martes, 31 de enero de 2012

Qué NO está pasando en Hungría (a propósito de un lamentable artículo)

Son muchos los que me han preguntado, aquí en el blog, en foros, o a nivel personal, sobre lo que pasa en Hungría. De pronto, este pequeño país centro-europeo se ha convertido en una especie de "estrella" mediática y cada día se publican numerosos artículos sobre él, en general con una visión determinada, muy parcial y muy discutible, de su realidad. 



Viktor Orbán, primer ministro húngaro, en una conferencia de prensa. Fuente: portfolio.hu
 
Personalmente considero que la situación en Hungría es grave, muy negativa, tanto económica como socialmente. No solo eso, sino que en mi opinión, hay un peligro real de que las ideas de extrema derecha se extiendan cada vez más por el país... ahora, Hungría, en la actualidad, no es un país de extrema derecha, ni fascista, ni lo es su gobierno, por mucho que la prensa lo esté insinuando continuamente. Yo soy comunista y ateo, no tengo ninguna simpatía por el gobierno húngaro actual, pero no puedo aceptar la imagen que están dando últimamente de Hungría los medios de comunicación occidentales,  que ha llegado a unos niveles que pueden calificarse simplemente de manipulación descarada o de difusión de mentiras. 

Está claro, que por alguna razón, hay una campaña contra Hungría, no sé si es algo organizado intencionadamente, o solo se trata de un intento de desviar la atención de los problemas propios, presentando (de manera deformada) los problemas de los demás, o si se trata de una amenaza velada a los ciudadanos de la UE (algo así, como, si no nos apoyáis podéis acabar como nuestro vecino húngaro). No lo sé, y por lo demás no me gustan las teorías conspirativas (que nutren en general ideologías de extrema derecha). Quizás, como apuntan por ejemplo desde el Partido Comunista Obrero Húngaro, se trate solo de aislar Hungría para que no tenga más remedio que aceptar las draconianas condiciones del FMI, de hecho Orbán, el primer ministro húngaro, está reculando y parece a punto de aceptar lo que le pidan. O es que no le ha gustado a alguien que el gobierno pueda controlar el banco central húngaro. O puede que todo ello junto.

Y no es que sea algo nuevo o sorprendente, en general cualquier artículo sobre Rusia (o la antigua URSS), Cuba, Bielorrusia u otros países hay que cogerlo con pinzas porque no ofrecen una imagen real, sino una completamente deformada. Pero sorprende que se apliquen los mismos métodos con un país de la UE, como es Hungría. 

En cualquier caso, ahora no voy a intentar realizar un análisis de la situación actual húngara, simplemente quiero criticar un artículo lamentable, pero muy en la medida de lo que se está escribiendo últimamente de Hungría. 

Se trata de este, que se ha extendido bastante por ciertos círculos de izquierda:

Primero se menciona un hecho que, por la manera en que está escrito, lleva a un malentendido. Se dice que el Fidesz, actual partido en el poder, consiguió un 53% de votos en la primera vuelta y un 70% en la segunda, durante las elecciones en el 2010. Sí, pero no. La segunda vuelta solo se realizó en aquellas circunscripciones en las que ningún candidato consiguió la mayoría absoluta durante la primera. Por eso el dato del 70% es un poco engañoso, ya que solo se refiere a esas circunscripciones, donde además no podían presentarse todos los candidatos (y por cierto, la participación en la segunda vuelta siempre es menor). Esa es la razón de que en Hungría no se preste atención al porcentaje de votos de la segunda vuelta, sino que se da el de la primera, que refleja con más seguridad la preferencia de voto real. Es un pequeño detalle, simplemente lo señalo para que nadie se piense que el 70% de la población votó al Fidesz; no, el voto del Fidesz fue el 53%, lo que pasa es que con un sistema electoral tan complejo como el húngaro, ese 53% se ha transformado en una mayoría parlamentaria del 68% de los escaños. 

Aclarado esto, vayamos al tema.  


El artículo realiza la sorprendente afirmación que sigue:

En ella (se refiere a la nueva constitución -jozko) no se menciona la palabra “república”, pero Dios aparece en numerosas ocasiones, entre menciones sobre la historia y el destino grandioso de Hungría.
El texto en húngaro de la constitución se puede bajar de aquí.

