sábado, 28 de marzo de 2009

Viejos tranvías de Budapest (1)

(viejo tranvía Ganz de fabricación húngara en la Avenida Vámház, en Pest. A la derecha el Mercado Central. Al fondo la plaza Kálvin, ahora en obras por la construcción de la línea 4 de metro. La foto es del día 23 de marzo, fiesta nacional húngara, de ahí la bandera)


(El mismo tranvía de antes sobre el puente de la Libertad, vista desde la plaza Fővám. Al fondo el famoso hotel Gellért. El puente está siendo renovado en la actualidad, aunque prácticamente han acabado ya las obras. En la plaza se está construyendo una estación de metro para la línea 4, en construcción).

László Darvasi: Trápiti o la gran guerra del guisado de calabaza (y 3)

(capítulo 29 - última parte que posteo)

¡A LA ABUELA NO SE LA COME EL LOBO!

¡NI A CAPERUCITA!

Trápiti estaba sentado ante un grueso y viejo libro de cuentos y tenía una mirada tan asustada como si le quisieran arrancar un diente. Óliver lo miró distraído. Justamente trabajaba en el dibujo de un tulipán. A ver ¿cuántos pétalos tiene un tulipán?

–¿Cuál es el problema, Trápiti? –le preguntó Óliver.

–El lobo se va a comer a Caperucita y a la abuela –dijo castañeando los dientes Trápiti. Óliver se tranquilizó al instante. Suspiró y se dispuso a una detallada explicación.

–Eso sólo puede ser así Trápiti... Se los come, los devora. Y después, ya lo sabes, viene el cazador y los salva. Abre la tripa del malvado lobo y saca de allí a Caperucita y a la abuela; después llena la panza de la fiera con piedras y finalmente lo arroja al riachuelo.

Trápiti seguía temblando. Alargó el libro de cuentos a Óliver Triste y con dedos temblorosos señaló uno de los dibujos del libro. No era un dibujo fuera de lo común, Óliver lo había visto ya un centenar de veces.

Caperucita pasea sin sospechar nada por el bosque con su cesta llena a rebosar de todo tipo de manjares, pastelillos de uvas pasas, bollos, una botella de vino, salchichas y compota de manzana, mientras el lobo acecha tras una mata de frambuesa, pero con un rostro de aspecto no muy agresivo, más bien extraño, desolado. En el cruce de caminos del bosque se puede ver también la casita de madera del cazador, en la que pone:

CASA DEL CAZADOR

¡Anda!, ¡pero si de la puerta cuelga además un cartel! ¡No estaba antes allí! ¡Por todos los buñuelos rellenos de mermelada! Óliver puso los ojos como platos y se inclinó tanto que casi tocó el libro con las narices.

¡¿Qué?!

¡Ayay!

¡¿Qué hay escrito en el cartel?!

ME HE IDO DE VACACIONES, ESTARÉ DOS SEMANAS FUERA. VOY A COMPRARME UN NUEVO SOMBRERO, CALCETINES A RAYAS Y A COMER MUCHO HELADO, ME LEVANTARÉ TARDE Y DORMIRÉ MUCHO.

EL CAZADOR

Óliver lo entendió todo. Si el cazador está de vacaciones, ¡nadie salvará a Caperucita ni a la abuela! El cazador se ha ido de vacaciones porque también los cazadores las necesitan, es agotador llevar el fusil y dar de comer a los cervatillos. Óliver Triste clavó la mirada en Trápiti que se rascaba la cabeza. Pensó largo rato. Después, de pronto, gritó:

–¡Lo tengo!, ¡lo encontré!. ¡Nos vamos al cuento!

–¿Adónde? –se sorprendió Óliver. Sabía ya muchas cosas de Trápiti, pero que tuviera la capacidad de entrar en los cuentos, mira por donde, era una novedad.

–¡Salvaremos a Caperucita! –los ojos de Trápiti brillaron ardientes.

–Tengo curiosidad por saber como lo vamos a hacer –sacudió la cabeza Óliver.

Pero Trápiti lo tenía claro.

–¡Ven!, acuéstate en la cama junto a mí, cierra los ojos, Óliver.

–Aquí estoy a tu lado –dijo al poco Óliver.

–Di tres veces “trápiti” una detrás de otra –dijo Trápiti.

En cuanto se oyó “trápiti, trápiti, trápiti” aparecieron allí en el bosque del cuento. ¡Qué maravilla! Óliver miró asombrado a Trápiti que se encogió de hombros.

–Una minucia. Antigua magia trápiti –anunció. Y al instante escucharon extraños sonidos. No muy lejos estaba sentado en el tocón de un árbol el lobo y con toda seguridad podemos testimoniar que hacía gala de un comportamiento indigno de su especie.

–¡Bububuuu! –gimoteaba.

–Pues no parece excesivamente amenazador –Trápiti miró al animal tembloroso.

–¿Le duelen las muelas? –se interesó Óliver.

–¿O la tripa? –asintió Trápiti– al final del cuento, sabes, le abren, y tanta piedra no debe ser muy sano.

–¡Me aburro tanto!, ¡buaaaaaá! –vociferó el lobo.

Óliver se sacó del bolsillo un pañuelo con dibujos de flores, el lobo se secó los ojos y luego se sopló la nariz con gran estruendo.

–Muchas gracias, glup, muchas gracias, glup.

–¿Cuál es el problema, señor lobo? –preguntó Trápiti. El lobo, sorprendido alzó la mirada; no estaba acostumbrado a que le hablaran con cortesía. Si se presentaba en algún lugar la gente le gritaba, le chillaba y quería dispararle. Óliver extendió la mano.

–Mi nombre es Óliver Triste.

–Yo soy Trápiti –se inclinó Trápiti.

El lobo les dio la mano sorprendido... es decir, la pata.

–Yo soy el lobo ... el lobo malvado ... –balbució, después hizo una pausa. Estaba a punto de echarse a llorar otra vez.

–Hemos venido aquí para ayudarle –afirmó Trápiti.

–Desahóguese, señor lobo –le animó Óliver.

Finalmente el lobo se tranquilizó y se puso a explicar. A veces mostraba los dientes, pero no porque quisiera morder sino por que estaba turbado. Un lobo triste también enseña los dientes con frecuencia.

–Me aburro porque tengo que comerme a la abuela. ¡Y me aburro porque tengo que comerme a Caperucita!. No sé a quién se le ocurrió todo esto y no entiendo por qué todas las mamás y los papás desde China hasta América les cuentan a sus hijos que viene el lobo y se come a la abuela y después devora a Caperucita. ¡Oh, que horror!

El lobo miró a un lado y a otro por si le había oído alguien más. Pero el bosque estaba en silencio, sólo un pequeño mirlo cantaba para distraerse al pié de la mata de frambuesa vecina. Tras convencerse el lobo de que no había nadie más en los alrededores, dijo entre susurros.

–Os confesaré algo, ¡pst!. En este cuento la abuela no está buena en absoluto. Su carne es como chicle y sabe a vainilla. ¡Y no aguanto la vainilla! –levantó la voz y luego siguió más bajo–. Caperucita es insípida, pst, no lo entiendo. Me hacen comer a la abuela y a Caperucita y ni siquiera saben bien. Y después me abren la tripa. ¡Ay que horror! ¡ay!, ¡pobre de mi!

Empezó a sollozar de nuevo. ¡Como chorreaban sus lágrimas!

–¡Buuuu-buuuuu! ¡huaaaaaaa! ¡ayayayayay! ¡No quiero comerme a la abuela! ¡Sabe a vainilla!

