jueves, 29 de octubre de 2009

A veinte años de aquello...


(Dibujo de György Németh, ya mencionado alguna vez aquí por sus ilustraciones del libro "Trápiti" de László Darvasi. Cartel de la izquierda: Baloldali megoldás - solución de izquierdas. Cartel de la derecha: Jobboldali megoldás - solución de derechas. Cartel de abajo: Rendszerváltás - cambio de régimen. Fuente: www.kisalföld.hu)


Este año se cumple el veinte aniversario de la caída del comunismo en Hungría. Sobre este y otras temas de interés escuché el otro día en la emisora InfoRádió una interesante entrevista a László Pesty, un destacado intelectual de derechas, cercano al Fidesz (la oposición al gobierno socialista), participante en el movimiento que acabó con el régimen comunista, periodista y director de documentales sobre temas espinosos como la nueva realidad social húngara o la violencia policial durante los acontecimientos del 2006. En la entrevista se habló un poco de todo, del avance de la extrema derecha, del futuro de Hungría y también de su pasado comunista, del cambio de régimen, de cómo valora la gente lo que pasó, etc. Hay puntos de la entrevista que me parecen geniales, comparta yo o no la opinión del entrevistado. Por eso me he decidido a escribir sobre ella, en concreto cuando hablan del cambio de régimen y de la postura de la gente ante él. Seguro que muchos se sorprenderán de las cosas que dice Pesty, quiero aclarar que no estoy de acuerdo con parte de su discurso, pero no es eso lo importante, sino que permite comprender un poco la Hungría del 2009. Además la emisora en la que le hicieron la entrevista también está también vinculada a la derecha, lo cual, en mi opinión da más validadez a lo que dice. Por desgracia no la he encontrado por escrito, aunque se puede escuchar en la página web de la emisora InfoRádió, en concreto aquí, claro está en húngaro. Tuvo lugar durante el programa Aréna, de análisis político.

Después de hablar de los acontecimientos del 2006 (los disturbios en contra del gobierno, que acabaron con la ocupación del edificio de la televisión pública y la famosa imagen de los manifestantes dirigiendo un tanque contra la policía, que dio la vuelta al mundo), así como de lo que le espera a Hungría con el futuro gobierno de la derecha, el entervistador cambia de tema bruscamente y sorprende a Pesty con una curiosa pregunta: ¿Ha existido el cambio de régimen? Y no es baladí la cosa, entre los círculos de derecha y extrema derecha está muy extendida en la actualidad la idea de que no ha habido cambio de régimen (los húngaros lo suelen llamar "rendszerváltás"). La razón es que no ha llegado "el paraíso" que esperaban, el nivel de vida ha bajado y además la antigua nomenclatura comunista ha conseguido recuperar en parte el poder, y es que muchos de los antiguos dirigentes comunistas hoy gobiernan con los colores de la socialdemocracia, basta con que mencionemos a los ex-primer ministros Gyula Horn o Ferenc Gyurcsány.

Pesty califica este tipo de opiniones de demagogia pura. Por supuesto que hubo cambio de régimen (él fue de los participantes en los acontecimientos). Sin embargo el entrevistador intenta profundizar en el tema: ¿cómo se le puede explicar a una de esas personas que no ha sentido ningún beneficio por la caída del comunismo que mereció la pena? (hay que destacar que a ese grupo quizás pertenezca la mayoría de la población húngara).

No sé si el entrevistador lo hace intencionadamente o solo es casualidad, en la propaganda del Partido Comunista Obrero Húngaro (comunista), se hace incapié en esa idea: ¿han merecido la pena estos veinte años?

Pesty lo tiene claro, por supuesto que ha merecido la pena. Hemos conseguido la libertad. Si no hubiera habido cambio de régimen no estaríamos en el estudio discutiendo de este asunto.

El periodista no queda muy convencido. ¿Tan importante es la libertad? ¿Es tan importante la libertad para una persona que a fin de cuentas no se ocupa de la política o como mucho va a hablar de ella solo con su círculo familiar más cercano?

