budapest, el de los zapatos en la orilla del Danubio, recuerda a los judíos asesinados allí por esta gentuza (antes de arrojarlos al río les obligaban a quitarse los zapatos, que por aquel entonces tenían un gran valor). 



Volviendo al montaje de Fidesz, el tarado que lo ha hecho ha sustituido la figura de Szálasi por la del alcalde de Budapest. También es cierto que parece que el autor no es de Fidesz, sino que lo han tomado por ahí de algún lado en internet, pero, vamos, si en lugar de tener un tarado, tenemos dos (el autor y el que lo ha subido a la página de Fidesz), no veo en qué mejora la cosa. 

Pero es que, además, las explicaciones de Fidesz con el caso son bastante patéticas (aunque supongo que después de algo así, cualquier explicación que uno dé es patética sin remedio): que el redactor de la página no se ha dado cuenta del contenido "erróneo"... Joer, que la foto de Szálasi la conozco hasta yo que soy extranjero (y seguramente un montón de gente en España, entre otras cosas porque para empezar, en su día la subí a tuiter y fue bastante vista...). A lo mejor lo que pasa es que algunos tienen muy poca idea de la historia de su país...(o muy pocos escrúpulos, o las dos cosas a la vez). También hay que reconocer que en cuanto han recibido la primera crítica sobre el tema, los de Fidesz han retirado la foto en cuestión (claro que haberla dejado ahí habría sido muy descarado, pero bueno, han hecho lo que había que hacer, reconocer el error, pedir disculpas y hacer desaparecer la foto de su página lo más rápidamente posible). 

Por supuesto, la cosa tiene su trasfondo: la polémica por la restauración del Puente de las Cadenas, cada vez más urgente porque el estado del puente-monumento, el primero de Budapest y también el principal de toda la ciudad,  es lamentable. Y ahí la dirección actual de Budapest, en mi opinión, se está cubriendo de gloria... pero ese es otro tema... 

Fuentes: index444wikipedia

miércoles, 17 de junio de 2020

La foto del día (10): Orbán y Lukashenko

Hace unos días Viktor Orbán estuvo de visita en Belarús, donde firmó varios acuerdos con Aleksandr Lukashenko, tanto a nivel económico como en cultura y educación, incluyendo uno de cooperación nuclear entre las dos naciones,. Ha sido la primera visita oficial de un primer ministro húngaro a Belarús (Lukashenko estuvo en 1994 de visita en Budapest).  Además, Viktor Orbán ha declarado públicamente que Hungría es partidaria de suprimir las sanciones económicas de la UE sobre Belarús. Fuente: 186óra


martes, 16 de junio de 2020

La foto del día (9): Kaposvár


Otra preciosa ciudad del sur de Hungría es Kaposvár, capital de Somogy, provincia que se extiende desde la frontera con Croacia hasta la orilla sur del lago Balaton. Tiene unos 61 mil habitantes. En la foto puede verse la plaza Kossuth, elegida en el 2010 como la plaza y la calle mayor más bonitas de Hungría En primer plano, a la izquierda, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción (1886), la torre del fondo es el ayuntamiento (del 1902-04). Fuente: wikipedia

La foto del día (8): Pécs


Pécs (provincia de Baranya, 143 mil habitantes), en el sur de Hungría, es una de las ciudades más bonitas de todo el país, además de uno de sus principales centros económicos y culturales. Aquí, vista de una parte de la plaza Széchenyi, el centro de la ciudad, con uno de sus símbolos, la mezquita del pachá Gázi Kászim, que a pesar de su aspecto y su nombre, es actualmente una iglesia católica (de hecho, su nombre oficial es de Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria; originalmente el lugar estaba ocupado por una iglesia católica, que fue destruida por los turcos para construir en su lugar la mezquita, durante el siglo XVI, en la época de la dominación turca). Fuente: Balkaninfo.hu

Nota: hay varias entradas sobre esta preciosa ciudad en el blog. 

- una en general sobre Pécs: "Pécs, capital cultural de Europa, 2010"
- otra sobre las criptas paleocristianas de la ciudad: "La necrópolis paleocristiana de Pécs"
- una vieja postal de los años 50, con otra vista de la misma plaza Szechényi (ahí no se ve la mezquita/iglesia): "Pécs en los 50". 

El parlamento húngaro aprueba el final del estado de alerta

Hoy martes el parlamento húngaro ha aprobado por unanimidad (no ha habido ni votos en contra ni abstenciones) el final del estado de alerta en el país. La propuesta será elevada ahora al gobierno, que como seguramente sabéis, a consecuencia del estado de alerta gobierna por decreto, que será quien decida sobre la cuestión; aunque teniendo en cuenta que ha sido el propio gobierno el que ha propuesto la medida, no hay duda de que será aceptada (previsiblemente el 20 de junio).  

