jueves, 6 de septiembre de 2012

Hungría y el avispero del Cáucaso (El caso Safárov, II)


Por mucho que el gobierno húngaro dé por cerrado el caso Safárov (la entrega del asesino a las autoridades azeríes, para las que es un héroe), lo cierto es que una parte importante de la opinión pública húngara está escandalizada, con toda la razón, dicho sea de paso. Y no solo en Hungría también en el extranjero, numerosos gobiernos, empezando por el de los EEUU o Rusia han mostrado su incomprensión respecto a la decisión del gobierno de Orbán y compañía. Por no hablar, claro está, de Armenia, que ha cortado sus relacciones diplomáticas con Hungría. No solo las diplomáticas, también las culturales y científicas.

Quema de una bandera húngara en Yereván (Armenia), como protesta por la entrega de Safárov. Fuente: 168ora


Aunque como todo en esta vida, hay opiniones enfrentadas y hay quien está dispuesto a defender lo indefendible con los argumentos más absurdos y sonrojantes, lo cierto es que a excepción de la extrema derecha y de los más ofuscados partidarios del Fidesz (el partido en el gobierno), es general el enfado o la incomprensión por la actitud del gobierno, incluso en simpatizantes o votantes del partido.

Ayer mismo, martes 4 de septiembre, tuvo lugar en Budapest una manifestación de protesta y de solidaridad con el pueblo armenio, organizada por el movimiento opositor Milla. La manfiestación reunió a unas dos mil personas, y transcurrió sin incedentes de mención. Los manifestantes protestaban por la decisión del gobierno y llevaban banderas armenias y pancartas en inglés y armenio en las que se pedía perdón por la actuación del primer ministro húngaro, dado que el gobierno húngaro no se ha dignado a pedir él mismo perdón hasta ahora.

Algunas fotos (fuente: portal de noticias Index.hu):

Velas en recuerdo a la víctima, Gurgen Margaryan.
Para el viernes 7 de septiembre, a las 17:00 hay convocada una nueva manifestación, esta vez frente al Ministerio de Justicia. Y parece que no va a ser la última. Y no solo en Hungría, también ha habido manifestaciones en otras partes del mundo, por ejemplo ante el consulado húngaro de Calcuta (India) o ante la embajada húngara en Londres. Las manifestaciones ante el consulado en Yereván (capital de Armenia) se han caracterizado por la quema de banderas húngaras, aunque las autoridades han hecho un llamamiento para que los manifestantes se abstengan de comportamientos agresivos y para que no identifiquen automáticamente al gobierno con el pueblo húngaro.

Las asociaciones armenias de Hungría (una de las 13 minorías étnicas históricas reconocidas en el país es la armenia, de apenas unos diez mil miembros,  bien integrados en la sociedad húngara), y que están representadas por el OÖKÖ (Autogobierno Nacional de la Minoría  Armenia - Országos Örmény Kissebségi Önkormányzat) se han quejado de que el gobierno no les ha hecho el menor caso, y de que desde el primer momento avisaron de que el asesino era considerado héroe en su país natal y si era trasladado allí quedaría inmediatamente puesto en libertad (como así ha sido). El vicepresidente del OÖKÖ y director del Centro Cultural Armenio en Budapest, Alex Avanesian ha afirmado en una entrevista a la televisión ATV, que el 20 de agosto intentaron ponerse en contacto directamente con Orbán, sin éxito, y el día después con Tibor Navracsics, ministro de justicia,  que simplemente no quiso escucharlos (Fuente: ATV).   

El gobierno, para variar, ha reaccionado tarde y mal. Primero ha intentado desentenderse del asunto, afirmando que se ha seguido un procedimiento completamente legal (algo que nadie duda ni ha puesto en cuestión) y rechazando la existencia de un acuerdo secreto entre los dos países. Más tarde, ante la ola de indignación que se ha desatado, han intentado defenderse afirmando que tenían el compromiso del gobierno azerí de que no se iba a amnistiar al preso. Sin embargo las pruebas presentadas no eran nada convincentes (un fax en el que no quedaba claro nada de eso) y además el gobierno azerí se ha apresurado a contestar que nunca ha prometido nada parecido.  Ante eso el gobierno húngaro ha expresado un tímido malestar por la actuación del gobierno azerí y se ha lavado las manos en el asunto.

Las declaraciones posteriores del gobierno o de miembros destacados del Fidesz matizan cada vez más la posición de los dirigentes húngaros, pero no dejan de ser sonrojantes, como por ejemplo la de Antal Rogán, destacado político de Budapest, diputado y alcalde del distrito centro de la ciudad, que ha llegado a afirmar que "si alguien se ha equivocado en este conflicto fue el que en el 2004 puso a los soldados armenios y azeríes en un mismo pasillo" (en mi pueblo a esto se le llama echar balones fuera con más cara que espalda) - Fuente: HVG.hu.