El entrevistado da una respuesta bastante típica, por supuesto para esa gente no. En todas las sociedades hay gente ciega que rechaza a sus libertadores. Para ellos evidentemente la caída del comunismo no ha traído nada bueno.

Aquí me detengo un momento, porque es algo importante. Me parece que Pesty y su entrevistador tienen un punto de vista bastante limitado y cerrado de lo que es la libertad. A mi me parece que la libertad es otra cosa, pero no voy a discutir ahora de ello, solo quiero destacar que Pesty reconozca que para parte de la población (la mayoría) la caída del comunismo no ha traído nada bueno. No deja de ser curioso oírlo de labios de alguien que participó activamente en la caída del régimen anterior. Pero continuemos, porque lo siguiente no tiene desperdicio:

Para esta gente la caída del comunismo no significó nada bueno porque "junto a la libertad trajo también la miseria". "Puede que fueramos demasiado inocentes. Lo fuimos, pensábamos que las cosas serían mucho mejor. Contábamos con un cambio social mucho más grande. No pensábamos que el nivel de vida bajaría o que se extendería tanto la pobreza por Hungría. No sabíamos que la corrupción iba a convertirse en un problema tan grave. (...) No sabíamos que algunas empresas iban a limitar el trabajo de los sindicatos. No sabíamos que llegaría un momento en el que desaparecerían líneas de ferrocarril, escuelas, hospitales, no pensamos en muchas cosas, y lo que menos pensamos aún fue que la élite postcomunista regresaría al poco tiempo con otro nombre fortalecida y de paso tomaría el poder. En definitiva la antigua élite ha permanecido. Eso no llegamos a pensarlo en ningún momento".

(comentar sólo que por falta de dinero desde la caída del comunismo se han cerrado hospitales, escuelas, líneas de ferrocarril que unían pueblos, etc).

La continuación también es sorpendente, el entrevistador le pregunta qué pensaban conseguir, cómo veían la nueva Hungría en ciernes. "Pensábamos que recuperaríamos el terreno perdido con los países occidentales". "Pensábamos que estaríamos como en Viena".

La respuesta es cuando menos chocante, sobre todo si pensamos que el atraso de los países de Europa Central y Oriental respecto a Occidente viene de largo, y era algo característico de la zona mucho antes de que se instalaran allí gobiernos comunistas. Basta con echar un vistazo a un libro de historia para saberlo. De hecho, en el caso que nos ocupa, la Hungría de los años 30 era mencionada en muchos lugares como "el país de los tres millones de mendigos".

Pesty continúa: "éramos jóvenes e inocentes y pensábamos que todos los males eran culpa del sistema de partido único y de la economía basada en la planificación socialista. Pensábamos que el sistema multipartidista y la economía de mercado resolverían esos problemas automáticamente".

(cartel del Fidesz para las primeras elecciones tras la caída del comunismo. Por aquel entonces era un partido liberal, practicamente la asociación juvenil de los liberales del SzDSz, luego tras el varapalo de la derecha en las segundas elecciones ocupó todo el espacio a la derecha política - a veces también el de la extrema derecha - hasta hoy. Por supuesto estos criterios de "derecha" e "izquierda" son discutibles, para muchos el programa económico del Fidesz está más a la izquierda que el de los socialistas - los socialistas lo acusaron no hace mucho de ser directamente comunista. Tessék választani: por favor, elija)