Era en verdad un triste hecho. ¡Pobre lobo! ¡Que triste destino!. Cuando el hombre, perdón, el lobo debe hacer continuamente lo que no le place. Trápiti se sentó junto al lobo desesperado y le abrazó por los hombros.

–Está bien, señor lobo, no lloriquée, ya inventaremos algo.

En las cercanías se oyó una alegre voz de muchacha. Era Caperucita que se acercaba por el sendero, cantando despreocupada. El lobo se llevó las manos a la cabeza.

–¡Santo Dios!, ¡ya debería estar en casa de la abuela!

–¡Vuelve a sentarte, lobo! –dijo con decisión Trápiti–. Ahora no te comerás a la abuela.

–¡Eso no puede ser! El cuento está escrito así. Se enfadarán conmigo –los ojos del lobo se abrieron como platos–. Yo soy el malo del cuento.

–¡Pensemos algo¡ –asintió Óliver y también él se sentó junto al lobo. Permanecieron así, sentados estrechamente uno junto a otro, inclinados un poco hacia delante, con una mano apoyada en las rodillas y la barbilla sostenida en el puño, arrugando tensos la frente. Trápiti suspiró. Óliver se rascó la oreja. Y de pronto Trápiti habló.

–¡Mamá Holle! –sólo dijo eso.

Óliver se golpeó la frente.

–¡Pues claro!, ¡guisado de calabaza!

El lobo, naturalmente, no sabía de que iba la cosa.

–¿Qué me coma a otra abuela?

–Al contrario, señor lobo, alzó la voz Trápiti –y cogió al lobo por la pata.

–¡Vamos, te vienes con nosotros!.

Y con unos cuantos “trápiti, trápiti, trápiti” llevaron al lobo –que de la sorpresa era sólo capaz de balbucir– a la pequeña ciudad donde vivían y caminaron juntos por la calle del capitán Pastel. La casa de Mamá Holle era su objetivo. Óliver llamó a la puerta. Mamá Holle miró y entrechocó las manos.

–¡Óliver!, ¡Trápiti!, ¿hay algún problema?

–Mm –cortó bruscamente Óliver porque estaba confuso.

–Hemos traído al lobo –agregó serio Trápiti.

–¡Buenos días! –dijo cortésmente el lobo.

–¡Ajá! –o sea que usted es ese monstruo que devora a la abuela– grito con severidad la Mamá Holle.¡No le da vergüenza!, es usted un animal malvado.

El lobo rompió de nuevo a llorar.

–¡Buaaaaaá!, ¡Ay de mí! –irrumpieron de sus ojos lágrimas de lobo en inmensas gotas. Mamá Holle se quedó pasmada.

–Y ahora ¿por qué llora?, ¿no es usted un animal salvaje?. Y eso que aun no le he dado una buena zurra con el palo de mi fregona.

–¡Buaaaá¡ –sollozaba el lobo.

–Se trata, querida Mamá Holle de que habría que preparar un poco de guisado de calabaza –intentó Óliver serenar los ánimos.

–Habría que preparar también para el señor lobo, Mamá Holle –dijo Trápiti y tras esta inesperada afirmación se hizo el silencio. Mamá Holle miraba como si hubiera visto un pastel volando. El lobo tomó la palabra.

–Nunca he comido guisado de calabaza –dijo lloriqueando.

El ánimo de Mamá Holle se tranquilizó al instante.

–¡Entrad! –invitó a los tres amigos adentro, y ya estaba en la cocina cortando las calabazas.

–¡Hola Eugenio! –saludó Trápiti a la alfombra, el Barón Eugenio Flecos.

–¡Sed bienvenidos! –respondió el Barón Eugenio Flecos, que solía hablar de manera muy distinguida, sobre todo si ya lo habían sacudido–. ¿Y este perro de quién es? –se arrugó ante el lobo.

–¡Uff!, no soy un perro, sino un lobo –empezó a hacer pucheros nuevamente la fiera.

–Tranquilo señor Barón –acarició Trápiti los flecos de la alfombra –el señor lobo es nuestro amigo. Necesita ayuda, y nosotros le ayudaremos.

Óliver, Trápiti y el lobo tomaron asiento en la gran habitación, cuyas paredes adornaban multitud de fotografías:

UNA DELEGACIÓN AMERICANA DEVORA EL GUISADO DE CALABAZA DE MAMÁ HOLLE

DOBLE RACIÓN INMENSA DEL GUISADO DE CALABAZA DE MAMÁ HOLLE Y UN GENERAL FRANCÉS

MAMÁ HOLLE OFRECE GUISADO DE CALABAZA A UN DIRECTOR DE TEATRO MOSCOVITA

EL JEFE DE UNA TRIBU AFRICANA ABANDONA EL CANIVALISMO GRACIAS AL GUISADO DE CALABAZA DE MAMÁ HOLLE,

MAMÁ HOLLE COMIENDO DE SU PROPIO GUISADO DE CALABAZA

El guisado de calabaza estuvo preparado en seguida. Tenía tal olor apetitoso que al lobo se le hizo inmediatamente la boca agua. Se lamió voluptuosamente los bordes del hocico. También Trápiti y Óliver recibieron guisado, y se pusieron a zampar con gran entusiasmo, Mamá Holle les observaba satisfecha con la cabeza inclinada.

–Sólo lamento que mi pobre marido, el director Müller, nunca lo pudo probar –suspiró y sus gafas se nublaron.

A decir verdad, el lobo comía con la boca abierta, pero ¡qué muestren a un lobo que no coma con la boca abierta!. El lobo estaba hundiendo por segunda vez el cucharón en la cazuela cuando empezó a chillar el teléfono. Sonaba impaciente. Mamá Holle levantó el auricular con desgana. Escuchó y después esbozó un rostro de sorpresa. Se volvió hacia el lobo.

–Señor lobo, le buscan a usted.

El lobo dejó la cuchara, se lamió la boca, se levantó y cogió el auricular.

–Hola, el lobo al habla –dijo.

Se calló al instante y prestó atención.

–No por favor, yo no soy ese lobo, el de los cerditos, no no, en absoluto. Ese es mi tío. ¡Por favor! ¡No soy el chillón!. Yo soy el lobo ... ejém... el de la abuela y Caperucita. Sí, como no, claro.

El lobo se calló

–No –dijo después.

–Sí, lo ha entendido bien, estimada Madre Mayor, ahora no tengo tiempo, lo siento.

El lobo apartó de pronto el auricular de su oído de tanto que gritaban al otro lado de la línea. Tapó el auricular y explicó a los demás.

Una Madre Mayor me busca desde la Capital Mayor. Estaba contándoles ahora el cuento de Caperucita y el lobo y no encontró al lobo, o sea a mí. Está muy enfadada. En información le dijeron que estoy en casa de Mamá Holle. Me exige que vuelva inmediatamente al cuento y me zampe a la abuela.

El lobo agitó la cabeza, suspiró y habló al auricular.

–Estoy completamente saciado, lo siento, hoy es imposible.

De nuevo se apartó el auricular del oído, después añadió.

–Estimada Mamá, he dicho lo que he dicho, haga el favor de entender que he ido a casa de Mamá Holle, la abuela de fama mundial que tiene el premio al guisado de calabazas . ¿Qué?, ¿Cómo? No, no me quiero zampar para nada a la Mamá Holle, ¡lo niego!, rechazo categóricamente esa acusación. ¡Por favor! Estoy comiendo el guisado de calabaza de Mamá Holle. ¡Sí!, ¡pues sí! Es ese guisado campeón del mundo. Bien, como quiera, pues monte un escándalo. ¡Quéjese!, ¡informe! Adiós.