El secretario de estado de AA.EE. Zsolt Németh, en cambio, ha llegado a afirmar en una entrevista en la televisión pública húngara que el gobierno tenía muy claro lo que podía pasar y que el acusado podía ser amnistiado por el gobierno azerí, pero que existía un compromiso de la parte azerí para que el asesino cumpliera su condena, y que "no se podía suponer que un país amigo iba a reaccionar de manera tan poco amistosa a un gesto amigo". Además, ha resaltado que la culpa de que los azeríes no compren los bonos del estado la tiene el escándalo que se ha montado en torno a este hecho (una de los rumores que han corrido estos días es que el gobierno azerí se habría comprometido a comprar bonos del tesoro húngaro por valor de 2-3 mil millones de euros, sin embargo, posteriormente la parte azerí ha anunciado que no se prepara para tal operación). Curiosamente también ha destacado el papel fundamental de Azerbaidyán para diversificar las fuentes energéticas de la UE. (Fuente: HVG.hu)

Por último, János Mártonyi, ministro de AA.EE. de Hungría, se ha limitado a lamentar la decisión azerí de dejar en libertad al asesino (Fuente: Oroszvilág).

Lo curioso de estas declaraciones es que en ninguna de ellas el gobierno asume haber cometido un error (ni siquiera por la pasmosa ingenuidad de confiar en la otra parte sin ninguna garantía, en el caso de que se trate solo de eso, algo que no se cree nadie). Tampoco hay ninguna petición de perdón o ningún sentimiento de solidaridad con la parte armenia.


Independientemente de todo esto, que no deja de ser más que la circunstancia externa que rodea al asunto, muchos se hacen la pregunta de qué es lo que hay realmente detrás de todo esto, entre bastidores. Porque el discurso de la ingenuidad no cuela, que estamos en el siglo XXI.  ¿Se trata efectivamente de un acuerdo secreto que da algún tipo de ventaja económica a Hungría? Si es así quizás el gobierno azerí le ha tomado bien el pelo al húngaro (o más bien los húngaros se han dejado tomar el pelo), ya que ahora rechaza que vaya a comprar bonos del tesoro. Aunque quizás no se trate de eso, sino de petroleo.  La verdad es que no es la primera vez que el gobierno húngaro se desvive por parecer amigo de algunos gobiernos (empezando por el chino, por ejemplo), para luego llevarse la ducha de agua fría cuando después, en el momento de concretar, a las promesas se las ha llevado el viento. 

Sin embargo algunos presienten otros hilos y otros intereses de por medio, más allá de si se trata o no de otro paso en la política rusófoba del gobierno de Orbán. En algunos portales de noticias de Rusia (por ejemplo Regnum), se resalta el hecho de siendo Hungría un país de la OTAN, es difícil pensar que el gobierno húngaro haya decidido por sí mismo en un asunto como este. El politólogo azerí Ilgar Mamédov y otros, opinan que los EEUU conocían de antemano las negociaciones y permitieron su conclusión de esta manera. Las expresiones de sorpresa y tímido malestar por la entrega de Safárov a Azerbaidyán, habrían sido, según estos expertos, solo una medida de cara a la galería, para no enemistarse con el influyente lobby armenio de los EEUU. Geidar Dzhemal, director de la Comisión Islámica de Rusia piensa que hay que mirar lo sucedido desde el punto de vista del conflicto entre Rusia y el mundo Occidental en torno a Siria.

Un diario ruso, Nezavisímaya Gazeta (La gaceta independiente), está de acuerdo en que las razones para liberar a Safárov son de peso y no puede tratarse solo de un simple acuerdo económico entre dos partes.

Algunas fuentes hablan de un posible intento de desestabilizar la región del Cáucaso tras el cual estarían otros actores (principalmente los EEUU) y donde Hungría habría sido solo una pieza más que ha cumplido su cometido.

En cualquier caso parece difícil de creer que el gobierno húngaro haya actuado tan ingenuamente como pretende aparentar.  Aunque también me parece que se necesita algo más que este asunto para desestabilizar la región (aunque ya de por sí está bastante inestable). Eso sí, al presidente azerí le va a venir de maravilla para las elecciones del próximo año, ya que va a aparecer ante la opinión pública de su país como el artífice de llevar de vuelta al país a Safárov (que representa un pequeño triunfo tras la derrota en la guerra), no le va a hacer falta ni falsificar las elecciones, como hizo para asentarse en el poder. Y mientras, como afirma la revista HVG húngara, Hungría se ha lanzado de cabeza en el avispero del Cáucaso.