El entrevistador habla luego de otro tema interesante, hasta qué punto el cambio de régimen fue un movimiento de masas o la consecuencia de una élite intelectual minoritaria, quizás de entre 3 mil- 5 mil personas. La pregunta tiene su miga porque en general se suene mencionar (fuera de Hungría) los acontecimientos de 1989 como uno de los casos típicos de "revolución desde arriba", el cambio de régimen fue algo pactado entre las élites comunistas reformadoras y los disidentes, no hubo tiempo a que hubiera una presión real desde abajo, o al menos una presión fuerte, como pudo haber quizás en otros lugares (digamos la RDA). Evidentemente el entrevistado se muestra contrario a esta idea y afirma que también entonces hubo manifestaciones multitudinarias con decenas de miles de participantes. Según él, una de las cosas que demuestran que los movimientos partidarios de la caída del comunismo eran populares fue que en las primeras elecciones "libres" estos partidos triunfaron, los socialistas en cambio, fracasaron (en las elecciones de 1990 los socialistas no llegaron al 11% de los votos, el resto de los partidos del parlamento estaban vinculados al movimiento anticomunista, los comunistas quedaron fuera con menos de un 4% de los votos). El entrevistador le recuerda entonces que eso fue un periodo relativamente corto, ya que en las siguientes elecciones los socialistas consiguieron la victoria. (En 1994 los socialistas se hicieron con la mayoría absoluta de los escaños en el parlamento, al lograr un 33% de los votos, el MDF, del gobierno anterior, sufrió un varapalo impresionante quedándose en un 12% y desde entonces no levantan cabeza, luchan continuamente por no desaparecer). El entrevistado asiente, sí, pero no fue en 1989-90, sino después. En su opinión, en 1989 la mayoría de la gente deseaba el cambio de régimen.

Luego continúan hablando de las consecuencias de los cambios: "Sabíamos lo que queríamos, claro que no queríamos lo que hay ahora. Queríamos capitalismo, libertad de mercado, multipartidismo, libertad. Lo que no teníamos claro eran las consecuencias que traerían estas cosas".

El entrevistador sigue poniendo el dedo en la llaga: ¿Qué le podemos decir a una persona que siente que el cambio de régimen no ha merecido la pena? ¿Qué decirles a esa mayoría de personas que piensan con nostalgia en la época comunista?

"Es cierto que hay una nostalgia por la época de Kádár, por el pan barato, por las salchichas baratas, por la cerveza barata. Pero por otro lado también hay esa nostalgia porque la sociedad sufre de anmnesia. Sencillamente han olvidado la historia, en parte porque no les interesa y en parte porque les interesa pero la han olvidado".

Me parece una forma de despreciar la gente que piensa de otra manera. Es muy fácil criticar al que no tiene pan, sobre todo cuando uno no tiene ese problema. Por lo demás me parece que las cosas son más complicadas que eso. Y que hable de amnesia quien ha demostrado una falta de luces increible (pienso en eso de alcanzar a Occidente). De hecho el propio entrevistador lo ve también así y le hace una curiosa observación: "¿Y si es así porque los crímenes del régimen anterior no les han sucedido a ellos, sino solo a los que estaban en contra del régimen?. "

Evidentemente cada cual valoras las cosas según su situación personal, esto es lógico. Yo he conocido intelectuales que sufrieron en mayor o menor medida persecución durante la época comunista, evidentemente son anticomunistas. Pero mucha gente, la mayoría, no sufrió esos problemas. También en la valoración del capitalismo podemos hacer el mismo análisis, a fin de cuentas, si László Pesty fuera un mendigo, o una persona sin hogar, quizás no mencionaría tantas veces la palabra "libertad" en su discurso, como lo hace. Entre otras cosas por que la libertad es algo mucho más profundo que poder hablar mal del que tiene el poder, o poder elegir cada cuatro años quién te va a explotar (¿de verdad tenemos la opción de poder decidir? creo que muchas personas en países occidentales tienen muy claro que no, y de ahí la alta abstención en muchos lugares). El propio entrevistador lo plantea cuando afirma: qué les podemos decir a la gente que no tiene tiempo para escuchar por ejemplo este programa porque tienen que tener dos trabajos para poder sobrevivir. Para ellos, ¿ha merecido la pena?

(tengo aún pendiente un artículo sobre 1989 y otro sobre 1956... pero son temas complejos de los que me gustaría escribir en profundidad y eso requiere leer mucho, y analizar, así que en esas estoy).

