martes, 23 de marzo de 2010

Béla Uitz y el Activismo. Arte y revolución.

(Detalle de la Catedral de San Basilio en Moscú 1921, cuadro de Béla Uitz. Fuente:http://www.hung-art.hu)

Hace unas cuantas entradas se habló de la literatura húngara de Eslovaquia y se mencionó a escritores de izquierdas, vinculados a la comuna húngara que tras su caída tuvieron que huir de Hungría y vivieron en Eslovaquia durante un tiempo. Fue solo un grupo el que eligió Eslovaquia como destino temporal. Muchos fueron a otros países, y naturalmente no solo había escritores, a fin de cuentas la lista de personalidades destacadas de la cultura húngara que tuvieron que exiliarse del país por su apoyo a la comuna húngara fue muy extensa, baste mencionar a György Lukács o a Béla Bartók. Muchos acabaron finalmente en la URSS y solo volvieron a Hungría tras la Segunda Guerra Mundial, algunos incluso más tarde. Uno de los que vivió de exilio en exilio hasta acabar en la URSS fue el pintor Béla Uitz (1887-1972), una de las cumbres del activismo húngaro (junto a Kassák y a Kmetty), que había dirigido durante la comuna húngara el Taller Proletario. Uitz vivió en la emigración en Viena, luego en Moscú, después de nuevo en Viena, París y desde 1926 se instaló definitivamente en Moscú. En la URSS realizó importantes obras (trabajó en Moscú, en el Palacio de los Soviets, en Kirguistán y en otros lugares). Ya en 1930 el gobierno soviético lo condecoró por su actividad artística. Aunque en estuvo en varias ocasiones en Hungría, tras la Segunda Guerra Mundial, solo se instaló en el país definitivamente en 1970.

(Ikonoanálisis, 1922. Fuente: http://www.hung-art.hu)


(Calle de Moscú, 1921. Fuente: http://www.kieselbach.hu)

(Una de las obras más conocidas de Uitz, durante la República de los Consejos Húngara. "!Adelante soldados rojos!". Fuente: http://mek.niif.hu)

En su época de formación como pintor destaca la influencia de Lajos Kassák sobre él, así como la de Picasso, Cezánne, Goya y el grupo pictórico de los Ocho (grupo que agrupaba a los primeros pintores húngaros vanguardistas). Uitz colaboró habitualmente en las revistas de Kassák. En ellas se publicaban sus dibujos y bocetos, de carácter expresionista, y también sus escritos. Con la llegada de la comuna húngara, la República de los Consejos, Uitz colaboró en actividades políticas, llegando a ser miembro del Directorio Artístico de la Comuna. Pintó numerosos murales que deberían haber sido expuestos en el Parlamento (por ejemplo "Pescadores") y carteles, cuya imagen está vinculada totalmente con la época de la comuna (todavía hoy). Uno de los más destacados es el que aparece sobre estas líneas. Cuando la comuna cayó fue detenido y encarcelado. Luego, en 1920 pudo marcharse de Hungría. Continuó su actividad artística en Viena y en Moscú y retomó también la política. En 1921 tomó parte en el Tercer Congreso de la Internacional Comunista en Moscú (Komitern) e ingresó en el Partido Húngaro de los Comunistas. Luego trabajó en Francia, donde pintó numerosas obras, muchas de ellas a petición del Partido Comunista Francés, y publicó numerosos artículos. En 1926, a través de Lunacharski, comisario de Instrucción Pública de la URSS, a quien conocía desde su trabajo en la Komitern, solicitó la nacionalidad soviética y luego se instaló definitivamente en la URSS, donde trabajó como profesor de pintura en las nuevas escuelas soviéticas del tipo Vjutein (escuelas de arte y técnicas creadas en 1920 por iniciativa de Lenin y que era el centro de la vanguardia pictórica soviética). Mientras, siguió con su trabajo creador. En 1936 marchó al Kirguistán para trabajar en el Palacio de la Gobernación de Frunze (actual Bishkek, la capital del país). En 1938 fue encarcelado, pero quedó en libertad al poco tiempo y volvió a Moscú ese mismo año y trabajó en la decoración del Palacio de los Soviets. Tras la Guerra Mundial permaneció en la URSS, aunque visitó en varias ocasiones Hungría. Después del éxito que tuvo una exposición sobre su obra en Hungría, regresó definitivamente a su país natal (aunque, por cierto, nació en un pueblo del Banato, cerca de Timisoara-Temesvár, en la actual Rumanía).