Rueda de prensa de Viktor Orbán con el grupo operativo para la defensa frente a la pandemia. Budapest, 5 de marzo del 2020. Fuente: index

Con este paso, por supuesto desde el momento en el que entre definitivamente en vigor la medida, se cancelarán los poderes especiales que se había otorgado a sí mismo el gobierno para el periodo de crisis.  Esta ha sido la medida más polémica, con mucho, que ha tomado el gobierno húngaro estos meses, y ha levantado indignación internacional (de los de siempre, la UE y los EEUU), ya que no solo le permitía al gobierno de Fidesz gobernar por decreto sin consultar al parlamento, sino que dejaba únicamente en manos del gobierno la decisión de cuándo habría que suprimir el estado de alerta. 

Comenté en tuiter en su día (aunque ya no se puede ver, porque cuando abandoné tuiter se borraron mis mensajes) que la polémica me parecía exagerada y que se estaban contando muchas tonterías al respecto, como que se habían anulado las elecciones y Hungría se había convertido de facto en una dictadura. Lo dije en su momento (no me importa repetirme, dado que mis tuits se han borrado): en Hungría no se ha suprimido ni aplazado ningún proceso electoral de importancia, más que nada porque el 2020 no es un año electoral (lo fueron el 2018 y el 2019), solo han sido aplazados algunos pequeños procesos electorales locales de carácter extraordinario para sustituir a algún diputado o concejal retirado. Por cierto, sí ha habido países donde se anularon o aplazaron procesos electorales de importancia, p.ej. las presidenciales en Polonia o parlamentarias en Serbia, pero cualquiera con dos dedos de frente entiende que en las circunstancias del confinamiento era imposible realizar un proceso electoral mínimo. 

También comenté que en mi opinión esta cuestión era básicamente una trampa que  había tendido el gobierno a la oposición parlamentaria. Y esta, que va como pollo sin cabeza, ha caído en ella de manera lamentable. Tal vez lo que debería haber hecho la oposición es apoyar los poderes especiales (lo dije en su momento). Entiendo que eso podría haber sido polémico para muchos votantes de la oposición, pero habría desarmado a Fidesz y habría evitado que pudiera usar el argumento de la poca colaboración de la oposición en el periodo de crisis. A fin de cuentas, daba igual lo que pensara la oposición al respecto, porque Fidesz controla los 2/3 del parlamento y puede hacer lo que le venga en gana sin contar con nadie (que es lo que lleva haciendo toda la legislatura y gran parte de las anteriores) y desde este punto de vista es poco relevante que el gobierno tenga poderes especiales o no (el procedimiento a través del parlamento no es más que un mero trámite, dado que Fidesz controla el parlamento). Sobre todo, cuando además lo que criticaba la oposición principalmente no era el hecho de los poderes especiales en sí, sino que el plazo de aplicación de esta medida quedara en manos del gobierno. Aclaremos, la oposición tenía razón en dudar, de hecho, una de sus propuestas era más razonable que la de Fidesz (poderes especiales pero con un plazo límite fijado de antemano y con posibilidad de ampliación si el parlamento lo decidía). El caso es que estaba claro que, pasara lo que pasase, Fidesz iba a aprobar su propuesta con o sin apoyo de la oposición, así que lo mejor era apoyarla, aunque fuera de manera crítica, porque en caso contrario era evidente que Fidesz iba a echarle en cara a la oposición el estar poniendo sus intereses partidistas por encima de los del país. Obviamente, a estas alturas pedirle algo de inteligencia a la oposición es como pedirle peras al olmo, cuando András Schiffer (de LMP, Otra Política Es Posible, ecoprogres) dejó la política activa se acabó el pensamiento racional en la oposición parlamentaria. Tampoco es que Schiffer dejara la política por casualidad, claro, después de ser relegado al ostracismo en su propio partido (y ya veis el circo en el que se ha convertido LMP desde entonces; lo último fue la idea de pactar con la extrema derecha, Jobbik, para las elecciones, pero, en fin, es otro tema).  