El lobo dejó el auricular, estaba un poco pálido, de la manera en que un lobo puede estarlo. Se rascó la coronilla.

–¡Jó, vaya madre!. Todas las semanas me cuenta una vez. Ha dicho que montará un escándalo en la Capital.

–¿Por qué no le ha dicho, seño lobo, a esa respetable madre, que lea mejor el cuento de Blancanieves y los siete enanitos? –se interesó Trápiti.

–Es que mi cuento es su favorito –suspiró el lobo. Todas las tardes se lo cuenta a sus hijos desde hace años.

–¿Tiene miedo del Gran Consejo Mayor, señor lobo? –preguntó Óliver.

–No tengo miedo en absoluto. Tengo miedo de que se acabe –dijo el lobo que estaba ya sentado a la mesa y elevó con un resoplido la cuchara del guisado de calabaza campeón del mundo de Mamá Holle.

Al día siguiente los periódicos del Gran Consejo Mayor publicaban en titulares:

¡Notición! ¡Escándalo Mayor!

¡El lobo no se comió a la abuela!

¡El lobo no se comió a Caperucita!

¡El lobo cobarde ha engañado a millones de niños amantes de los cuentos!

El Reportero Mayor de la televisión del Gran Consejo Mayor obtuvo un permiso especial para viajar al cuento y en un claro del bosque, bajo un castaño de voluminoso follaje hizo una entrevista a la abuela, que tenía la moral por los suelos y a Caperucita, que estaba ofendida a más no poder.

–Estoy decepcionada –luchaba por tragarse sus lágrimas ante el micrófono la abuela– El acuerdo no decía eso. La fiera siempre nos había comido. Y ahora ¿qué?. El lobo ha cometido un gran error, señor Reportero Mayor. ¡Mire en que estado se encuentra mi pobre nietecita!

–¡No me ha comido el lobo!, ¡buaaaaá! –Caperucita pateaba de tal forma que del arbusto de frambuesas cercano empezaron a caer las frambuesas. El Reportero Mayor puso el micrófono bajo la nariz del cazador. El micrófono parecía como una raqueta de ping-pong peluda.

–Si señor reportero, en realidad yo me fui de vacaciones –explicó el cazador. Tenía en los pies unos calcetines a rayas, en su cabeza se inclinaba un sombrero con una pluma de pato, y durante la entrevista lamía un helado de al menos seis bolas.

–Pero hubiera venido para el final del cuento y hubiera salvado a todas –explicó el cazador.

–Yo, señor reportero, conozco mi trabajo. ¡No como ese gandul de lobo! –afirmó seguro de sí mismo el cazador y lanzó un mordisco al cucurucho. Crujieron bajo sus dientes los trocitos de barquillo.

Pero al lobo no le importaba lo más mínimo la indignación que había recorrido el mundo Mayor. Nunca más volvió al cuento donde debería haberse comido a la abuela. Por eso el mundo de los cuentos tuvo que buscar un nuevo lobo. Parece que el nuevo lobo Mayor tuvo que firmar en el contrato con el Gran Consejo Mayor que nunca dejaría el cuento. Que sepáis, que ya no es el lobo verdadero el que se come a Caperucita y a la abuela.

Ese es un lobo sustituto.

El lobo verdadero se mudó a la pequeña ciudad y aprendió a preparar guisados de calabaza, es verdad que ni de cerca tan buenos como los que sabe preparar Mamá Holle. El verdadero lobo tomó el nombre de Bela Lobo, consiguió un triciclo chirriante y empezó a trabajar llevando la comida todos los días a la escuela o al club de ancianos.


(Bela Lobo, Trápiti y Óliver Triste. Dibujo de György Németh para el libro)

Darvasi László: Trápiti avagy a nagy tökfőzelékháború. Magvető kiadó. Budapest, 2002

László Darvasi: Trápiti o la gran guerra del guisado de calabaza (2)

(segundo capítulo)

EMILIO DUCENTÉSIMO QUINCUAGÉSIMO TERCERO
EL GRANDIOSO

El pueblo bizurr-mizurr tuvo un ilustre rey que se hizo llamar Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso, a pesar de que fue el primer gobernante de nombre Emilio, y, encima, gobernó un único día.

Y es que tenía el rey Emilio una cabeza diminuta. Le estaba tan holgada la corona real que cuando en lugar del gorro de dormir se la ajustó a la mollera, al instante le resbaló hasta la nariz y más o menos pudo ver lo mismo que un minero cuando se le apaga la linterna en una mina.

Eligieron rey al rey Emilio incluso antes del desayuno, lo que era de por sí un acontecimiento sorprendente, y no sin ninguna razón. Sucedió que el rey anterior se fugó por la noche con la mujer del ministro de defensa, y en la carta de despedida escribió que no volvería y que por eso dejaba el trono a su sobrino Emilio, de diminuta cabeza, pero de enorme apetito. El ministro de defensa sufrió un ataque de cólera y se lanzó a abofetear a todas las armaduras que adornaban el pasillo del palacio, después de lo cual, irrumpió frotándose la mano dolorida en los aposentos del sobrino de nombre Emilio.

–¡ No se ha fugado mi esposa! –gritó.

–¿Qué no ha pasado? –se frotó los ojos Emilio, el heredero al trono.

–Tú no eres desde hoy el rey, Emilio –gruñó el ministro de defensa y lanzó un bufido.

A Emilio no hubo que decírselo dos veces. Aún antes de limpiarse las legañas de los ojos se hizo nombrar Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso y se colocó devotamente la corona en la cabeza. De inmediato el mundo se oscureció ante él. El rey Emilio se dirigió trastabillando a desayunar. No veía nada. Y no desayunó, en primer lugar por que no tenía ni idea de que había para el desayuno, y por otro porque no quería zamparse el salero en lugar del huevo duro. Habría sido realmente bochornoso para un rey recién coronado. Hasta el medio día gobernó como es debido. Promulgó varias leyes de importancia, derogó un par de las antiguas, aunque no hacía más que darle vueltas continuamente a lo bien que iba a comer. Hacia el mediodía estaba ya muy hambriento. Aunque tampoco ahora se quitó la corona de la cabeza, así que siguió sin ver nada. Y por consiguiente, se quedó nuevamente sin comer. El pobre rey Emilio se perdió también la comida, a pesar de que el cocinero mayor había preparado pato asado con albahaca y almendras acompañado de una tarta de nata y chocolate y una inmensa jarra de zumo de frambuesa.

Por la tarde continuó gobernando Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso. Aprobó nuevas leyes y derogó algunas de las viejas. Por decirlo con delicadeza, estaba un poco decepcionado, pero aún así mantuvo la corona en su cabeza.

–¿Quién no nos está tiroteando, mi rey? –gritó horrorizado el canciller y se echó al suelo boca abajo.

–¡ No es mi tripa la que gruñe! –masculló sombrío el rey Emilio.

–No está bien que no le suenen las tripas majestad –surgió el canciller a gatas de debajo de la mesa y se sacudió la ropa; es que la mujer de la limpieza del palacio precisamente estaba de vacaciones.

–No estoy en absoluto hambriento –gritó el rey Emilio.

–La cena no estará en seguida –se inclinó el canciller.

–No me alegro en absoluto de esa noticia –asintió aliviado el rey Emilio mientras se sujetaba la corona para que no se le cayera de la cabeza.