(Pescadores, 1919. Fuente: http://www.terminartors.com)

(Factoría, 1918. Fuente: http://www.terminartors.com)

(Mujer sentada vista de lado -acuarela-. 1918. Fuente: http://www.hung-art.hu)

(Batalla, 1922. Fuente:http://www.terminartors.com)

Uitz es una de las figuras del activismo, un estilo literario y pictórico desarrollado sobre todo en Europa Central y Oriental, que pretende el cambio de la sociedad, la actividad pictórica como forma de cambiar la realidad, como reacción a los acontecimientos diarios. En Hungría destacan además de Uitz, Lajos Kassák, János Kmetty (del que hay una entrada aquí en Crónicas húngaras), Sándor Bortnyik, János Macza, Lajos Tihanyi y otros. Surge a comienzos del siglo XX, dentro de las tendencias de vanguardia, en concreto del expresionismo (en muchos lugares se los considera simplemente expresionistas). El nombre viene por la revista berlinesa Die Aktion. En Hungría se empieza a extender desde 1915 gracias a las revistas de Kassák, "La Acción" (A Tett) - que tomaba como modelo a "Die Aktion"- y "Hoy" (Ma) - después de la prohibición de la anterior. La mayoría de los autores que colaboraban con estas revistas tuvieron que huir de Hungría por su colaboración con el gobierno comunista de Béla Kun. Se considera que eso supuso el fin de la vanguardia en Hungría, aunque muchos de estos autores, como el citado Uitz continuó su obra en el extranjero (y de hecho la revista "Hoy" de Kassák, publicada ahora desde Viena se convirtió entonces en un referente para la vanguardia internacional).

La Galería Virtual Húngara tiene varias obras de Uitz e información sobre su vida, así como sobre el Activismo y otros movimientos y pintores de la época.

Fuentes: Némes Lampérth József: Aktok, Képzőművész Magyarországon, Magyar Életrajzi Lexikon, wikipedia

sábado, 20 de marzo de 2010

La ley sobre la simbología nacional eslovaca

El dos de marzo de este año el parlamento eslovaco aprobó la nueva ley sobre la simbología nacional eslovaca, conocida oficialmente con el nombre de "ley patriótica". La ley es un proyecto del Partido Nacional Eslovaco (SNS, Slovenská Národná Strana), de extrema derecha, dirigido por el hungarófobo Ján Slota, y que es socio de gobierno de Robert Fico (ojo, que Fico y su partido Smer pertenecen al grupo socialista europeo y se hace llamar "de izquierdas") y fue propuesta por el ministro de cultura Ján Mikolaj, miembro del SNS. 77 diputados de los 122 presentes votaron a favor (eran necesarios 76), eran sobre todo los de los tres partidos gubernamentales (el SNS, los socialdemócratas de Smer y el Movimiento por una Eslovaquia Democrática- HZDS de Vladimír Mečiar). La variante de la ley aprobada en el parlamento era un poco "light" en comparación con la versión original del SNS, en la que se incluía la obligatoriedad de jurar por el estado eslovaco como condición para recibir el primer carné de identidad. Los puntos principales de la ley aprobada se refieren a los centros de enseñanza, en cuyas clases será obligatoria la presencia de los símbolos nacionales eslovacos, el escudo, la bandera, el himno y el texto introductorio de la constitución, además será obligatorio también que los alumnos escuchen el himno nacional el primer día de clases de la semana. En caso de que el presidente diera el visto bueno y firmara la ley, esta entraría en vigor desde el 1 de abril.