NOTA: La idea original era haber transcrito exactamente la entrevista, pero era demasiado larga, además tenía que hacerlo mientras escuchaba el programa ya que no encontré el texto escrito, y por último a mitad del trabajo se me borró todo -cosas de la informática- por eso finalmente he dejado solo un resumen de la parte que me pareció más interesante. Espero que con este artículo se pueda entender un poco mejor el tema de la nostalgia por el comunismo, y también el avance de la extrema derecha, sobre todo entre los jóvenes, que surge de un rechazo absoluto a los 20 años de capitalismo (y también, es cierto, a los años de comunismo).

13 comentarios:

JL F dijo...

¿Es tan importante la libertad? Esa pregunta tiene miga, porque primero deberiamos pensar que libertad ha traido el capitalismo..¿La libertad de elegir que compramos, si es que tenemos dinero para hacerlo? ¿La libertad de votar a partidos que son en esencia iguales? ¿La libertad de tener que aceptar gobiernos como el de la Comision Europea que en el fondo son autoritarios porque nosotros no los elegimos? ¿La libertad de tener que aceptar la perdida de derechos sociales dia a dia? ¿La libertad de que si eres protestatario te fichen o te detengan y te priven de cualquier derecho judicial, y si tienes la mala suerte de ser musulman que te lleven a Guantanamo y mueras civilmente? ¿La libertad de luchar para sobrevivir cada dia en la competencia feroz que favorece la macroeconomia capitalista? Se me ocurren muchas preguntas para cuestionar esa supuesta libertad que trae el capitalismo... Siempre una libertad pasiva, y no una libertad activa, la libertad para, la libertad con un objetivo. En este sentido, y aunque suene a herejia para los fanaticos liberales y sumisos, durante el Socialismo habia mas libertad real, la libertad de organizarse colectivamente para conseguir fines sociales e individuales.

Anónimo dijo...

ostia..ke buen analisis...necesitaba algo asi para hacerme ideas mas claras sobre el auge de la extrema derecha...es una cuestión que en casa discutimos mucho y caemos en el error de generalizar por causa de datos que ignoramos(llevamos poco mas de un mes en budapest).
muy bien, voy abriendo la mente con este blog , gracias.
puede ke nos veamos en el feszek,aunque es helloween y unos conocidos pinchan en el zsimpla kert.adeu
josecrust.

jozko dijo...

Hola Josecrust!

Yo allí estaré en Fészek un buen rato, quizás también me pase por el Szimpla, de hecho es el sitio habitual al que suelo ir -aunque ultimamente no tengo mucho tiempo así que no voy a ningún lado- ya veremos (de todas formas el Szimpla es tan grande que va a ser difícil que demos uno con otro, sobre todo sin conocernos, si pasas por Fészek será más fácil, es más pequeño).

En cualquier caso un saludo y que lo pases bien :)

jozko dijo...

Hola Jose Luis!

Exacto, de eso se trata. Yo creo que es importante la libertad y mucho, pero tengo claro que las sociedades capitalistas no lo son. De hecho la primera condición para la libertad es la igualdad y dar a la población las bases de una vida digna, sin eso no puede haber libertad. En una sociedad donde hay paro, donde unos manejan millones y otros están en la miseria, simplemente no puede haber libertad de ninguna manera, como mucho apariencia de ella para adormecer las conciencias.

Un saludo

potemkin dijo...

Hola Jozko,

hoy ha salido un extenso artículo sobre el Jobbik y la Guardia Húngara en el diario Público (http://www.publico.es/internacional/265624/nuevo/fascismo/agita/ue). Aunque puede que peque de un poco de sensacionalismo y contenga algunos tópicos de los que no pueden faltar en los mass media, a mí particularmente me ha servido para llenar algunas lagunas que tenía sobre el tema, que me parece estrechamente relacionado con el vacío y la desilusión surgidos tras la caída del comunismo que analizas en este estupendo artículo.