Resumiendo, salvo que las consecuencias económicas de la pandemia desestabilicen la situación en Hungría, Fidesz sale reforzado, y la oposición más débil que nunca, y mira que era difícil. No solo los resultados respecto a la gestión de la pandemia han sido positivos (en realidad eso es hasta cierto punto discutible, la situación en Hungría es similar a la de los países de alrededor, pero claro, si se compara con Italia o España, no hay color). Orbán incluso se ha permitido el lujo de presentarse como adalid de la democracia, que toma poderes especiales ante una situación extraordinaria, y devuelve ese poder voluntariamente cuando la situación se normaliza, desmontando las acusaciones de ser un dictador que se le hacían. Y lo peor es que esto se veía venir... (los que decían eso de "¿y qué pasa si no entrega el poder?" podían haberse hecho también la pregunta de "¿y qué pasa si entrega el poder voluntariamente, cuando le han estado acusando de ser un dictador?"; no digo que la primera pregunta no fuera razonable, pero hacer política ficción no siempre es buena idea).  

Y no he comentado el escándalo de las residencias de ancianos de Budapest durante la pandemia que, como en España, han sido foco de la infección, y que estaban gestionadas por el gobierno local (en Budapest gobierna la oposición). Algo que obviamente, Fidesz va a usar para darle palos a la oposición. Tengo la impresión de que Orbán va dos pasos por delante de sus adversarios políticos, que no hacen más que reaccionar de manera torpe e inapropiada a cualquiera de las trampas que les tiende por el camino; bueno, a veces no hace falta que les tienda ninguna trampa, ya se meten ellos solos en líos.  Y así les va, claro... O mejor dicho, y así nos va (porque esto afecta a todos los que vivimos en Hungría). 

Fuentes: index, mandiner

domingo, 14 de junio de 2020

El ejército polaco invade (otra vez) Chequia, esta vez por error


Foto en exclusiva de la entrada de tropas polacas en Chequia en mayo pasado ... Ah, perdón, que no, que la foto es de cuando invadieron Checoslovaquia en 1938, en concreto el 21 de septiembre de 1938 (ocupación polaca de Český Těšín). Fuente: Wikipedia

Pues nada, que en mayo pasado unidades del ejército polaco entraron subrepticiamente en Chequia y ocuparon posiciones en un parte de la zona adyacente a la frontera, pero ya en territorio checo, en las afueras de la localidad de Slezské Rudoltice. No contentos con eso, impidieron el acceso a ciudadanos checos que pretendían visitar una capilla local (en territorio checo, naturalmente) que tiene valor histórico y es frecuentemente visitada por turistas, la capilla de Pelhřimovy, junto a la cual los polacos instalaron un punto de control "fronterizo". También le impidieron el paso a un técnico checo que tenía que revisar la capilla por las obras de restauración que se han estado realizando. Ni siquiera le permitieron fotografiar el monumento, que era una de las tareas del técnico. Obviamente, el hombre se quedó pasmado (y muy molesto por el trato recibido, discutir con militares armados -según el técnico hasta un lanzallamas tenían- no es algo muy agradable, desde luego).  

Bueno, no hay que alarmarse, la cosa fue solo un malentendido, aunque es un poco extraño, porque en la zona en cuestión la frontera es.... un riachuelo, el Hrozová (en checo)/ Troja (en polaco). El ejército polaco estaba estacionado en la orilla polaca del río, pero, por alguna razón que se desconoce (ya que los polacos no han dado explicaciones, aunque han reconocido el error) en esta parte lo cruzaron y se instalaron en la parte checa. En cuanto las autoridades checas se enteraron del asunto, se pusieron en contacto con los polacos para solucionarlo cuanto antes. El ministro de exteriores polaco reconoció el error y el ejército polaco se retiró al poco al territorio allende la frontera. En definitiva, que durante una semana como mínimo el ejército polaco ha estado ocupando un pequeño territorio checo fronterizo... 

Algunas fotos de la capilla de Pelhřimovy y del punto de control que pusieron los polacos (obviamente estas fotos se hicieron a escondidas y sin que se dieran cuenta los polacos, así que no son de muy buena calidad).

La capilla tras la restauración.


Creo que el soldado se ha dado cuenta de que le han hecho una foto... 

 
Interior de la capilla de Pelhřimovy


Estos no se han dado cuenta de que les han hecho una foto, al menos por el momento...

Sin comentarios... 

La capilla antes de la restauración. El riachuelo ese que se ve abajo en la foto es la frontera... cuando hay puente, la frontera se establece justo en el punto medio del puente (aunque en el caso de haber control fronterizo, este no tiene por qué estar en mitad del puente, claro, sino en una de las orillas).  

A otro lado del puentecillo, lo que se ve al fondo es ya Polonia.

Coño, que había un cartel y todo indicando donde está la frontera... "!Atención! La frontera estatal sigue el curso del río"... claro, que está solo en checo... 