(Slota -SNS, el presidente Gašparovič, el primer ministro Fico- Smer. Foto: Vladímir Šimíček para Sme)

El proyecto ha levantado bastante polémica, no solo entre las minorías húngaras sino también en círculos eslovacos. Por ejemplo la Asociación de Escritores de Eslovaquia ha protestado y ha pedido al presidente Gašparovič que no la firme. El 9 de marzo tuvo lugar una manifestación de protesta en Bratislava, en la que participaron sobre todo jóvenes estudiantes. 15 diputados locales de la ciudad de Žilina (donde ha sido alcalde Slota) han pedido también al presidente que no firme y además han mostrado su rechazo a que se relacione la ciudad de Žilina con Slota porque "extiende el odio y el rechazo hacia otros pueblos y naciones que viven en nuestro estado" y "no creemos en la sinceridad de sus planteamientos" (hacen referencia a una curiosa anécdota, resulta que esta semana se ha sabido que Slota no sabe ni el primer verso del himno nacional, no conoce ni el texto y tampoco sabe quién es el autor). Un diputado independiente del parlamento, František Mikloško, ha calificado la ley de agresiva y de no tener sentido.

Finalmente el propio primer ministro eslovaco Robert Fico pidió al presidente que no firmara la ley y ayer viernes (19 de marzo) el presidente Ivan Gašparovič anunció que no iba a firmar y la devolvería al parlamento para su modificación y su nueva votación. Que nadie piense que es que de pronto Fico o Gašparovič han recobrado la razón. El presidente ha dado diferentes razones para no firmar la ley, y ninguna da pie a ser optimista. No considera adecuada la fecha de inicio de aplicación de la ley, que la puede volver objeto de burla, y es que el 1 de abril es el día de los Santos Inocentes en Eslovaquia. Se ha hecho eco también de la opinión del primer ministro Robert Fico que considera que es demasiado precipitada su aplicación y muchas escuelas no podrían cumplir tan rápidamente las condiciones, así que sería mejor esperar a septiembre, con el comienzo del curso. Por cierto muchas escuelas han protestado porque su presupuesto apenas les da para poder funciar día a día y no podrían permitirse un nuevo gasto para cumplir la ley (la primera intención de Mikolaj, el ministro de educación, era que las propias escuelas cubrieran de su presupuesto habitual el gasto, sin embargo ante las críticas se ha planteado la posibilidad de alguna ayuda estatal a través de una fundación).

(El presidente Gašparovič anuncia su decisión de no firmar la ley. Foto: Újszó)

Un dato muy importante para comprender lo que pasa en Eslovaquia es que la relación del SNS con los demás partidos de la coalición gubernamental se ha vuelto bastante conflictiva, en parte por las continuas declaraciones polémicas de Slota sobre los húngaros, fuente continua de problemas diplomáticos, y en parte (y esto es más importante) por los escándalos de corrupción que han salpicado en los últimos tiempos al SNS, que han supuesto la pérdida de uno de los ministros que tenía en el gobierno y la sustitución de otro (aunque han seguido manteniendo la cartera). Los escándalos han llevado al SNS a unas cuotas mínimas de popularidad, a apenas tres mes de las nuevas elecciones, según algunas encuestas el partido podría quedar incluso fuera del parlamento. Por eso esta ley le ha venido bien al SNS, al menos ha dejado de estar en las portadas de los periódicos por los escándalos y ahora lo está por una propuesta que gusta a su electorado (otras propuestas suyas no han tenido tanta repercusión). Se ve que algunos tienen que jugar la carta nacionalista para las elecciones.


En cualquier caso no es seguro que la ley vuelva a ser aprobada por el parlamento ya que solo queda una sesión del actual parlamento, la de mediados de mayo, y eso puede ser insuficiente. Por eso Slota y el SNS están bastante contrariados con el presidente, lo que ha sorprendido un poco ya que éste había afirmado que su decisión se había tomado tras las consultas con asociaciones y con la dirección del SNS.

La oposición política, que o votó en contra o se abstuvo cuando el parlamento aprobó la ley , cree que todo esto es solo un juego político por parte del gobierno para manipular a la opinión pública. Incluso lo piensa Tibor Cabaj, vicepresidente del HZDS, socio del gobierno, Cabaj afirma que el presidente le ha seguido el juego al gobierno para evitar la aprobación de la ley (digamos "de manera honrosa", sin tener que rechazarla directamente).