El artículo de Público me ha asustado bastante. Yo viví el año pasado de estudiante erasmus en Budapest y traté de interesarme e informarme sobre la realidad política y social húngara (algo, por cierto, a lo que este blog ayuda de forma impagable), así que conocía perfectamente el ascenso del Jobbik. Lo que me ha sorprendido es que esta gente tenga unas estructuras tan consolidadas como dice el artículo a través de la Guardia Húngara, que su "militancia" sea tan activa, que esté creciendo tan espectacularmente el número de gente que pasa a formar parte de estos grupos fascistas-paramilitares, que se nutran tanto de gente joven y que tengan tanto apoyo social. Yo más bien tenía la idea de que el crecimiento electoral de Jobbik se debía a la crisis, al descontento generalizado, a la extrema debilidad del gobierno y a la inexistencia de una izquierda organizada lo suficientemente consistente que diera respuesta a esto. Pero bueno, al fin y al cabo, pensaba que era un voto más "pasivo", y que la Guardia Húngara no llegaba a tener más popularidad ni capacidad de acción que otros grupos violentos de otros países de Europa. A juzgar por el artículo de Público esta gente está construyendo un tejido social violento muy activo y con bastante popularidad y en constante crecimiento. Eso me parecería aún más preocupante.

¿Es esto así o se trata de una exageración más de los medios?

Muchas gracias

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu interesantísimo trabajo, Forneo.

Para mí la conclusión de lo sucedido en muchos países del Este es la siguiente: Revolución capitalista desde arriba, "reformadores"/socialdemócratas del PC + intelectuales/estudiantes troskistas-capitalistas amotinados + apoyo masivo de Occidente.

En Tiananmen pretendieron los mismo con el "reformador" Zao Ziyang pero ganaron las tesis de Li Peng, sector duro, y aplastaron el Golpe. Inmensos e ingentes males evitados para millones y millones de chinos. Y el coste humano me parece irrisorio: 200"demócratas" al cementerio.

Lo malo en Hungría es que la gente identifique a los inútiles y asquerosos sociatas del antiguo PC, sector "reformador" con el comunismo genuino y el socialismo real del pasado: Así se abrirá un camino de rosas para la extrema derecha

Iosu bisarionea1960

jozko dijo...

Hola Potemkin:

A mí el artículo me parece demasiado "amarillista", pero es cierto hay razones para estar preocupado. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, la desilusión y el vacío de los 20 años de capitalismo. La verdad es que la mayoría de la gente, da igual que sea de derechas o de izquierdas piensa que los años posteriores a la caída del comunismo son una catástrofe (curioso si pensamos que hubo un tiempo en que se ponía la transición húngara como ejemplo - como siempre no dan una los analistas occidentales).

Respecto a lo demás, aunque el artículo exagera mucho, por desgracia, la situación es preocupante. La extrema derecha está de moda y sus estructuras se están fortaleciendo. Tus temores son fundados. Tienen mucho apoyo social, es indudable. En cuanto a las elecciones hay que relativizar, no es ese el problema, creo yo, ya que hubo una alta abstención que les afectó menos a ellos, y a fin de cuentas siempre ha habido en Hungría una capa de 5-10% de votantes de la extrema derecha (solo que en los últimos años el Fidesz los absorvió con un discurso más radical, ahora ya no, de hecho las relaciones entre el Fidesz y Jobbik son bastante malas, además antes había varios partidos de extrema derecha, digamos tradicionales, ahora Jobbik parece algo nuevo y han conseguido reunir el voto extremista y el que en principio no lo era, no es casual que ganen tantos votos en las zonas gobernadas anteriormente por los socialistas - tenemos mucho que "agredecerle" a su política neoliberal). El problema es que la gente está ilusionada con Jobbik (por supuesto no todos), les parece un movimiento original, activo, y, en cierto modo han tomado la calle. Sus políticos son extremadamente populares, como afirma el artículo. Así que en este sentido me parece que hay razones para estar preocupados.