Portada del perfil del presidente azerí Ilham Alíev en Facebook, con una foto de Safárov. Fuente: GlobalVoices


domingo, 2 de septiembre de 2012

Vergüenza (el gobierno húngaro se vende por un plato de lentejas)

El contexto

 Fuente: La historia con mapas

   Las relacciones entre Armenia (cuya población es armenia, cristiana) y Azerbaidyán (los azeríes son mayoritariamente musulmanes chiís), están marcadas por el conflicto étnico entre los dos pueblos ya desde antiguo, y ha sido fuente de al menos dos guerras en el siglo XX. En 1987 tuvieron lugar incidentes étnicos entre armenios y azeríes en la zona de Nagorno Karabaj (o Alto Karabaj), un enclave de población fundamentalmente armenia (76% de la población frente al 23% azerí, según el censo de 1979), dentro de Azerbaidyán, el 20 de febrero de  ese mismo año el parlamento local de Nagorno Karabaj anunció su intención de independendizarse de Azerbaidyán y unirse a Armenia, estalló así una especie de guerra no oficial, de baja intensidad, por el enclave entre los dos países, acompañada de una brutal limpieza étnica por ambas partes. En agosto de 1991 Azerbaidyán se declaró estado independiente y el 2 de septiembre de 1991 se proclamó la República de Nagorno Karabaj, independiente a su vez de Azerbaidyán. Poco después, en noviembre, el gobierno azerí anuló la autonomía de la región. En diciembre se celebró un referendum por la independencia de Nagorno Karabaj en la zona, donde la mayoría de la población votó a favor (los azeríes lo boicotearon). Se declaró así la independencia de Nagorno Karabaj y el conflicto se convirtió en una guerra abierta entre Armenia y Azerbaidyán. En 1994, después de 30 mil muertos y más de un millón de refugiados,  se firmó un alto el fuego entre los dos países, que significaba de facto la independencia de Nagorno Karabaj, mientra que la propia Armenia ocupaba un territorio adyacente que la conectaba directamente con Nagorno Karabaj, de población principalmente azerí. Por supuesto esta independencia es más bien ficticia, ya que las relacciones con Armenia son muy estrechas, hasta el punto de que, por ejemplo, el presidente armenio entre 1998 y el 2008, Robert Kocharyan, lo era también de Nagorno Karabaj. El gobierno azerí no reconoce Nagorno Karabaj y por eso representantes directos de la zona no pueden participar en las conversaciones entre ambos países. Complica las cosas que Armenia tiene una economía muy empobrecida a consecuencia del conflicto (a pesar del fuerte crecimiento posterior) y del bloqueo de sus vecinos (Turquía, Georgia), y su única posición de fuerza es la cooperación con Rusia, mientras que Azerbaidyán ha girado más hacia Occidente (aunque manteniendo vías de contacto con Rusia) y gracias a los ingresos por el petróleo tiene una situación macroeconómica más estable, además mantiene estrechas relacciones con Turquía (enemiga tradicional de Armenia). No nos olvidemos tampoco que Azerbaidyán juega un papel importante como suministrador de petróleo a Turquía y países occidentales, con un oleoducto y un gaseoducto a través de Georgia y la propia Turquia desde el Mar Caspio, importantísima reserva de petroleo y gas. En la actualidad, además, se está desarrollando el proyecto del gaseoducto Nabuco, que pretende reducir la dependencia energética europea de Rusiaen y en el que Azerbaidyán es parte interesada.

Los hechos

A comienzos del 2004 un teniente del ejército azerí llamado Ramil Safarov visitó Hungría para participar en un curso de la Universidad de Defensa Nacional Miklós Zrínyi, en el marco del programa de la OTAN Asociación Para la "Paz". La madrugada del 19 de febrero Ramil Safarov irrumpió en la habitación vecina mientras dormían sus ocupantes, y asesinó a uno de ellos, el oficial armenio Gurgen Margaryan, a sangre fría.

Gurgen Margaryan (1978-2004). Fuente: Wikipedia


En febrero del 2007, después de un largo juicio, fue condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado. La defensa adujo problemas mentales a causa del estrés postraumático producido por el conflicto bélico entre Armenia y Azerbaidyán, pero su argumentación no fue aceptada, ya que se trataba de un crimen étnico, bien planeado de antemano, y de extrema brutalidad (el asesino tuvo tiempo de asestarle dieciseis hachazos a la víctima, casi le arrancó la cabeza, pero no agredió en ningún momento al vecino de cama de Margayan, un oficial húngaro). 

Mientras tanto, en Azerbaidyán Safarov es considerado un heroe nacional. El gobierno ha intentado por todos los medios durante años que Hungría extraditara al asesino al país sin mucho éxito... hasta que....