Nada, como llegan las elecciones, circo para el pueblo. Con estos políticos (y los que están al otro lado de la frontera, en Hungría) , lo que extraña es que las cosas no estén todavía peor de lo que están. Y me da que después de las elecciones vamos a estar todavía peor...

jueves, 18 de marzo de 2010

Literatura húngara de Eslovaquia. Parte 1: Los comienzos (hasta la 2ª Guerra Mundial)

(Érsékújvár o Nové Zámky en 1940, ciudad del sur de Eslovaquia, poco después del Primer Arbitraje de Viena. Uno de los centros de cultura húngara de Eslovaquia. Fuente: Wikipedia)

Como se ha comentado ya en varias entradas, a consecuencia del tratado de Trianón, en 1920, Hungría perdió considerables territorios; en muchos de ellos la mayoría de la población no era húngara, sin embargo en otras muchas zonas perdidas la mayoría de la población sí era húngara. De esta manera quedaron diferentes comunidades húngaras más allá de las fronteras de Hungría, en Checoslovaquia, Rumanía, Yugoslavia y Austria, primero, luego, después de la Segunda Guerra Mundial en Checoslovaquia, Rumanía, Yugoslavia, Austria y la URSS, y finalmente, tras la caída del comunismo, con sus debastadoras consecuencias para la región, como la desaparición de la URSS y de Yugoslavia, en Chequia, Eslovaquia, Rumanía, Ucrania, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria. En los países mencionados, cada uno con sus diferencias y peculiaridades se fue desarrollando con mayor o menor dificultad una cultura húngara propia, diferente de la de Hungría, apoyada a veces en antiguas tradiciones, pero también inspirada en los nuevos tiempos, siempre en contacto con su cultura madre húngara, pero también con las culturas de los nuevos países de los que forma parte. Por supuesto la tradición y sobre todo la situación política han condicionado en gran medida el desarrollo de estas culturas durante el siglo XX. Transilvania, en Rumanía, una región con unas tradiciones culturales propias desde hace siglos es el caso más destacado, siempre ha existido por ejemplo una literatura húngara peculiar de Transilvania, baste por ejemplo mencionar la importante literatura epistolar que se desarrolló en el siglo XVIII. La literatura húngara de Transilvania puede ser calificada en el siglo XX, incluso hoy en día, como extraordinaria, gracias a autores como Ádám Bodor o el recientemente fallecido András Sütő. Una tradición así no existía en ningún otro caso, en otras zonas se ha creado una cultura húngara nueva casi desde cero, con las dificultades que eso conlleva. En esta entrada se va a tratar someramente el tema de la literatura y solo en una de las regiones donde hay minorías húngaras: Eslovaquia o como se la suele llamar en húngaro "La región superior" (Felvidék).

(Población húngara en Eslovaquia según el censo del 2001. Rosa: +50% de la población húngara. Naranja: entre el 10 y el 50% de población húngara. Las figuras humanas muestran ciudades o localidades con importante población húngara. Fuente: HTMH).


En la zona húngara que quedó integrada en Eslovaquia no existía una tradición literaria tan fuerte como en Transilvania. Por supuesto algunos escritores húngaros destacados nacieron en ciudades que forman hoy parte de Eslovaquia, por poner dos ejemplos: Mór Jókai (1825-1904), quizás el narrador húngaro más importante del siglo XIX, era de la ciudad de Komárno, uno de los centros de cultura húngara de Eslovaquia (donde por cierto destaca también su teatro húngaro). Muy conocido en España es por ejemplo Sándor Márai (1900-1989), que nació en la ciudad de Kassa o Košice, hoy en día en Eslovaquia, aunque en la actualidad la cultura húngara tiene poca presencia en la ciudad, con excepción de su excelente teatro Thália. Sin embargo, las obras de estos autores no muestran ningún rasgo peculiar vinculado a la región. Nadie consideraría hoy en día a Márai escritor húngaro de Eslovaquia, en parte por que sus contactos con su ciudad natal fueron pocos (aunque esta aparece en varias de sus obras) y además su obra es parte de la literatura húngara universal sin nada que la relacione con Eslovaquia. Mucho más "eslovaca", si se me permite la expresión, es la obra de Kálmán Mikszáth (1847-1910), quizás el único autor anterior a Trianón cuya obra está vínculada íntimamente a "Eslovaquia" y sus gentes, ya sean los tót (la denominación húngara tradicional para los eslovacos) o los palóc (una étnica húngara carácterística de la zona norte del país y que básicamente, aunque no en su totalidad, vive en los territorios que hoy forman parte de Eslovaquia). Sus cuentos y narraciones breves, de carácter irónico y humorísticos son lo más parecido que hubo antes de Trianón a una literatura húngara de Eslovaquia, aunque claro está, no tiene sentido hablar de literatura húngara de Eslovaquia antes de 1920.