Muchas gracias por tu comentario, planteas cosas muy interesantes. Espero que tu experiencia como Erasmus en Budapest fuera positiva :)

Un saludo, Potemkin

jozko dijo...

Hola Anónimo!

No soy Forneo :), pero bueno, también le agradezco su trabajo, sus blogs son muy buenos. :)

Hungría por ejemplo es un caso típico de lo que mencionas. Un cambio de régimen pactado entre los reformistas comunistas que toman el poder dentro del partido y disidentes anticomunistas. De hecho los sucesos actuales se originan como una crítica a esa situación (aunque en realidad es la desilusión y el empeoramiento del nivel de vida actual el que lo ha desencadenado). La política fue por delante de la población, pero también es cierto que iban en la misma dirección los dos.

Respecto a tu último comentario, es cierto que mucha gente lo hace (sobre todo gente del Fidesz), pero creo que también muchos no. Por ejemplo la gente que echa de menos la época de Kádár, los nostálgicos no creo que piensen así, no establecen ninguna relación entre los socialistas actuales y los comunistas. Y de hecho el avance de la extrema derecha tiene que ver también con el rechazo a los partidos políticos de antiguos disidentes.

Gracias por tu comentario, Iosu bisarionea1960.

Un saludo

Santi dijo...

Desde luego es un análisis interesantísimo, Jozko. Coincido contigo -y con otros comentarios- en la idea de que sin igualdad y sin dignidad no puede haber libertad verdadera. Pero esto tampoco debe llevarnos a idealizar la situación anterior. Reconozco que no soy un experto ni mucho menos en política de Europa del Este, pero lo que he leído sobre la situación durante el comunismo, y lo que he podido aprender durante mi corta estancia en Rumanía, es verdaderamente terrible. No es que hubiera la libertad para participar en una causa común, sino la obligación de acatar esa causa común, participar en ella, vitorearla, aplaudirla, dedicarle tu vida. Y si no lo hacías corrías el peligro de ser detenido, perder tu trabajo, etc.

Tampoco conviene olvidar una cosa que dice Jozko en su post: que la pobreza de muchos de estos países es anterior al comunismo; es decir, que hay unos deficit estructurales (desarrollo industrial, infraestructuras, servicios públicos) que se arrastra desde hace muchas décadas. Quizás no sea del todo justo culpar de todo ello al comunismo, pero desde luego tampoco es justo decir que la democracia tiene la culpa. Desde luego, en Rumanía la gente (con la que yo he hablado) tiene muy claro que con Ceaucescu no vivían mejor.

Corvus dijo...

Realmente si eres libre ,pero con el estomago vacío y sin poder mantener bien a la familia de poco sirve.
Personalmente creo que el error,ja pactado por lo que se comenta, fue que los que salieron ,se volvieron a colocar con otro disfraz,y eso se ha notado con los últimos dirigentes del país.
La palabra libertad es muy bonita ,pero realmente no tiene sustancia ,de que sirve poder hablar mal o opinar sobre los errores de los gobernantes ,cuando de todas formas seguirán con sus propósitos ,propósitos que realmente no sirven a los ciudadanos.
Personalmente no creo que se pueda comparar el caso de Rumanía ,con Ceaucescu,al de Hungría,parte de los problemas que tienen ambos países es debido a ese régimen ,y que perduran allí.
(Por cierto jozko encontré un curso de Húngaro, bastante asequible del Instituto Cervantes, aquí en Budapest,perdón por comentarlo aquí)

jozko dijo...

Hola Santi!

Planteas en tu comentario cosas interesantes. La situación en cada país debía ser bastante diferente, por ejemplo en Hungría no había nada de eso que comentas. En cualquier caso tienes razón en que no hay que caer en una idealización de lo que había antes. Por ejemplo el bienestar de la Hungría anterior a 1989 (que echa de menos gran parte de la población) produjo un fuerte endeudamiento externo (ya plantearon aquí el problema un lector húngaro, así como Asier) y eso marcó en gran medida el camino que tuvo que seguir Hungría en 1990 y después (aunque también es cierto que la crisis actual no tiene que ver con eso, ni siquiera el fuerte endeudamiento actual húngaro, producto de los últimos años). Y ese es un dato a tener en cuenta.