Safarov durante el jucio. A su lado la intérprete. Fuente: Index.hu

El gobierno húngaro decide entregar a Safarov a Azerbaidyán

    Después de varios años de intentos y de uno de negociaciones, para la sorpresa de todo el mundo el gobierno húngaro cambio su punto de vista, y el 31 de agosto del 2012, en virtud del Acuerdo Europeo de Strasburgo, entregó a Safarov a las autoridades azeríes. Nada más llegar a su país de origen, por supuesto, Safarov fue amnistiado personalmente por el presidente azerí Alíev y ascendido de rango (a mayor del ejército).

Las reacciones en Armenia no se han hecho esperar. Desde que se ha sabido de la entrega del asesino a Azerbaidyan se han producido varias manifestaciones de repulsa en Yereván (capital de Armenia) frente al consulado húngaro, donde se han quemado banderas húngaras. Poco después de conocerse la noticia el gobierno armenio ha declarado que rompe relacciones diplomáticas con Hungría (en concreto todo tipo de relacciones oficiales). 

Safarov, un asesino en libertad. Fuente: parameter.sk


En Hungría la noticia ha desatado un escándalo sin precedentes. A excepción de la extrema derecha (Jobbik), favorable a la entrega de Safarov, ya que llevan años llamando la atención sobre la necesidad de abrirse hacia el mundo oriental (claro, Armenia también está en oriente pero no tiene nada que ofrecer, a diferencia de Azerbaidyán que tiene petróleo), el resto de los partidos de oposición han mostrado su repulsa por la decisión. 

Lo curioso del caso es que hace unos días se había anunciado que el gobierno azerí se había comprometido a comprar bonos del estado húngaro por valor de entre 2-3 millones de euros. Así que las conjeturas de si ese ha sido el precio por la entrega de Safarov, son más que evidentes.  No hace mucho el propio Orban estuvo en Azerbaidyán de visita de negocios. El gobierno húngaro, por el contrario, se ha apresurado a afirmar que no hay ningún acuerdo secreto de por medio y que el asunto no tiene ninguna razón económica, sino humanitaria. Además se ha defendido explicando que tenían el compromiso de las autoridades azeríes de que el preso no iba a ser amnistiado (a mí se me ocurre que si eso es cierto es que son tontos, y si no lo es, es que se creen que los tontos somos los demás). En concreto parece ser que el Ministro de Justicia azerí habría prometido no anular la condena y a que cualquier revisión se haría de acuerdo con las autoridades húngaras. Sin embargo el indulto ha sido inmediato y su iniciativa ha salido directamente del presidente azerí. Las noticias que llegan de Azerbaidyán contradicen la versión húngara, ya que según las autoridades del país caucásico no solo no habían hecho ninguna promesa, sino que además ha destacado la labor del propio primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en las negociaciones.

El gobierno húngaro ha declarado hoy mismo cerrado el asunto. Pero por ejemplo el destacado portal húngaro sobre noticias del antiguo bloque soviético, Postinfo.hu, ha expresado en un interesante artículo su excepticismo sobre que el asunto esté cerrado. Para empezar Hungría se ha ganado el desprecio comprensible de los armenios y va a ser difícil que eso cambie, es más, seguramente el daño a la imagen de Hungría en Armenia ya es inevitable y afectará al país por las próximas generaciones, incluso cuando el gobierno actual haya pasado a la historia. En el mismo portal se preguntan cuál sería la reacción húngara si un ciudadano húngaro hubiera sido asesinado en el extranjero y su asesino fuera entregado a su país de origen e indultado. Por último menciona otra curiosa cuestión, el gobierno, y en general la derecha húngara no hacen más que recurrir al "comunismo" como chivo espiatorio de cualquier problema o conflicto, sin embargo no han tenido el menor reparo en venderse a un ex-comunista, que ha recibido el poder directamente de su padre - un alto funcionario en la URSS- (todo el mundo parece de acuerdo en que las elecciones posteriores, que ganó, fueron un pucherazo en toda regla).

Ante la presión sobre el gobierno húngaro, hoy mismo el Secretario de Estado del Ministro de AA.EE. de Hungría, Németh Zsolt, ha expresado a las autoridades azeríes la protesta húngara por el indulto. Pero parece más bien un mero gesto propagandístico de cara a la galería para maquillar una decisión de lo más lamentable. Se ha lucido el gobierno del señor Orbán (y ya van unas cuantas).

Por cierto, se ha creado una página en facebook, donde varios ciudadanos húngaros (o residentes en Hungría) piden perdón a los armenios por la actitud del gobierno húngaro. 

Fuente: stop.hu

Fuentes
 Blog de Francisco Veiga, HVG (varios artículos),  La historia con mapas, Parameter.sk, Postinfo.hu (aquí), Wikipedia (húngara y rusa).


Para saber más sobre el conflicto:

Sobre la guerra armenio-azerí es indispensable este artículo del blog de Francisco Veiga: El contencioso armenio-turco (4): Nagorno-Karabaj  

También merece la pena este artículo de El imparcial.