Fuentes: las fotos y los detalles en la información son del periódico checo Deník. También he usado este artículo del medio húngaro index y, sin que sirva de precedente, este artículo de la BBC

Ucrania sigue recortando los derechos de las minorías; Hungría seguirá vetando a Ucrania en la OTAN

El secretario de estado húngaro de política nacional, Árpád Potápi, lo ha ha dejado claro en una entrevista para la revista 168 óra, después de que el ministro de exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, afirmara en un programa de televisión que Ucrania no va a cambiar la ley de enseñanza solo por complacer a los húngaros. La controvertida ley ha sido muy criticada porque limita de facto la enseñanza en las lenguas de las minorías étnicas que viven en Ucrania a los niveles inferiores del sistema educativo y la suprime o dificulta en el resto. La ley va dirigida sobre todo contra el ruso, pero afecta al resto de las lenguas de las minorías étnicas de Ucrania, como el húngaro, el polaco, el rumano, el búlgaro, etc. Desde el primer momento el gobierno húngaro ha sido de los más activos contra la ley, y ha presionado a Ucrania para que ésta sea modificada. Una las medidas que han tomado los húngaros, además de llevar el asunto a los foros internacionales siempre que han podido, es vetar repetidamente a Ucrania en las reuniones de alto nivel de la OTAN (y también en la UE), lo que impide que este país pueda convertirse en miembro de pleno derecho de dicha organización. Como consecuencia, tanto por parte de los EEUU como de países de la UE se está ejerciendo una fuerte presión sobre el gobierno húngaro para que cambie de parecer (a Ucrania no la presionan para suprimir la ominosa ley, eso no, claro, faltaría más). Según Potápi: "seguiremos manteniendo el veto a la participación ucraniana en las reuniones de la OTAN a nivel ministerial hasta que no se devuelvan a los húngaros de Transcarpatia los derechos que se les han arrebatado" (...) "Es inaceptable que se prive a una minoría étnica del derecho a la enseñanza en su lengua materna; en la práctica, eso significa impedir el desarrollo de su comunidad nacional".

Población según lengua materna en Transcarpatia (Ucrania), según el censo del 2001. Fuente: The continuous restriction of language right in Ukrajna

   La ley de enseñanza fue aprobada en Ucrania en 2017 y a comienzos de este año ha sido complementada con otra ley. Además se le ha unido también la ley de lenguas, aprobada en abril del 2019 y firmada con carácter de urgencia por el entonces presidente, Petró Poroshenko, el 15 de mayo de ese mismo año, para que entrara en vigor antes de la jura del nuevo presidente, Volodímir Zelensky, que se había mostrado partidario de revisar dicha ley y que había barrido a Poroshenko en las elecciones presidenciales del 31 de marzo (en la segunda vuelta, el 21 de abril, Zelensky consiguió el 73% de los votos). Así que ahora mismo ambas leyes ya están vigentes, aunque en el caso de la ley de enseñanza, se establece un plazo de adaptación que, debido a la polémica creada, y por recomendaciones de la Comisión de Venecia, se ha ampliado hasta el 2023. Sin embargo, su elemento principal, a saber, la supresión progresiva de la enseñanza en lenguas de las minorías étnicas a partir de quinto grado en favor del ucraniano se mantiene (en realidad la cosa es más compleja, porque se ha agrupado a las lenguas en cinco grupos, el ucraniano, que se convierte en obligatorio, el tártaro de Crimea -que tiene un estatuto privilegiado-, las lenguas de la UE -húngaro, polaco, rumano, búlgaro-, en las que se puede estudiar hasta 4º y luego sus horas se van reduciendo progresivamente; y lenguas de fuera de la UE -el ruso y el bielorruso-, que apenas serán usadas a partir de 5º curso). Por otro lado, la ley de lenguas del 2019, sanciona con fuertes multas el uso de las lenguas de las minorías étnicas en casi todos los ámbitos públicos excepto el religioso (se permite en prensa, pero se obliga a que al menos el 50% del medio en cuestión esté en ucraniano). 

Distritos de Transcarpatia donde al menos una lengua regional es hablada como mínimo por el 10% de los hablantes (según el censo del 2001). Fuente: The continuous restriction of language right in Ukrajna


El nuevo presidente, Zelensky, sigue demostrando que sus promesas eran solo eso, promesas, y que ni tiene programa concreto real, ni ningún proyecto de futuro para Ucrania (no lo digo yo, lo dice Gábor Gyóni, historiador húngaro experto en Rusia y Europa Oriental, y profesor de la Facultad de Historia de la universidad ELTE de Budapest; pero vamos, lo ve cualquiera que tenga dos dedos de frente y no esté cegado por la lamentable propaganda occidental sobre Ucrania). El desengaño respecto a Zelensky en apenas un año de gobierno es generalizado, y según Gyóni, es evidente el intento de Zelensky de atraerse a los nacionalistas ucranianos. "La dirección ucraniana en la práctica se ha plegado ante la atronadora minoría nacionalista" (Gábor Gyóni). Yo solo corregiría lo de nacionalista y hablaría de ultranacionalista o directamente fascista, porque es lo que son, pero claro, la corrección política y tal... 