Y realmente, poco después no llamaron a la cena, lo que naturalmente quería decir que ya estaba preparada, porque si hubieran llamado, entonces no hubiera estado aún. Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso se sentó lleno de amargura en la mesa opíparamente surtida, porque todo tipo de aromas exquisitos le cosquilleaban la nariz. Sin embargo la corona permaneció en su cabeza. Así que ahora tampoco pudo ver nada. Si llegara a comerse el salero haría el ridículo. Los cortesanos gandules se troncharían de la risa y él en cambio, escupiría la sal. Quizás con un poco de suerte podría atrapar un buñuelo de mermelada. Pero ¿qué garantías tiene de que mañana no será el salero sino lo que es aún peor, el tarro de la pimienta lo que se llevará a la boca?

Y si se zampa la toalla para las manos o la servilleta, brrr.

Por supuesto, no se le pasó por la cabeza que un rey puede tranquilamente desayunar o cenar sin corona. Por desgracia, a los reyes no se les ocurre todo, incluso cuando esos reyes se creen que son los más valientes e inteligentes, y que todo se les puede ocurrir. Para entonces Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso estaba tan hambriento que no aguantó más. Del disgusto dio un tremendo golpe en la mesa.

–¡Seré eternamente el rey de los bizurr-mizurr! –gritó, se quitó la corona de la cabeza y se la puso en la mano al canciller que lanzó un gruñido de sorpresa, e inmediatamente engulló cuatro gruesos muslos de pato, dos raciones de bolas de requesón, tres de compota de manzana, cinco pastelillos de vainilla y de un sorbo se bebió tres grandes vasos de zumo de frambuesa. Después se limpió los labios, se levantó, se inclinó cortésmente y salió a del palacio.

Así llegó a su fin el glorioso reinado de Emilio Ducentésimo Quincuagésimo Tercero el Grandioso.

viernes, 27 de marzo de 2009

László Darvasi: Trápiti o la gran guerra del guisado de calabaza (1)

(dado que algunos habéis comentado vuestro interés por la literatura infantil, que yo mismo comparto, en la medida de mis posibilidades iré tratando el tema en varios post)

Laszló Darvasi, nacido en 1962 en Törökszentmiklós, es uno de los valores más destacados de la literatura húngara actual. Conocido por sus libros de relatos como Mi amor, la camarada Dumumba (Szerelmem, Dumumba elvtársnő, 1998), Conseguir a una mujer (Szerezni egy nőt, 2000), Los perros cazadores de Loyang - novelas chinas (A lojangi kutyavadászok, 2002) o La misteriosa selección mundial (A titokzatos világválogatott); también ha escrito excelentes novelas, entre las que destaca especialmente La leyenda de los saltimbanquis de lágrimas (A könnymutatványosok legendája, 1999) - de la que, por lo que parece, está en preparación su traducción al español; es una narración impregnada de realismo fantástico y ambientada en la Hungría ocupada por los turcos en los siglos XVI-XVII.

Además es autor de dos novelas infantiles: Trápiti o la gran guerra del guisado de calabaza (Trapiti avagy a nagy tökfőzelékháború, 2002), Trápiti y el conejo terrible (Trapiti és a borzasztó nyúl, 2004).

(portada del libro Trápiti o la gran guerra del guisado de calabaza, de László Darvasi. Editorial Magvető de Budapest)

La primera novela sobre Trápiti es una de las mejores novelas infantiles escritas en los últimos años en Hungría. Cuenta la historia de un duende, Trápiti, que llega a la ciudad de Villaguijarros, y como no recuerda nada de su vida anterior, se queda a vivir entre los habitantes de la pequeña ciudad - todos, por una razón u otra peculiares. La novela está escrita en pequeños capítulos con un lenguaje cuidado y musical, pero a la vez sencillo. Sus imágenes están llenas de humor, pero a la vez es una profunda reflexión sobre el mundo de los cuentos.

Esta novela fue elegida en el año 2002 como el mejor libro infantil del año en Hungría.

(capítulo primero)

HISTORIA DE VILLAGUIJARROS

Antaño, cuando ni los bigotes se atusaban, ni la cola de los perros se enroscaba, es decir, hace mucho, mucho tiempo, la tierra de Villaguijarros estaba habitada por el pueblo salvaje de los bizurr-mizurr. Aunque también es posible que el pueblo de los bizurr-mizurr no fuera tan salvaje, sino todo lo contrario, dócil y manso. Lo cierto es que este pueblo honesto tenía una gran cantidad de gatos, a saber:

gatos siameses

gatos persas

gatos vagabundos

gatos con bigotes manchados de leche

gatos con bigotes manchados de mantequilla

gatos con bigotes manchados de mermelada

gatos campeones en cazar ratones

gatos perezosos

gatos pulgosos

gatos negros

gatos a rayas

gatos aficionados a arañar,

gatos inclinados a maullar,

gatos propensos a ronronear,

gatos mudos,

gatos charlatanes.

En definitiva, que los bizurr-mizurr tenían una gran cantidad de gatos.

A los enemigos los mantenían lejos de su pequeña ciudad con una ingeniosa técnica: habían enseñado a sus gatos a maullar a coro. Así, cuando se preparaba un gran ataque contra la ciudad todos llevaban a la Plaza Mayor a sus gatos; algunos bizurr-mizurr incluso llevaban dos, en una jaula o atados con una correa; uno a rayas, el otro pulgoso y los ponían tranquilamente en fila en la Plaza Mayor. Éste fue un descubrimiento colosal. Podemos afirmarlo con toda seguridad. ¡Que intente cualquiera poner en fila a varios gatos! Ningún hijo de vecino ha sido capaz de hacerlo desde entonces. Pues sí, desde los albores de la historia de la humanidad sólo los bizurr-mizurr lo han conseguido, en Villaguijarros (que entonces aún no se llama Villaguijarros). Rabia el enemigo al pie de la muralla de la ciudad, armado con cañones y catapultas; los soldados rechinan iracundos sus dientes, patalean salvajes y ponen caras como cuando le aprietan a uno las botas de la armadura recién compradas o cuando se acaban los bocadillos del rancho, y naturalmente piensan que les van a robar a los bizurr-mizurr todo su oro, la plata y los pasteles de vainilla. El capitán de la ciudad bizurr-mizurr se quita el casco, echa un vistazo desde lo alto del muro del bastión y acto seguido da una señal a los gatos para que se pongan a maullar.

¡Al momento se arma un jaleo de padre y muy señor mío!

Durante mucho tiempo está fue una medida absolutamente eficaz. Nadie se atrevía a molestar a los antepasados de los habitantes de Villaguijarros, los bizurr-mizurr. Los enemigos pensaban que mantenían tras las murallas de la ciudad animales salvajes devoradores y monstruos zampatartas.

El pueblo bizurr-mizurr poseía además otras extrañas propiedades. Sus peculiaridades eran incontables. Por ejemplo, todo lo decían al revés.

Si los niños gritaban:

–¡Mami, no me compres un nuevo juguete!

Querían decir:

–¡ Mami, cómprame un nuevo juguete!

Y si gimoteaban:

–¡Cuánto me gusta ir a la escuela!

Esto no significaba otra cosa más que por supuesto que detestaban ir a la escuela.

O si decían:

–¡Cómo me gusta el guisado de calabazas, las espinacas y los nabos!

Esta frase nuevamente sólo significaba que por desgracia, no les gustaba ni una pizca ni el guisado de calabazas, ni las espinacas, ni los nabos, aunque todo el mundo sabe que el guisado de calabazas nos hace más inteligentes, las espinacas más fuertes y los nabos, en cambio, valientes.

–¡Por favor bajen! –gritaba el revisor bizurr-mizurr.

A lo cual todos subían al tranvía.

–¡No te quiero! –gritaba la novia al novio en una boda bizurr-mizurr.