(Pérdida de territorios de Hungría por el acuerdo de Trianón. El color naranja indica las zonas donde la mayoría de la población era húngara. Fuente: Wikipedia)

Imaginémonos la situación después de la Primera Guerra Mundial, de las revoluciones (ya se habló de la comuna húngara y eslovaca) y del Tratado de Trianón. Las fronteras y los gobiernos cambian día a día. Miles de refugiados huyen o vagan de un lugar a otro, cruzan países casi sin darse cuenta. Lajos Zilahy describe magistralmente en su novela "La ciudad vagabunda" los miles de refugiados que huyen a Hungría y viven en viejos vagones de ferrocarril en las estaciones de tren de Budapest. Pero no solo miles de húngaros huyen a Hungría, también los hay que huyen de Hungría por su vinculación al movimiento obrero o el miedo al terror blanco desencadenado por Horthy y los suyos tras la caída de la República de los Consejos. Muchos huyen a Austria, a Viena, otros a Alemania. Sin embargo muchos probarán suerte en Eslovaquia. La razón es muy simple. Están en una zona cercana a Hungría, donde se habla húngaro y que además vive en democracia, cosa que no puede decirse de la Hungría de Horthy. Por supuesto esto es relativo, en la Hungría de Horthy había elecciones, y la democracia checoslovaca tenía mucha mejor fama fuera que dentro del país. Había represión contra los húngaros, y de hecho, en poco tiempo el gobierno checoslovaco acabó expulsando a muchos húngaros "indeseables" (sobre todo comunistas). Pero en cualquier caso, para muchos intelectuales de izquierda la situación en Checoslovaquia era más favorable que la de la Hungría semifeudal. Por mencionar a algunos autores destacados que pasaron varios años en Eslovaquia, tenemos a Lajos Kassák (1887-1967), poeta, pintor, crítico, organizador de la vida cultural y política, colaborador con la comuna húngara; el escritor y guionista de cine, Béla Balázs (1884-1949), Ignotus (seudónimo de Hugó Veigelsberg, 1869-1949, publicista, crítico, poeta judío, redactor jefe de la revista literaria Nyugat, sin la cual es imposible entender la literatura húngara del siglo XX), el escritor comunista Béla Illés (1895-1974), que era oriundo de Kassa, como Márai y otros muchos que aunque fuera por un breve periodo colaboraron en la organización de la vida cultural húngara de Eslovaquia.

Esta situación va a dejar su huella permanente en la literatura húngara que se va a desarrollar en Eslovaquia hasta la Segunda Guerra Mundial. Por un lado una literatura local, casi diletante, conservadora, entre cuyos autores destacan el poeta católico László Mécs (1895-1978) y el narrador Marcell Jankovics (1874-1949), por ejemplo. Y por otro una literatura alternativa, cosmopolita, vinculada a la izquierda combativa, sobre todo al movimiento comunista, autores jóvenes que empiezan su carrera bajo la égida de estos intelectuales de izquierda residentes, al menos un tiempo, en Eslovaquia, y que tenían una visión muy crítica de lo que pasaba en Hungría. En este aspecto destaca el movimiento juvenil cultural "La hoz" (Sarló), que iría radicalizándose políticamente hasta acabar integrándose en el Partido Comunista. Hay que tener en cuenta que el Partido Comunista era bastante popular entre los húngaros de Eslovaquia, en los años 20 y 30, no solo por la influencia de estos intelectuales que se han mencionado, muchos de ellos marxistas, sino también por la oposición del partido a las fronteras de Trianón y por su carácter multiétnico. Además de las dos tendencias mencionadas, existía también una tercera, menos influyente entre la población, aunque apoyada por el estado checoslovaco, la de los intelectuales fieles a Praga.