Y a todo esto se añade la reforma de la división administrativa de Transcarpatia, que está en discusión todavía, y que supone, según la variante oficial, que la única provincia (raión) de mayoría absoluta húngara (Beregszász/Berehove, con el 76% de la población es húngara) dejará de tenerla (pasará al 43%). El truco de modificar la división administrativa para quitarle peso a una minoría étnica está ya muy visto, la verdad...  (aunque se camufle con la excusa de una supuesta descentralización). 

Para saber más, os dejo el enlace a este informe (en inglés) del Centro de Investigaciones Lingüísticas Antal Hodinka (en Transcarpatia, Ucrania): "The continuous restriction of language rights in Ukraine" (2020).



Fuentes (incluyo también las indicadas en el texto):

- 168 óra: 1, 2, 3
- Comisión Electoral Ucraniana (datos de los resultados de la segunda vuelta en elecciones presidenciales)
- euronews (sobre presiones de EEUU y otros países a Hungría)
- hvg (sobre presiones de EEUU a Hungría)
- infostart (sobre presiones de EEUU a Hungría)
- kárpátalja lap (medio húngaro de Ucrania, sobre reforma administrativa)
- kárpáti igaz szó (medio húngaro de Ucrania, sobre la reforma administrativa)
- kárpáthír (firma por Poroshenko de la ley de lenguas)
- oroszvilág (artículo de Gábor Gyóni sobre Zelensky)
- válász online (entrevista a István Csernicskó, lingüista húngaro de Ucrania)

viernes, 12 de junio de 2020

La foto del día (7): El Che Guevara en Hungría


Durante su visita a Hungría, en diciembre de 1960, el Che Guevara asistió como invitado al Congreso de las Juventudes Comunistas Húngaras (KISZ - Federación de la Juventud Comunista Húngara) celebrado en Budapest. En la foto, dando un discurso en dicho congreso. Al fondo a la izquierda está János Kádár, secretario general del Partido Socialista Obrero Húngaro. 

Fuente: 56-os portál

Que son monteses, no domésticos, los gatitos...

Fuente: Madármentő állomás Mályi


A finales de abril tres cachorros de gato fueron encontrados deambulando solos cerca de Felsőzsolca, en el nordeste de Hungría. A petición del Parque Nacional de Aggtelek, una protectora de animales (Estación de Salvamento de Aves de Mályi - Madármentő állomás Mályi) se los llevó para cuidarlos. Pero los miembros de la protectora pronto se dieron cuenta de que los gatitos tenían un comportamiento muy extraño, nada habitual en los gatos domésticos: no les gustaba que les acariciaran, bufaban continuamente ante la cercanía del personal, soportaban mal que les cogieran, mordían y atacaban. Así que sospecharon que podía tratarse en realidad no de gatos domésticos, sino de gatos monteses, que son una especie protegida en Hungría. Como no estaban seguros, los enviaron al zoo de Budapest para que les hicieran análisis. Al final, ha quedado demostrado que, efectivamente, se trata de gatos monteses, por lo que recibirán un tratamiento especial para que se "olviden" del contacto con los humanos y para que puedan afrontar la vida en libertad. Se espera que sean liberados, una vez que estén preparados para ello, en un parque nacional. 


Más fotos de los gatitos, aquí

Gatos de Csodaceruza

Fuente: Csodaceruza

Portada del próximo número de la revista de literatura y arte infantil "Csodaceruza" (Lápiz mágico), para niños de entre 5 y 10 años. Dicho número, que será el 106, está dedicado a los gatos ("Macskák") y luce en portada esta simpática ilustración (desconozco el autor o autora). La revista, que tiene 17 años de historia, es editada en la actualidad por el Instituto Húngaro de Literatura Infantil (MGYI por sus siglas en húngaro, Magyar Gyermekirodalmi Intézet), fundado en el año 2012 por Csilla Sándor, Ildikó Wittmann, Zoltán Pompor, Krisztina Rényi y Andrea Balázs para fomentar la cultura infantil en Hungría. 

jueves, 11 de junio de 2020

En el comunismo se vivía mejor (según la mayoría de los húngaros)

Por extraño que parezca, aunque los años pasan, la nostalgia por la época socialista (comunista), y en especial por los años vinculados al gobierno de János Kádár, sigue presente con mucha fuerza en la sociedad húngara. No solo es una opinión basada en mi experiencia personal (que después de llevar casi dos décadas viviendo aquí, digo yo que algo del país sé), sino que hay decenas de encuestas y estudios que, año a año, lo corroboran. Y aquí tenemos los resultados del último, bastante detallado, que se ha publicado hace unos días, y que no hace más que confirmar lo que cualquiera que conozca mínimamente la realidad húngara y no esté cegado por sus ojeras ideológicas o por un enfermizo odio al comunismo sabe: que la mayoría de los húngaros valoran muy positivamente la época socialista; y eso a pesar de la propaganda oficial que se empeña,  ya desde hace varias décadas, en manipular la historia y pintar con los colores más brutales la época (que, como todo, tuvo sus luces y también sus sombras, claro). 