Pues no señor, mentira y bien gorda. La palabra "república" se menciona lo menos una decena de veces. De hecho, en la página tres de la constitución, sección de Fundamentos, artículo 2b, se dice claramente que "la forma de estado de Hungría es la república" ("Magyarország államformája köztársaság"). Luego, al presidente se le menciona siempre como "presidente de la república" ("köztársasági elnök"). 
La polémica en Hungría no viene por eso. Viene porque el nombre oficial de Hungría, hasta ahora, era República de Hungría. Y este nombre oficial es el que se ha suprimido, ahora el nombre oficial de Hungría es Hungría, a secas. Pero Hungría sigue siendo una república y, como hemos visto, la nueva constitución también refleja ese hecho. 

Respecto al tema de Dios, pues eso de que "aparece en numerosas ocasiones" es un poco exagerado. Aparece en DOS ocasiones. La primera, nada más empezar, cuando se dice: "Dios, bendice al húngaro". Pero, ojo, esa una cita del himno húngaro, que empieza precisamente con ese verso. El himno húngaro lo escribió el poeta Ferenc Kölcsey en 1823, y desde 1989 es el himno oficial de Hungría, no es algo que se haya inventado el gobierno de Orbán. La segunda y última mención es al final, cuando el presidente de la República y el presidente del parlamento firman la constitución, con la fórmula siguiente: (...) "con el conocimiento de nuestra responsabilidad ante Dios y ante el hombre" (...). No acompaña a la cita ninguna mención al destino grandioso de Hungría o algo parecido.

Hay varias referencias más a la religión y en concreto al cristianismo, pero son más bien históricas, por ejemplo en la página dos, "reconocemos el papel de cohesión nacional de la cristiandad". Pero esto no es nada nuevo, tengamos en cuenta que en los países de Europa Central y Oriental las fronteras geográficas naturales no existen, las fronteras han cambiado mucho históricamente y el papel de la religión es un factor importante de cohesión nacional, no solo entre los húngaros, sino entre cualquier pueblo de la zona. Podrá gustarnos o no ese hecho, pero es así. Como ateo no puedo tener nada en contra de esta afirmación (aunque no me guste que aparezca mencionada en la constitución, pero no por eso se va a convertir ésta en fascista o autoritaria). Y por cierto, justo al lado de esa frase, se dice: "respetamos las diferentes tradiciones religiosas de nuestro país".  La otra mención al cristianismo, se encuentra en esa misma página introductoria, está antes, cuando se habla del rey Esteban (San Esteban), fundador del estado húngaro, y se dice que "Estamos orgullosos de que San Esteban (...) hiciera a nuestra patria parte de la Europa Cristiana".  No creo que sea algo tan grave, sobre todo si tenemos en cuenta que efectivamente el hecho de que Hungría se convirtiera en estado cristiano tuvo mucha importancia ya que convertió el país en un estado más de la época, integrado con los demás países de su entorno. 
Gyula Benczúr: "El bautizo de Vajk" (1875) - Vajk era el nombre pagano de István o Esteban, primer rey de Hungría. Fuente: wikipedia

Cierto que la constitución tiene puntos que son criticables y a veces el artículo los menciona correctamente, por ejemplo el tema del aborto, o el del matrimonio, que se reconoce como una institución entre hombre y mujer, con lo cual evidentemente se rechaza por ley la posibilidad de matrimonio entre parejas del mismo sexo. Sin embargo también se reconocen las parejas de hecho y en este caso no se hace distinción, es decir, la constitución no prohibe las parejas de hecho homosexuales. 

Por lo demás, yo no veo la constitución húngara muy diferente de las constituciones de otros países europeos. Hay las menciones típicas a los derechos humanos, libertad de prensa, opinión, religión, etc. Como en cualquier otra democracia burguesa (entiéndase: dictadura del capital).

 Sigamos con el artículo en cuestión, después de esto, menciona varias leyes aparte. Por ejemplo la criminalización de la indigencia. Esto más o menos es cierto, pero aclaremos, no se criminaliza la indigencia, sino que se prohibe usar espacios públicos para ciertos fines, por ejemplo, vivir en ellos. Además se castiga a los mendigos si son denunciados dos veces cada seis meses por violar esta ley, o con una multa en dinero, o con penas de cárcel. Pero no se menciona el pequeño detalle de que según la ley, el responsable de la situación es el ayuntamiento local, y si el ayuntamiento no ofrece suficientes alojamientos a los mendigos (residencias para gente sin hogar), entonces la ley exonera al mendigo de esa culpa (por cierto, es una iniciativa de Jobbik). Evidentemente, a pesar de eso, es algo injusto, absurdo y además imposible de cumplir, los mendigos no tienen dinero para pagar la multa y las cárceles están saturadas. Pero no olvidemos tampoco que la medida va dirigida sobre todo a evitar que los mendigos que puedan dormir en residencias especiales, lo hagan en la calle. 