(László Mécs en un recital de poesía en 1943. Fuente: Magyarország a XX. században)

Poco a poco, con dificultad, se va desarrollando una literatura húngara en Eslovaquia. Dados los problemas para la edición de libros, sobre todo destacan las revistas literarias o culturales. La primera revista húngara es "Fuego" (Tűz), que se editó entre 1921-23, a veces en Viena y a veces en Bratislava. La revista era en teoría apolítica, pero uno de sus objetivos eran dar a conocer al público lector húngaro la poesía revolucionaria checa, aunque también se publicaron autores no comunistas como el mencionado Mécs, con su poesía clerical o, por supuesto, otros autores locales independientemente de su ideología. Luego destacan "El camino" (Az Út), dirigida por el intelectual Zoltán Fábry, o "El obrero de Kassa" (Kassái Munkás), ambas comunistas. "El camino" era equivalente a la revista soviética "La hoz y el martillo" y se ocupaba no solo de cuestiones culturales, sino también políticas y económicas. También era comunista la revista "Sol húngaro" (Magyar Nap), pero ésta se editada en Ostrava (Chequia). Representante de la ideología más moderada y partidaria del gobierno checo, con lo que recibía bastante apoyo monetario, destacaba "La ma
ñana" (Reggel), aunque con el paso del tiempo fue perdiendo público lector por su orientación política. Otra revista destacada, representante de círculos más nacionalistas húngaros era por ejemplo la "
Escritura Húngara" (Magyar Írás).

La principal figura de la literatura húngara de Eslovaquia fue el intelectual comunista Zoltán Fábry, crítico, publicista, organizador de la vida cultural, redactor de varias revistas. Colaboró habitualmente con la asociación "La hoz", sobre todo con uno de sus cabezas visibles, Edgár Balogh, para fomentar la literatura vanguardista. Es además uno de los primeros intelectuales en avisar del peligro del fascismo en Europa. Toda su obra de crítica está imbuída de espíritu antimilitarista y antifascista, sobre todo en los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Fue influído por Lajos Kassák y por el poeta alemán Johannes R. Becher. Hizo mucho por popularizar entre el lector húngaro los nuevos autores de la literatura soviética, por ejemplo Isaak Bábel, Borís Pilniak, Serguei Yesenin, Konstantín Fedin, Aleksander Blok o Ilia Éhrenburg, y también a autores consagrados de su época ya conocidos por el lector húngaro, como Gorki, Shólojov o Katáiev y no solo con sus críticas o apuntes sino también con sus traduciones de literatura ruso-soviética. Entre sus obras anteriores a la Segunda Guerra Mundial destaca el reportaje "La leyenda del hambre" (Az ehség legendája, 1932), sobre Rutenia, la zona más pobre de la Checoslovaquia burguesa.

(Casa natal de Fábry en Stósz, Eslovaquia Oriental. Foto de András Veres, 1994. Fuente: Forum Kisebbségkutató Intézet)

De manera curiosa, en el primer periodo de la literatura húngara de Eslovaquia, la poesía tiene un desarrollo mucho mayor que la prosa. No surge realmente una gran obra literaria en prosa sobre los húngaros de Eslovaquia. La poesía es mucho más viva, quizás sea capaz de expresar mejor los sentimientos de un mundo cambiante que la novela, que exige un análisis más pausado de la realidad.

Uno de los autores más importantes es el ya mencionado László Mécs, con su poesía religiosa cargada de tintes sociales, y cuya colección de poemas "Repicar de madrugada" (Reggeli harangszó), de 1923, es uno de los primeros libros de creación literaria publicado en húngaro en el nuevo estado checoslovaco y además uno de los más destacados. Se suele considerar como el autor más importante a Dezső Győry (1900-1974), sobre todo con su colección de poemas "Hungaros de nuevo rostro" (Újarcú magyarok, 1927), que marcó un antes y un después en la literatura húngara de Eslovaquia. Se suele mencionar estos poemas como la cumbre de esta literatura durante entreguerras. Su influencia será inmensa entre los nuevos autores, sobre todo para el grupo de la "Hoz", que harán de sus versos su programa. Este libro representa la voz de los nuevos húngaros, libres del ambiente opresivo de la Hungría de Horthy. Según Endre Arató, en su día uno de los mayores expertos húngaros sobre Eslovaquia, "no hay ningún poeta húngaro que haya expresado con tanto colorido y tanta sinceridad como él la vida y las luchas de las minorías húngaras". Otra de sus grandes composiciones es "Voz humana" (Emberi hang) de 1940, ya en plena época del fascismo eslovaco.