El caso es que este año se cumplen 30 años de las primeras elecciones burguesas tras la caída del socialismo, y aprovechando esa circunstancia el centro Policy Solutions se ha interesado por la valoración de los húngaros sobre la época de Kádár, el cambio de régimen y las expectativas que tenían en la época los húngaros y hasta qué punto se han cumplido. Así que ha encargado una encuesta a la agencia Závecz Research, que ha sido realizada entre el 3 y el 20 de marzo de este año. Las conclusiones del estudio, que ocupa 64 páginas, se pueden consultar aquí (en la página del Policy Solutions), naturalmente en húngaro. Y vamos con ellas... (obviamente, esto es solo un resumen).

Primero se pedía a los encuestados que mostraran su acuerdo o desacuerdo con varias afirmaciones referidas a la época de Kádár. La primera de ellas era: La mayoría de los húngaros vivía mejor en dicha época. El 54% de los encuestados están de acuerdo, por el 31% en contra. El 15% NS/NC. 



Entre los simpatizantes de todos los partidos, con excepción de Fidesz, predomina la idea de que se vivía mejor entonces que ahora. Pero es que algo más de 1/3 de los simpatizantes de Fidesz (el 36%) también está de acuerdo con esa afirmación. Es curioso -o no tanto- que entre los simpatizantes de Jobbik -extrema derecha- también predominen los que están de acuerdo con dicha afirmación (el 54%). Entre los simpatizantes del Partido Socialista (que es el antiguo partido "comunista" de Kádár - entre comillas porque no se llamaba así, pero bueno-, reconvertido al capitalismo y con otro nombre) y de Coalición Democrática (escisión del Partido Socialista) el porcentaje de "nostálgicos" llega hasta el 70-71% respectivamente (voy a usar el término "nostálgico" a partir de ahora para simplificar, aunque estrictamente hablando, no tienen por qué serlo). 

Respuestas a esa misma pregunta por los simpatizantes de los diferentes partidos húngaro. De acuerdo: verde. En desacuerdo: rojo. NS/NC: marrón. Después de las siglas de los partidos se incluye la opción de "Egyéb" (otros) y de "Bizonytalan" (inseguro -en cuanto a elección de partido). 

En todas las capas de población según su formación predominan los que consideran que en la época de Kádár se vivía mejor, pero hay importantes diferencias de acuerdo al grado de formación. El 62% de los que solo tienen enseñanza básica son "nostálgicos" (frente al 27% que no están de acuerdo con la afirmación). El 56% de los que tienen formación técnica y el 50% de los que han acabado la enseñanza secundaria también están de acuerdo (frente al 29% y 32% que no, respectivamente). Entre los que tienen enseñanza superior el 45% también lo piensan (frente al 37% que no están de acuerdo y un 19% que NS/NC). 

No todo es tan positivo en la encuesta respecto al socialismo. A la afirmación de que el sistema era insostenible, el 45% responde afirmativamente, frente a un 35% que no está de acuerdo (y un 20% NS/NC).  Los liberales urbanitas de Momentum son los que más de acuerdo están con esta afirmación (más incluso que los simpatizantes de Fidesz): 56% (frente al 53% de Fidesz). Solamente entre los simpatizantes socialistas o de Coalición Democrática se impone la idea de que el sistema sí era sostenible (con 49% frente al 47% y el 44% frente al 39% respectivamente).  Por franjas de edad solo entre los de 40-40 años hay igualdad entre los que están de acuerdo con esta afirmación y los que no (42%), en los demás casos siempre predominan los que piensan que el sistema no era sostenible, aunque entre los jóvenes es aún mayor el porcentaje de NS/NC (un 41%, lógico, por otra parte). 