El palacio Sándor, residencia del presidente de la República de Húngría. En el Barrio del Castillo de Budapest. Fuente: Wikipedia


Luego se habla la anulación del derecho de huelga... pues no. No se ha anulado el derecho de huelga. Se ha limitado en ciertos casos, que no es lo mismo.  En aquellas empresas que cumplan servicios básicos sociales se obliga a que haya un acuerdo respecto a los servicios mínimos, y sin ese acuerdo la único opción para ir a la huelga es que el tribunal de trabajo examine las circunstancias y la permita. Pero esto solo se aplica en empresas de servicios básicos. En el resto, digamos, la cosa sigue siendo como hasta ahora... es decir, con derecho a huelga que en muchos casos (especialmente en grandes multinacionales) es más bien papel mojado, pero la responsabilidad de eso la tienen también los gobiernos anteriores, empezando por los de los socialdemócratas-liberales, que por cierto son los primeros en poner el grito en el cielo por la "anulación del derecho de huelga".



Una de las nuevas reglas más llamativas es la obligatoriedad del trabajo para los parados de larga duración, entre los cuales hay un alto porcentaje de rom (ciudadanos de etnia gitana), dentro de campos de trabajo cerrados y vigilados, como cuenta el periódico del sindicato anarquista alemán FAU, Direkteaktion (Acción Directa) en su número de enero.

Pues lo contará ese periódico anarquista alemán, pero yo es la primera vez que lo oigo. No hay manera de encontrar ninguna fuente húngara sobre la cuestión. ¿De dónde han sacado los alemanes esa noticia?  Hay un programa del gobierno que pretende extender el trabajo voluntario y en el se integraría también a los parados de larga duración, pero por lo que sé es un proyecto todavía y desde luego no se trata de campos de trabajo cerrados y vigilados. No sé de dónde han sacado eso.
  El discurso del partido en el poder supone una amenaza no sólo para los gitanos, sino también para los 100.000 judíos que viven en Hungría. El gobierno declaró la “guerra a los bancos”, queriendo escenificar una fuerza de prueba nacional frente a las intervenciones extranjeras. Entre las fuerzas financieras que se mencionan aparecen “los judíos” como corresponsables del desastre financiero global. 

En primer lugar, es cierto que el antisemitismo está bastante extendido en Hungría. Y también lo es que el gobierno está siendo cuidadoso para que no se le pueda culpar de eso. No sé dónde ha mencionado el gobierno a los judíos como corresponsables del desastre financiero global. De hecho ya ha habido un gran escándalo en el parlamento por declaraciones antisemitas de Előd Novák, diputado de Jobbik, que fueron duramente criticadas por el Fidesz. János Lázár, jefe de la fracción parlamentaria del Fidesz ha planteado incluso la posibilidad de que se prohiba por ley calificar a alguien, como insulto, de "judío" o "gitano". Y por cierto, hay sectores de extrema derecha que consideran al Fidesz como partido judío (ya sabemos, para esa gente todos los que no están de su lado son judíos), véase por ejemplo la repugnante página de internet, llamada "zsidesz" ("zsidó" es judío en húngaro, "Fidesz" es el nombre del partido en el gobierno). 

¿Quizás el verdadero problema es que el gobierno quiera poner controles a los bancos? ¿Se trata de eso?
Pobreza en Hungría. Pueblo gitano del este del país. Fuente: Hírszerző


En fin, que sí, se puede criticar a Hungría y a su gobierno, se puede y se debe. Pero vamos a criticarlo por cosas serias, no hace falta falsificar la realidad para eso. Critiquémoslo por subir los impuestos a las clases más bajas y bajárselo a las más altas, por ejemplo. Por aceptar las condiciones del FMI (si lo hacen al final). Por el empeoramiento de la situación económica.  La empresa de transporte público de Budapest está al borde de la quiebra. La compañía aerea húngara Malév, también. No sé, hay bastantes cosas para empezar, no hace falta inventarse nada. Claro, que a lo mejor una parte de esa crítica sería aplicable también al resto de países de la UE y eso ya no iba a gustar a la élite gobernante... ¿se trata de eso?