–¡Yo tampoco te querré nunca! –gritaba el novio y se fundían en un largo beso, y desde entonces ya no eran más novio y novia sino marido y mujer.

Así hablaban, así vivían estas singulares gentes de antaño.

!Y qué extraordinarios reyes tenían!.




(Trápiti y Óliver Triste. Ilustración de György Németh para el primer libro de Trápiti)

Se busca primer ministro

Pues sí, creía que mi siguiente post de tema político sería sobre el nuevo primer ministro húngaro, pero no ... no me resisto a escribir un poco sobre la, por el momento, infructuosa búsqueda de primer ministro, de seguir la cosa así, no me extrañaría que pusieran un anuncio en la sección de empleo de algún periódico.

El problema es que el nuevo primer ministro va a tener que aplicar un programa restrictivo brutal para poder hacer frente a la crisis, y es difícil encontrar a alguien que contente a la mayoría del parlamento y que además esté dispuesto a comerse el marrón, como se dice habitualmente. Algunas de las medidas a aplicar son obligaciones impuestas por el FMI por la ayuda económica a Hungría, o sea que hay poco de discutir sobre ellas.

La mayoría de los candidatos simplemente han rechazado la posibilidad de ser primer ministro, uno de ellos ha llegado a decir que "una persona normal no puede aceptar el puesto"; y unos pocos que han aceptado, han sido rechazados por socialistas y/o liberales (que son los que se están poniendo de acuerdo en el asunto). El candidato perfecto para ambos, György Surányi, expresidente del Banco Nacional Húngaro y profesor universitario puso una condición completamente imposible: que todos los partidos le apoyaran. Imposible, porque el principal partido de oposición lleva pidiendo desde hace meses, infructuosamente, elecciones anticipadas, y en cualquier caso, su candidato es el líder del partido y antiguo primer ministro Viktor Orbán. Cada vez son más los que apoyan la convocatoria de elecciones anticipadas, entre ellos el presidente del país y el centro-derecha (MDF), que en un principio colaboró en la búsqueda de un candidato. Según las encuestas también es la opción que apoya la mayoría de la población.

El último candidato, János Takács, originario de Transilvania, habla rumano y además tiene doble nacionalidad rumana y húngara. Desde el punto de vista de las relaciones con Rumanía habría sido un candidato interesante, pero a los liberales no les ha parecido un candidato convincente, así que lo han rechazado. Además había ciertas dudas de en qué medida la constitución permite a alguien con doble nacionalidad ser primer ministro.

En el momento de escribir este artículo, los liberales han propuesto a Lajos Bokros, candidato del centro-derecha, que inicialmente había sido rechazado por ellos mismos. Parece que es casi una medida desesperada para evitar las elecciones anticipadas. En cualquier caso Bokros no parece un candidato aceptable por los socialistas, que desde el principio lo han rechazado (en este caso lo bueno del caso es que Bokros se ofrece como primer ministro, no va a rechazar el puesto, a no ser que le pongan alguna condición). Y eso sin contar que Bokros tampoco es aceptable para gran parte de la población húngara, a la que casi le salen salpullidos al recordar su programa de estabilización de la economía húngara de los 90. József Karsai, un dirigente socialista algo díscolo opina de Bokros que "es una bomba de neutrones" ya que "las infraestructuras permanecen, el pueblo desaparece" (!). Aunque Bokros es el favorito de muchos expertos.


Mientras, la gente ha empezado a tomarse a broma el asunto, qué remedio queda, algún candidato individual ya ha iniciado una campaña por internet (un vídeo casero es el punto de partida). Y a través de las ondas circula este sms:

"Estimado Sr./Sra. Por la presente me gustaría pedirle que ocupe usted el puesto de primer ministro de Hungría. Si no desea aprovechar tan digno honor, ruego, mándele este mensaje a un conocido. Ferenc Gyurcsány, actual primer ministro."

Finalmente se me ocurre una última cosa: ¿y por qué no proponen los socialistas al líder de la oposición, Viktor Orbán? seguro que aceptaría el puesto.

domingo, 22 de marzo de 2009

Anuncia su dimisión el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsány

Ha sido sin duda la noticia bomba del sábado en Hungría y ha pillado desprevenidos a propios y extraños. Ferenc Gyurcsány ha declarado en el Congreso del Partido Socialista que en dos semanas dejará su puesto de primer ministro. Además ha solicitado al partido que en ese tiempo inicie conversaciones con la oposición y encuentre un nuevo candidato.


El parlamento húngaro (dibujo de 1900). Foto: wikipedia

Sin embargo Gyurcsány dejará bien atadas las cosas. Seguirá siendo líder del Partido Socialista, con lo cuál su opinión sobre el nuevo candidato a primer ministro contará y mucho. Además ha dejado marcado el camino ha seguir para su destitución y evitar así la posibilidad de elecciones anticipadas. Será destituido por una moción de confianza constructiva. Con esto consigue que sea una sola votación en el parlamento la que decida sobre su marcha y sobre un nuevo presidente y obliga al entendimiento con algunos partidos de la oposición. En caso contrario podría suceder que la moción fracasara, con lo cual tendría la opción de volver a formar gobierno.

Ferenc Gyurcsány, primer ministro húngaro, por el momento. Foto: wikipedia.


Desde las filas del SZDSZ (los liberales), tradicionales aliados, se ha aplaudido la decisión. La mayoría de los expertos piensa que los liberales estarán seguramente representados en el nuevo gobierno. Sin embargo hay algunas diferencias de ideas sobre como solucionar la crisis entre ellos y los socialistas: los liberales son partidarios de aplicar una terapia de choque que podría tener efectos sociales graves a corto plazo, mientras que los socialistas no son tan partidarios de tomar medidas tan radicales. No parece muy probable que los liberales apoyen a un candidato socialista, ni que los socialistas apoyen a un candidato liberal, sin embargo sería aceptable para ambos un experto independiente.

El otro pequeño partido del parlamento, el MDF (Foro Demócrata Húngaro) podría también incluirse en la coalición aunque por el momento su líder Ibolya Dávid parece apoyar la unión de la oposición y la creación de un gobierno sin socialistas. Se da el caso de que el candidato a las elecciones europeas por el MDF es un economista independiente, Lajos Bokros, padre del programa "Bokros", una terapia de choque que saneó la economía húngara (con un precio social bastante alto). La medida ha encontrado fuerte oposición en el seno del MDF, pero ahora las cosas podrían cambiar. En cualquier caso Bokros se ha apresurado a declarar que está dispuesto a aceptar el cargo de primer ministro de un gobierno de expertos para manejar la fuerte crisis económica que sufre el país. Pero rápidamente los socialistas han dejado claro que no apoyan a Bokros, que por cierto, es el político más impopular desde la caída del comunismo.

Lajos Bokros. Ministro de Finanzas en el gobierno Horn (1995-96). Foto wikipedia.

En cuanto al principal partido de oposición, Fidesz, no está dispuesto a negociar con los socialistas. Llevan ya tiempo pidiendo elecciones anticipadas, y ahora ven el momento de realizarlas. El lunes el Fidesz va a presentar una moción en el parlamento para solicitarlas, pero es bastante probable que no salga adelante ya que necesita el apoyo de otros partidos. En cualquier caso, se habla de la posibilidad de elecciones en julio.