Otra de las preguntas que se hacía se refería al grado de libertad que había en el país. Aquí hay un sorpresa: el 44% de los encuestados no está de acuerdo con la afirmación de que "no había libertad" (frente al 40% que sí está de acuerdo y 16% NS/NC). Por preferencia de partidos la cosa es todavía más interesante. Entre los socialistas (del Partido Socialista y de Coalición Democrática), los de "otros" y los inseguros predomina la idea de que sí había libertad. También entre los liberales urbanitas de Momentum (aunque por los pelos, solo hay un 1% de diferencia: 40%-39%, y bueno, si tenemos en cuenta el error estadístico, esa diferencia es despreciable). Curiosísima es la opinión de los simpatizantes de Jobbik, entre los cuales se da la mayor diferencia entre los que piensan que sí había libertad y los que piensan que no... pero, ojo,  en favor de los que piensan que sí la había (!!! 53% frente al 29%). Los dos únicos partidos en los que predomina (y con mucha ventaja además) la idea de que no había libertad es Fidesz (56% frente al 32%) y los ecoprogres de LMP (Otra Política Es Posible, con el 41% frente al 32%). 

Con la afirmación de que "Había orden y paz social", obviamente la gran mayoría está de acuerdo: 63% frente al 23%. Lo piensan hasta los de Fidesz (54%). 

También se preguntaba si se vivía peor respecto a la época posterior al cambio de régimen. Los resultados os los podéis imaginar, con la diferencia de que aquí hasta los de Fidesz piensan que no, que no se vivía peor, sino mejor (en la época socialista, claro). 

Ante la afirmación de que se vivía peor que en el periodo posterior al cambio de régimen: verde (de acuerdo), rojo (en desacuerdo), marrón (NS/NC). Según simpatía por partidos políticos (Egyéb: otros; Bizonytalan: inseguro). 

Por formación académica no hay ninguna diferencia apreciable, en todas las franjas, desde enseñanza básica hasta la superior predomina la idea de que no es cierto que se viviera peor (aproximadamente 50%-30%).

La segunda parte del estudio se centra en el análisis de las expectativas del cambio de régimen y cómo se valora su cumplimiento en la actualidad. El estudio hace numerosas preguntas, pero solo comento un par, por problemas de espacio y tiempo (y en algún caso por falta de interés: una cuestión como la de si se ha conseguido crear una economía de mercado basada en la propiedad privada no creo que sea muy relevante para el caso -lo sería si la mayoría no estuviera de acuerdo, claro). 

Respecto a las expectativas sobre el aumento del nivel de vida, quitando los simpatizantes de Fidesz y, curiosamente, los ecoprogres del LMP (al que algunos han tenido la cara dura de acusar de comunista, ya les vale), para el resto no se han cumplido. Y esta idea es especialmente importante entre los simpatizantes de "otros partidos" (68% que piensan que no se han cumplido, frente al 16% que sí). La expectativa de igualdad social solo se ha cumplido para los simpatizantes de Fidesz (y no con mucha diferencia respecto a los simpatizantes de Fidesz en desacuerdo: 49%-41%). En el resto de franjas es abrumadora la mayoría que piensa que no se han cumplido las expectativas a este respecto. Sobre la corrupción, en todas las franjas de partidos predomina la idea de que no se han cumplido las expectativas (ni siquiera entre los simpatizantes de Fidesz: el 47% piensan que no se han cumplido, frente al 39% que sí).

También se ha preguntado por el estado de la democracia en los gobiernos posteriores a la caída del socialismo. El 27% opina que el mejor estado de la democracia ha sido durante los gobiernos de Orbán (aunque solo el 10% lo piensa por el periodo actual, la gente ha votado más bien por el periodo anterior en el que gobernó Orbán, entre 1998 y el 2002). Es el mismo porcentaje de los que apoyan a los gobiernos social-liberales (donde se lleva la palma el gobierno Horn, entre 1994-98).  El 16% piensa que fue ese el mejor gobierno desde el punto de vista del estado de la democracia, tras la caída del socialismo. De todas formas, para el 21% de los encuestados ninguno de esos gobiernos se caracteriza por una buena situación del estado democrático. 

János Kádár, rodeado de pioneros (bueno, más bien de pioneras). 1973 en Csillebérc, Budapest. Kádár fue el líder húngaro desde 1956 (aunque ocupó diferentes puestos del estado) y el Secretario General del Partido Socialista Obrero Húngaro desde 1956 a 1988.  Fuente: Tamás Urbán/Fortepan.