Otro poeta destacado es Imre Forbáth, vanguardista, del que se puede destacar sobre todo su obra "Leñadores" (Favagók), y en la que muchos ven los inicios del realismo socialista en la literatura húngara de Eslovaquia. Junto a él destacan también Dezső Vozári, autor bohemio, urbano, que mezcla en sus poemas tintes trágicos con ironía; László Sáfáry (1912-1945), autor de Rutenia, que destaca por sus obras líricas sobre la región de la Verjovina y sus poemas cargados de preocupación social, como por ejemplo "Arrebato" (Lendület); Sándor Berkó (1918-1943) o también el expresionista Sándor Földes.

(Catedral de Kassa- Košice, 1909. Fuente: Wikipedia)

En cuanto a la prosa la época se caracteriza más bien por la búsqueda y la experimentación. Entre los autores más detacados destacan József Sellyei (1900-41), de origen campesino y formación autodidacta, cuya obra más destacada es "Casas de paja" (Nádas házak, 1931), donde se refleja de manera realista la vida de la aldea, también destaca su novela "Se acabó la tierra bajo él" (Elfogyott a föld alóla, 1935), en la que describe, a la manera de mosaicos, la vida de los pobres de la región de Nitra. De Gyula Morvay (1905-98), miembro de "Hoz", destaca "Gente en el caserío" (Emberek a majorban, 1936), también de tema campesino. Quizás el prosista más destacado de este periodo de la literatura húngara de Eslovaquia es Viktor Egri (1896- 1982), aunque la parte fundamental de su obra es posterior a la guerra, antes se puede mencionar su novela histórica, sobre la época de las migraciones, "Tierra ardiente" (Égető föld), o su novela decadente "Encuentro de Pierre" (Pierre találkozása, 1925). Béla Szabó, con su "Ezra sale de viaje" (Ezra elindul). Pál Bányai (1901-1942), conocido por sus obras de "literatura de la realidad", casi reportajes sobre conflictos sociales, como huelgas, etc, llenos de espíritu crítico, por lo que tuvo siempre bastantes problemas para publicar, se puede mencionar por ejemplo su "El Garam superior" (Felsőgaram, el Garam o Hron es un río de Eslovaquia). István Darkó, con su "Escarcha" (Zúzmara, 1926), publicada en Berlín como en muchos otros casos. Mihály Tamás, otro autor procedente de Rutenia, en este caso naturalista, del que destaca entre otras obras su volumen de relatos "Arbusto en las peñas" (Sziklán a cserje, 1935).

(Territorios recuperados por Hungría tras el Primer y Segundo Arbitraje de Viena. Fuente: Wikipedia)

La llegada de la Segunda Guerra Mundial truncó el desarrollo de la cultura húngara en Checoslovaquia. Por el Primer Arbitraje de Viena, en 1938, Hungría recuperó la zona sur de Eslovaquia, donde vivía la mayoría de la población húngara, aunque quedaron aún territorios con población húngara en Eslovaquia (bajo control del estado fascista independiente eslovaco). Luego Hungría ocuparía militarmente Rutenia. Pero eso no supuso una mejora en la situación ya que ahora estos territorios estaban en manos del régimen de Horthy (y más tarde directamente de los Cruces Flechadas, los nazis húngaros). Muchos de los autores de izquierdas o partidarios de Checoslovaquia huyeron o fueron represaliados. Otros callaron y solo publicarón después de la guerra. Algunos acabaron sus días en campos de trabajo o de concentración, o en los frentes de la guerra. Cuándo ésta acabó, muchos se instalaron en otros lugares o dejaron de dedicarse a la literatura. En Eslovaquia hubo intentos por expulsar a la minoría húngara del país (y como consecuencia apareció una nueva minoría húngara, esta vez en Chequia) y durante algunos años la palabra húngara será perseguida (hasta la toma del poder por los comunistas en 1948). Rutenia se convierte en parte de la Ucrania soviética así que desde entonces se hablará de una literatura húngara de Ucrania o de Transcarpatia (el nombre oficial de la región). Por todo esto, la literatura húngara de Eslovaquia desaparece por completo. Solo desde 1948 comenzará a surgir de nuevo, pero es una literatura completamente diferente a la que había con anterioridad y prácticamente sin contactos con ella (si excpetuamos la obra de Zoltán Fábry y de algún otro autor).