Viktor Orbán (Fidesz), líder de la oposición, primer ministro entre 1998-2002. Foto: wikipedia

Algunos afirman que la dimisión es una estrategia muy elaborada por parte de Gyurcsány para sobrevivir políticamente. En primer lugar ha conseguido así ser reelegido presidente del partido socialista, puesto que posiblemente hubiera perdido este puesto si, como primer ministro, su partido sufre el descalabro previsible en las elecciones europeas. Con este paso, tiene incluso la posibilidad abierta de volver a jugar un papel decisivo en la política. En segundo lugar no se asociará a su nombre la previsible dura terapia de choque que le espera al país. Y, por otro lado, se ha comprometido a colaborar en la búsqueda de un sustituto, así que su opinión pesará y mucho. En realidad, la mayoría de los expertos afirman que su posición va a salir fortalecida. Por lo demás pone a la oposición del Fidesz, que hasta ahora se encontraba en la cómoda situación de espera mientras sube su popularidad y baja la de su oponente, en una posición comprometida, sobre todo si finalmente el supuesto gobierno de expertos consigue el apoyo del resto de los partidos. Si el Fidesz no apoya la moción de confianza esta podría fracasar con lo que Gyurcsány podría permanecer en el poder, pero si la apoya, estará dando su apoyo a un gobierno que va a aplicar medidas antisociales contrarias a su programa, que le pueden hacer perder mucho apoyo popular.

Por último, algo a tener en cuenta es que si ahora todo se decido en las altas esferas, puede aumentar el foso existente entre la población y su clase política. Y probablemente los beneficiados vayan a ser los grupos políticos más radicales extraparlementarios que consigan aparecer como verdaderos portavoces de la voluntad popular, frente a un parlamento completamente desprestigiado.

Elecciones presidenciales en Eslovaquia

Ayer sábado, 21 de marzo, como se indicó anteriormente (aquí) se celebraron elecciones presidenciales en Eslovaquia. Los resultado han sido una relativa sorpresa, ya que la oposición ha salido reforzada, a pesar de que el más votado ha sido el actual presidente y candidado apoyado por el gobierno Ivan Gašparovič, sin embargo su victoria ha sido más estrecha de lo esperado y además no ha podido conseguir el porcentaje suficiente para evitar una segunda vuelta (la mayoría de las encuestas auguraban la posibilidad de que no fuera necesaria). Eso junto al elevado porcentaje de abstención (una participacion apenas de un 43,63 %, menor de lo esperado...alguna encuesta excesivamente optimista hablaba de hasta un 60% de participación), son los acontecimientos más destacados de la jornada.

Bandera presidencial eslovaca. Fuente: wikipedia eslovaca


Los resultados:

1. Ivan Gašparovič (actual presidente y candidato apoyado por dos de los tres partidos del gobierno: Sme -populistas, socialdemócratas- y SNS - ultranacionalistas): 46,71%

Ivan Gašparovič, actual presidente de Eslovaquia (foto: wikipedia eslovaca)

2. Iveta Radičová (apoyada por la oposición: diversos partidos democristianos o liberales - SDKÚ, KDH, los húngaros del MKP): 38,05%

3. František Mikloško (candidatos conservador, apoyado por el KDS): 5,41 %

4. Zuzana Martináková (liberal, Foro Libre): 5,12 %

5. Milan Melník (apoyado por el otro partido del gobierno, la derecha nacionalista, más o menos moderada, del ĽD-HZDS, de Vladimír Mečiar): 2,45%

6. Dagmar Bollová (comunista, independiente): 1,16 %

7. Milan Sidor (comunista, KSS - Partido Comunista de Eslovaquia): 1,11 %

Una curiosidad: todos los candidatos excepto Gašparovič han conseguido más votos de lo que predecían la mayoría de las encuestas. Parece que la fuerte abstención le ha pasado factura principalmente a él.

Como suele suceder en estos casos los dos candidatos se han celebrado "su victoria". Gašparovič afirma que ha sucedido lo que todo el mundo esperaba: que iba a ganar él. Por otro lado está convencido de que lo hará también en la segunda vuelta. Radičová está satisfecha con su, digamos, "dulce derrota" ya que todos esperaban que fuera mayor, ella misma suponía una victoria de su oponente 55%-30%, pero con los resultados conseguidos sus posibilidades de ganar en la segunda vuelta, donde solo estarán los dos candidatos más votados, aumentan extraordinariamente.

En cuanto a la distribución geográfica del voto, hay algunos datos interesantes. El país está divido en 8 regiones o kraj. A su vez cada una de las regiones tiene varias provincias o distritos , okres. Gašparovič ha ganado en cinco regiones, Radičová en tres, pero ha sido especialmente destacable su victoria en la capital Bratislava:

Regiones (kraj) de Eslovaquia. Foto: Wikipedia eslovaca

- Bratislava: en la región de la capital el candidato más votado con diferencia ha sido Radičová: 52,6%. Gašparovič ha conseguido solo un 33,21%. En el distrito de la ciudad de Bratislava (no la región), el resultado ha sido todavia mejor para Radičová (54,92% frente al 30,31% de Gašparovič).

- Košice: en esta región oriental ambos candidatos han conseguido resultados similares: 42,26 % para Radičová, 41,97 % para Gašparovič. Sin embargo en el distrito de la capital de la región, Košice, la segunda ciudad más importante del país, Radičová ha sido mucho más votada: 51,9% frente al 31,56% de Gašparovič.

- En las regiones del norte, tradicionalmente nacionalistas, Gašparovič ha conseguido más del 50% de los votos: Trenčín (57,23% frente al 26,17% de Radičová), Žilina (56,69% frente al 25,72%).

- En la región meridional central de Banská Bystrica, Gašparovič ha conseguido más de la mitad de los votos emitidos: 51,09%. Sin embargo en la capital de la región, la ciudad de Banská Bystrica, la tercera más grande del país, ha ganado Radičová con el 42,8% de los votos, frente al 42,3% del presidente actual.

- En las provincias del sur con mayoría húngara Radičová ha conseguido la victoria con facilidad. En Dunajská Streda - Dunaszerdahely (la población húngara es el 80% de la población de la ciudad, en la provincia posíblemente es todavía mayor el porcentaje de húngaros, pero no he encontrado el dato), Radičová ha conseguido el 89% de los votos, mientras que Gašparovič apenas un 6,26%. Algo lógico y nada sorprendente teniendo en cuenta que Gašparovič se ha ganado a pulso la enemistad del los húngaros. En Komárno - Komárom (69,23% de población húngara) Radičová ha conseguido el 78,65%, Gašparovič apenas el 15,52%. En el distrito de Štúrovo - Párkány (en la ciudad hay un 68,74% de húngaros, pero en el distrito el porcentaje es mayor) Radičová ha conseguido el 84,53% de los votos, mientras que Gašparovič, apenas un 10,62%.

- Por lo demás es de destacar que en las provincias nororientales del país, las más pobres, el comunista Karol Sidor ha conseguido un porcentaje mucho mayor que en el resto del país (por ejemplo en Stropkov un 7%). En estas regiones Gašparovič ha sido, con mucho, el más votado.

Gašparovič ha ganado en muchas más provincias que Radičová, sin embargo ha perdido en centros importantes, sobre todo en las grandes ciudades y en la mayoría de las provincias del sur de población húngara.

Ahora comienza el baile para la segunda vuelta, a celebrar en dos semanas. Por el momento los expertos no se ponen de acuerdo en quién tiene más opciones. Si Radičová consigue el apoyo de los otros candidatos (algo posible aunque por el momento ellos lo han negado), sus opciones para ser presidenta serían grandes. Pero otros piensan que los partidarios de Gašparovič se movilizaran para evitar la abstención. Un dato a tener en cuenta es que Gašparovič depende del apoyo del gobierno de Fico; Robert Fico (el primer ministro) es con mucho el político más popular del país. En la mediad en que éste haga abiertamente un llamamiento por el voto a Gašparovič, sus opciones aumentarán, pero si la actitud de Fico es más pasiva, la cosa cambiaría (por el momento Fico ha mostrado su apoyo).