Un par de comentarios respecto a esta entrada y a la encuesta. En primer lugar hablo de socialismo (aunque en el título he dicho "comunismo"), más que nada porque ningún país comunista lo ha sido (ni lo puede ser). Otra cosa es que para distinguir al socialismo real de la corrompida socialdemocracia, que ha acabado adoptando gran parte de la ideología liberal capitalista (un caso típico lo tenemos en Hungría, por cierto), simplifiquemos y hablemos de países comunistas, pero prefiero usar el término más exacto de socialismo (a fin de cuentas Hungría nunca fue oficialmente comunista, de hecho, en realidad la constitución de 1949 definía al país como una República Popular, es decir, un estado que estaba poniendo las bases del socialismo. Pero, vamos, comunista ni siquiera lo fue la URSS, que por eso se llamó Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y no "Comunistas", más allá de las tonterías que soltara Jruschov -que llegó a prometer el comunismo para los años ochenta-). 

Independientemente de eso, debo reconocer que a mí me ha sorprendido la encuesta por varios motivos. En primer lugar, siempre he sido consciente de que en Hungría hay una nostalgia muy fuerte por la época socialista. Es fruto de mi experiencia  (y de las encuestas y estudios que se han hecho en todos estos años). Pero también he pensado siempre que esto acabará algún día, en concreto cuando las generaciones que no hayan vivido la época (o que no tengan recuerdos de la situación del país de entonces, y no les quede más que la propaganda oficial, cada día más intensa) sean mayoría, o cuando la situación económica sea más boyante, y creo que ya estamos en ese periodo. De hecho, la mejoría de la situación económica de los últimos años ofrece los suficientes incentivos a parte importante de la población como para olvidarse de su "nostalgia" por el socialismo (tanto por el aumento del nivel de vida, como por el reforzamiento de Fidesz a consecuencia de eso). Claro, a lo mejor la crisis del COVID-19 se lleva esto por delante, pero es demasiado pronto para poder valorarlo (aunque se están viendo las primeras señales nada halagüeñas). Además, he sido de los que ha defendido siempre que la población "nostálgica" es votante, paradójicamente, de Fidesz, y esta encuesta muestra justo lo contrario. La razón de por qué he pensado siempre eso, es porque los votantes de Fidesz lo han sido como protesta contra el régimen social-liberal que ha predominado en Hungría desde la caída del socialismo y especialmente a partir del 2000. Es decir, que, en parte, los más afectados por las reformas liberales (y por lo tanto, los que más añoran o echan de menos los logros del socialismo) son los que han alzado a Fidesz. Esto, obviamente, no es solo una opinión mía, y de hecho la propia oposición lo ha insinuado varias veces (hasta el punto de que aunque en Occidente se acusa a Fidesz de fascista -de forma completamente absurda-, en Hungría, la oposición liberal, también -y resalto el "también"-, les acusa de comunistas -y lo peor es que alguno se lo cree). A pesar de que esta encuesta indica justo lo contrario, creo que no invalida mi razonamiento, solo que las cosas han cambiado, ahora Fidesz ofrece a esas capas de población una alternativa y por eso han adoptado el discurso ideológico de Fidesz (que es radicalmente anticomunista, claro). Pero tampoco hay que olvidar que la encuesta no solo se refiere al pasado, sino también al presente, y entre los partidarios de la oposición (o simplemente de gente que no es de Fidesz), empieza a predominar una visión muy negativa de la sociedad húngara actual, lo que les lleva a resaltar la época socialista (porque la época anterior a Fidesz no puede ser resaltada de ninguna manera, os recuerdo que es precisamente a consecuencia de la catástrofe de esos años anteriores al 2010 por los que Fidesz lleva gobernando desde entonces; bueno, algún despistado hay que adora a Gyurcsány -primer ministro entre el 2004 y el 2009-). 

Por último, creo que la la nostalgia por la época de Kádár (no existe nostalgia por la de Mátyás Rákosi, antes de 1956) es solo una respuesta instintiva de la población que vivió la época, ante la brutal propaganda de las sucesivas administraciones posteriores que pintaba de los peores colores posibles la época, y el contraste con un presente especialmente triste, caótico y deprimido (sobre todo en los 90, después lo ha sido menos, especialmente desde el 2010). Y no, argumentos idiotas en plan de que "es que eran jóvenes", que se basan fundamentalmente en desacreditar la opinión de la gente que vivió la época solo porque no le gustan a uno sus conclusiones, no me valen... 


miércoles, 10 de junio de 2020

La foto del día (6)


Budapest. Estación de Nyugati (Occidente), 1970. Jóvenes húngaros regresando de un viaje de estudios en la RDA. En virtud del acuerdo entre los dos países para intercambio de estudiantes, era muy habitual que jóvenes húngaros viajaran a la RDA para acabar los estudios o para realizar prácticas al final de sus carreras. Naturalmente, había también quien se iba, en el marco de otros programas de intercambio, para trabajar por periodos más largos, aunque no es el caso de estos de la foto, que pasaron en la RDA solo algunos meses. Fuente: Tamás Urbán/Fortepan