En la segunda parte del artículo se tratará el tema de la literatura húngara desde 1945 hasta la actualidad. Habrá una tercera parte con algunos poemas. Una cuarta con algún fragmento en prosa, y una quinta con algún texto de Fábry.

Fuentes:

Medios electrónicos:

- Literatura húngara
- A magyar irodalom története 1919-től napjainkig (Historia de la literatura húngara desde 1919 hasta nuestros días). Volumen VI. Magyar Tudományos Akadémia, 1966.
- Wikipedia

Libros:

- Arató Endre: Tanulmányok a szlovákiai magyar történetéből. 1918-1975. Magvető Kiadó, 1977. Budapest.
- Csanda Sándor: Első nemzedék. Tatran, 1968. Bratislava.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Semana de Cultura Estonia

Por causas de trabajo no me he ocupado mucho de las Crónicas Húngaras ultimamente, pero ahora estoy un poco más aliviado, así que intentaré retomar un poco la actividad habitual del blog. Por el momento, y para los que estéis en Hungría, tenemos otro año más la Semana de Cultura de Estonia. Se celebra en Budapest, Szombathely y Debrecen desde hoy miércoles, hasta el miércoles de la semana que viene.

El programa se puede ver aquí: http://www.eszthet.com/

Cine, teatro, literatura, fotografía y gastronomía son los puntos cardinales de las actividades, algunas en inglés (así que el desconcimiento del húngaro no es excusa para perdérselo).

Un breve resumen del programa, por si alguien no habla húngaro. Si no se menciona lo contrario, las actividades se refieren a Budapest y además tienen lugar en el cine Toldy (en la avenida Bajcsi Zsilinszky, cerca de la estación de metro de Arany János utca):

- Literatura:

Las jornadas se inician con una velada literaria con lecturas de las obras de Ilmar Jaks y Armin Kõomägi (en estonio y húngaro, hoy a las 19:00 en el Toldy). El miércoles de la semana que viene, en el club Gödör de la plaza Deák, tendrá lugar otra velada, 20 Év New Wave, una charla entre Emil Tode y el escritor húngaro János Hay.

- Teatro:

El jueves a las 19:00 en el teatro Merlín tendrá lugar la representación de la obra "El vagón azul", dirigida por Taago Tubin. El autor es Andrus Kivirähk. Es una obra sobre la generación que vive en la nostalgia de la época soviética, la así llamada "generación de los dibujos rusos". La representación corre a cargo de la compañía estonia Ugula Teater (de Viljandi), una de las más antiguas del país (fue fundada en 1920). La función será en estonio con subtítulos en húngaro. Después de la representación el director conversará con los espectadores y responderá a sus preguntas.


- Cine:

Desde el jueves hasta el domingo, todos los días, el cine Toldy mostrará algunas de las novedades del cine estonio actual. Discoteca y guerra atómica, Atraco al banco, Vasha, Equívocos y otras serán las películas del festival. Además también se presentará una muestra de cine de animación de Estonia (país con un gran tradición ya en la época soviética). Algunas se darán con subtítulos en húngaro, pero otras en inglés. Generalmente después de la primera sesión de la película se conversará con el director.

(escena de la película Equívocos. Fuente: www.eszhet.hu)

- Foto:

En el Merlín, desde el jueves. Exposición del Centro de Cultura de Estonia.

- Gastronomía:

Muestra de platos estonios en el restaurante M étterem (calle Kertész, 48).

Y aunque no es parte del festival, aquí dejo la canción El vagón azul (Sinine vagun) del grupo Vennaskond, un clásico del punk estonio (por cierto, el punk estonio es tan clásico en el territorio de la antigua URSS como lo fue la animación estonia).