Mapa con la distribución geográfica de los votos para las tres elecciones presidenciales.

viernes, 20 de marzo de 2009

László Réber, ilustrador



A pesar de tener numerosos premios nacionales e internacionales, probablemente incluso en Hungría pocos conocen su nombre, y no digamos en el extranjero. Sin embargo la gran mayoría de los húngaros conocen y admiran su obra (aún sin saber quién es el autor). La literatura húngara infantil es simplemente una maravilla, hay gran cantidad de escritores interesantes y libros que son pequeñas joyas. Y los libros no sólo destacan por su calidad literaria sino también por el tradicional cuidado que hay en su edición. Aunque esto no es algo solo característico de Hungría, también es (o era) general en Europa Central y Oriental, basta con echar un vistazo por ejemplo a la literatura infantil rusa o eslovaca (por poner los ejemplos que mejor conozco).



(Ilustración de Réber para el libro Ya soy colegial -Már iskolás vagyok- de Éva Janikovszky)

László Réber fue quizás el ilustrador más original y destacado de libros infantiles en Hungría. Nació en 1920 en y murió en el 2001. Fue autodidacta, tras la segunda guerra mundial permaneció durante un tiempo en un campo de prisioneros en la URSS donde aprendió el arte del dibujo y a su vuelta empezó a trabajar de caricaturista y dibujante. Preparó carteles y varias películas de dibujos animados y entre 1953 y 1959 trabajó en la revista satírica Matyi Ludas.


El nombre de Réber está unido especialmente al de Ervin Lázár y de Éva Janikovszky, dos de los pesos pesados de la literatura infantil húngara de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI (se hablará de ellos aquí en otra ocasión). Réber fue capaz de crear una atmósfera única y desarrollar un lenguaje visual totalmente armónico con el contenido de los libros que ilustraba. Esto es especialmente evidente en las obras de Ervin Lázár, que surgen de un mundo propio, ajeno al mundo conceptual de los adultos y que están escritas en un lenguaje especial, absurdo y rítmico y sin embargo comprensible para los niños. Para muchos húngaros es imposible pensar en los libros de Lázár o Janikovszky sin las ilustraciones de Réber.

(El pequeño y los leones, de Ervin Lázár. Editorial Osiris)


("Había una vez un príncipe". Editorial Móra)



(Ilustración del libro "A quien ha salido este niño" - Kire ütött ez a gyerek, de Éva Janikovszky. Editorial Móra)

(El Hada de Siete Cabezas, de Ervin Lázár. Editorial Osiris)

Las diez palabras más bellas

(Texto del escritor húngaro Dezső Kosztolányi)

Una revista francesa ha lanzado a sus glorias literarias la pregunta cándida y atractiva de cuáles son las diez palabras más bonitas. No se puede responder a algo así seriamente. Es como si nos preguntaran cuál es el sonido más bello del piano. Todo depende de los enlaces de sonidos y de nuestro estado de humor momentáneo. Pero si tomamos la pregunta como un juego, podemos jugar a responderla. Esto hizo Paul Valéry, que se quedó con las diez palabras siguientes:
- Pure, jour, or, lac, pic, seul, onde, feuille, mouille, flûte.
Este racimo de palabras suena así en húngaro:
- Tiszta, nap, arany, tó, hegyfok, egyedül, hullám, levél, csermely, fuvola
(puro, día, oro, lago, pico, solo, ola, hoja, arroyuelo, flauta)

Sin embargo, en la medida en que el poeta no solo ha tenido en cuenta el significado de las palabras sino evidentemente su forma musical, una posible traducción exacta y fiel a su sonido podría ser:
- Ür, ur, szór, csak, csik, föl, mondd, főjj, múlj, süt
(universo, señor, disemina, solo, raya, arriba, di, cuece, pasa - transcurre, brilla - fríe)

Estas dos listas son bastante instructivas y merece la pena reflexionar un poco sobre ellas. ¿Qué podemos ver?

Antes que nada que la propia resonancia de las diez palabras es como si fuera la de un poema. Parece que el poeta es incapaz de negarse a sí mismo incluso cuando está componiendo un diccionario. Allí también está presente la poesía de Paul Valéry, el espíritu oscilante de sencillez y pureza.

La primera traducción, de acuerdo con el sentido, no suena mal a nuestro oído, pero hay que reconocer que la sucesión de sonidos no nos maravilla tanto como al poeta francés. Es natural. Toda lengua es un instrumento especial. La distribución y el número de sonidos es diferente en el francés que en el húngaro. Por otro lado, da igual que se resalte la musicalidad y la no motivación de la poesía, es evidente, incluso en el caso de Paul Valéry que ha elegido palabras melodiosas que también son por su significado elevadas y agradables y cuyo contenido conceptual está relacionado íntimamente con su sonido, y esto es más decisivo incluso que su sonido. Una palabra no puede vivir separada del concepto que cubre. Si alguien no sabe húngaro puede pensar que la palabra disznó (cerdo) es maravillosa y etérea y puede imaginar que transmite magia, hasta que entere de que la palabra disznó significa solo cerdo.

Un nuevo mundo comienza en el umbral de toda lengua, un nuevo imperio de la belleza, con nueves leyes de la razón y los sentimientos. ¿Cuáles son por lo tanto las diez palabras más bellas del húngaro? Contesto con el conocimiento de que mi respuesta es por completo arbitraria y me caracteriza tanto a mí como a nuestra lengua:

- Láng, gyöngy, anya, ősz, szűz, kard, csók, vér, szív, sír.
(llama, perla , madre, otoño, virgen, espada, beso, sangre, corazón, llora - tumba)
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Dezső Kosztolányi (1885-1936) Escritor húngaro, poeta y novelista nacido en Szabadka (nombre oficial actual: Subotica, perteneciente a Serbia). Uno de los mejores estilistas en lengua húngara del siglo XX. Miembro destacado de la primera generación de la revista Nyugat (occidente), fundamental en la literatura húngara. Destacó tanto en poesía (Árboles de la calle Üllői - Üllői úti fák, 1906; Quejas de los niños pobres - Szegény gyermekek panaszai, 1910) como en narrativa (Anna la dulce - Édes Anna, Alondra- Pacsirta, Kornél Esti, un héroe de su tiempo - Esti Kornél). Las tres obras mencionadas, además de alguna otra están traducidas al español. Además también tradujo y escribió ensayos, como por ejemplo Lengua y Alma (Nyelv és Lélek) del que procede el texto publicado aquí.

(tumba del escritor en el cementerio de Kerepesi en Budapest. Fuente: wikipedia)
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En relación con el tema, a todos los estudiantes de húngaro nos suelen preguntar en algún momento u otro cuáles son en nuestra opinión las palabras más bonitas del húngaro. Respuestas hay para todos los gustos. A un amigo árabe le encantaba la palabra játék (juego, juguete) y decía que sólo por ella merecía la pena estudiar húngaro. Una palabra que aparece mucho cuando se habla de este tema es cipőfüző (cordón de zapatos), parece que es la favorita para los extranjeros. Teniendo en cuenta lo escrito por Kosztolányi, yo elijo las siguientes:

- szivárvány, csönd, éj, víz, könny, hó, hajó, város, pillangó, csermely

(arco iris, silencio, noche, agua, lágrima, nieve, barco, ciudad, mariposa, arroyuelo)

pero claro está podría haber elegido otras muy diferentes.

jueves, 19 de marzo de 2009

Encuestas desde Hungría

La revista HVG suele publicar periódicamente encuestas en las que se reflejan la opinión de los húngaros sobre la situación actual del país y sobre sus políticos. Algunos de los resultados de la última, publicada ayer en su pagina web:

- En su opinión las cosas en el país van ¿bien o mal?: El 91% de los encuestados (!!!) opina que van mal, frente al 6% que afirman que van bien. Hasta ahora el récord, antes del gobierno actual, estaba en el 80% que se alcanzó en la época del "programa de Bokros" (un intento exitoso de estabilizar la economía a cambio de reducir al mínimo las prestaciones sociales). Claro que el gobierno actual (del Partido Socialista) lo ha batido ya en varias ocasiones.

- Sobre preferencias políticas: El 43% de los encuestados apoyan a la oposición del Fidesz, mientras que el 16% (!) al gobierno socialista. Otros partidos: MDF (Foro Demócrata Húngaro, el partido que formó el primer gobierno tras la caída del comunismo): 3%; la extrema derecha (Jobbik) 3%; liberales (SzDSz): 2%

Si en vez de fijarnos en los datos respecto al total de encuestados lo hacemos con respecto a los encuestados con derecho a voto la diferencia entre Fidesz y los socialistas es todavía mayor: 62% - 26%. Y aún más si atendemos solo a los que afirman que su voto es seguro: 66% para Fidesz - 23% socialistas. (En este caso los partidarios de la extrema derecha llegan al 4%).

Con estos resultados en el parlamento solo entrarían dos partidos el Fidesz (que ganaría de calle las elecciones, aunque eso lo sabe todo el mundo sin necesidad de encuestas) y el Partido Socialista.

- Sobre la posibilidad de elecciones anticipadas: el 48% de los encuestados está de acuerdo en celebrarlas, un 20% preferiría un gobierno de expertos y apenas un 18% piensa que debe permanecer el gobierno actual. Además un 6% pide un nuevo primer ministro, pero que sea elegido por los socialistas y liberales (socios tradicionales en el gobierno).

- El tradicional barómetro de popularidad de los políticos: la valoración de los políticos empeora excepto en un caso: Tibor Navracsics, jefe del grupo parlamentario del Fidesz. El político más popular es el presidente László Sólyom, seguido del líder de la oposición Viktor Orbán, los otros tres políticos más populares son también miembros del Fidesz: Zoltán Pokorni, Lajos Kósa y Mihály Varga. Le sigue en el sexto puesto de popularidad la socialista Katalin Szili, luego el mencionado Navaracsics y en el noveno puesto Ibolya Dávid (líder del MDF, que ha bajado bastante en popularidad, además ha sido protagonista de una gran polémica desde que ha apoyado la vuelta a la política de Lajos Bokros, mencionado anteriormente, partidario de una terapia brutal de choque para acabar con la crisis, y eso a pesar de que en su propio partido muchos están en contra, a consecuencia de eso ha habido varios disidentes y ha perdido el grupo parlamentario; pero la encuesta fue realizada antes). Y finalmente en el décimo puesto está la ministra de asuntos exteriores Kinga Göncz.

La lista se hace contando a los 25 políticos más populares del país, al final de la lista se encuentran la mayoría de los ministros del gobierno, incluyendo el primer ministro Ferenc Gyurcsány (el octavo por la cola), y varios políticos liberales, entre ellos el eterno alcalde de Budapest Gábor Demszky (el séptimo desde atrás). El más impopular es otro político liberal: János Kóka, presidente de la fracción parlamentaria del SzDSz, ya impopular cuando era ministro en el gobierno de coalición socialista-liberal (primero transporte, luego economía), y que lo es aún más desde que los liberales han pasado a la oposición (fue elegido presidente del partido pero hubo un escándalo por las irregularidades en las elecciones internas, hubo que repetirlas y allí perdió frente a Gábor Fodor).

Nunca desde la caída del comunismo, la popularidad de un primer ministro había sido tan baja como la actual.

La encuesta fue realizada entre el 6 y el 10 de marzo entre 1200 personas.

Fuentes: Index, HVG, Népszabadság

lunes, 16 de marzo de 2009

El Parque de las Estatuas


En las afueras de Budapest se encuentra el denominado Parque de las Estatuas, Szoborpark o también Memento Park. Es el lugar donde, tras la caída del régimen comunista, llevaron muchos de los monumentos y estatuas que anteriormente estaban presentes en las calles de Budapest. Fue construido entre 1992 y 1993 según los planos del arquitecto Ákos Eleőd. En total pueden verse 42 grandes estatuas de personalidades comunistas importantes, tanto húngaras como internacionales (Lenin, Marx, Engels, Béla Kun, Ferenc Münnich, Georgi Dimitrov), de temas históricos (por ejemplo hay un monumento dedicado a los brigadistas húngaros que participaron en la Guerra Civil Española, o a la liberación de Hungría tras la Segunda Guerra Mundial por los soviéticos) y también de temas recurrentes en la simbología comunista (panteón obrero, amistad húngaro-soviética, etc).

Algunas de las obras expuestas son excepcionales y es verdaderamente una pena que no se pueda disfrutar de ellas en las calles, aunque quizás por otro lado, es una buena idea que estén todas reunidas, se evita así que sean atacadas por extremistas como sucede en otros casos.

Una pequeña muestra de las obras expuestas:

1. Justo en la entrada se encuentra el monumento a Marx y Engels construído por György Segesdi en 1971.



2. Lenin (1965) de Pál Patzay

3. Soldado soviético libertador (1947), de Zsigmond Kisfaludy Stróbl.

4. Monumento al movimiento obrero (1976), de István Kiss


5. Monumento a Béla Kun (1986) de Imre Varga

En mi opinión es uno de los monumentos más originales. El escultor Imre Varga (1923) es quizás la figura más destaca de la escultura húngara del siglo XX. Durante la época comunista fue practicamente el escultor oficial del régimen, y después de la caída del comunismo ha sabido mantener su posición. Es fácil de encontrar en Budapest o en otras ciudades húngaras algunas de sus obras.
El monumento se refiere al líder de la República Húngara de los Consejos (también conocida como República Soviética Húngara, véase el artículo sobre ella aquí).

6. Monumento a los combatientes húngaros de las Brigadas Internacionales (1968), de Aganenmom Makrisz.


Unas 40 mil personas visitan el parque cada año. Es un sitio muy recomendable para todos los que viajen a Budapest. Por otro lado, la tienda del museo también es bastante interesante, por lo menos para los que les guste este tipo de cosas: destaca especialmente su colección de carteles de la época y también tiene música, camisetas y otros productos.

- Información práctica: el principal inconveniente del museo es que está en las afueras de Budapest (está en la esquina de la calle Szabadka y la avenida Balaton, en el distrito XXII). Hay un autobús directo desde una de las plazas centrales de Budapest (Plaza Deák), pero es la solución más cara. Si a uno no le importa viajar en trasporte público, ni hacer transbordo, lo mejor es coger el autobús 150 desde la plaza Kosztolányi, que deja en la puerta del museo. Llegar a la plaza Kosztolányi es fácil, el tranvía 49 lleva desde el centro (Plaza Deák, Astoria, Plaza Kalvin o el monte Gellért), pero también hay varias lineas de autobuses (por ejemplo el 7 y el 7E que pasan por la estación de Keleti, plaza Blaha Lujza, Astoria o la plaza Ferenciek).

En cualquier caso hay información detallada en la página del museo: www.mementopark.hu (también disponible en inglés).

Fuentes: toda la información, así como las fotos son de la página del museo: www.mementopark.hu