En cuanto al comentario que hice sobre la pobreza, se refería a la opinión de "vamos a vivir como en Viena". En cualquier caso me parece que la población húngara (y de otros países) ha aguantado bastante, precisamente porque pensaban que la mala situación económica era producto de la herencia del comunismo. Pero esa excusa (aunque tenga parte de verdad) no va a durar siempre. Sobre todo si ven que la situación es cada vez peor (otra cosa es si vieran que va mejorando, aunque sea despacio). El problema es que ahora se están destruyendo infraestructuras (un ejemplo es el ferrocarril) que ya existían antes y que incluso alguna vez funcionaron bien.

Por lo demás, yo conozco húngaros de Rumanía que son nostálgicos de la época comunista (y me hablaron del asunto sin que yo les preguntara). Conozco encuestas que he leído en periódicos húngaros. Mi experiencia personal me dice que para un extranjero puede ser difícil darse cuenta de estas cosas, al menos en un principio (yo necesité más de un año para darme cuenta de que en Hungría existía nostalgia por el comunismo - sobre todo me dí cuenta viviendo en una barriada de las afueras de Budapest y estando en contacto con gente que lo estaba pasando mal, presentía su existencia antes, gracias la cantidad de artículos que había sobre el tema, pero no por haber conocido a alguien que fuera nostálgico). También cuenta si uno conoce la lengua (es un dato muy importante), y por supuesto también hay que tener en cuenta que un extranjero, por razones obvias siempre tiene contacto con gente que está un poco por encima de la media (profesores o estudiantes universitarios, gente que puede pagarse cursos de idiomas, etc), no con la gente que peor lo está pasando y que por eso mismo son nostálgicos (lo digo sin ánimo de ofender o menospreciar a la gente a la que le has preguntado, y que ni conozco ni sé quienes son, Santi, simplemente comento mi experiencia - en Hungría y Eslovaquia - que quizás para Rumanía no sea válida).

Un saludo y gracias por tu interesante comentario. Por cierto, espero que sigas comentando tus experiencias por Rumanía.

jozko dijo...

Hola Corvus!

Eso es cierto, a mi, sinceramente no me parece gente muy de fiar Horn, Gyurcsány u otros similares, que fueron gente relativamente importante de los comunistas y ahora hacen políticas neoliberales. Entiendo que uno puede cambiar de ideas. Pero si lo hace un político profesional que está ocupando altos cargos gubernamentales, me da muy mala espina y voy a sospechar de que hay otros intereses de por medio.

Por lo demás no sabía que tenían cursos de húngaro en el Cervantes, eso sí que me ha sorprendido :). Espero que te vaya bien con el curso. Por cierto ¿quién da las clases?

Un saludo y gracias por tu comentario.

ana dijo...

Lo que pasa ,evidentemente,en todo el mundo es que las neo elites(bien maffiosas digamos)no sueltan el hueso de la boca.
Estas son neo capitalistas o pseudoizquierdistas de acuerdo a como se manejan las contradicciones.
Por lògica ante la caìda de los sistemas socializantes ,que habìan logrado CAPITALIZAR el sacrificio de los pueblos para su SOSTEN SOCIAL y la MANTENCIÒN DE SUS FUENTES DE TRABAJO,los ex comunistas convertidos al neo capitalismo aprovecharon todo ese capital acumulado para el interès privado y la acumulaciòn financiera.
Se instituyò un capitalismo globalizado que tenìa en realidad las dos carcomas del propio CAPITALISMO o sea el MONOPOLIO Y EL MANEJO OLIGOPOLICO.
Los sistemas sociales y servicios pùblicos(caso de los trenes)quedaron secundarizados a la rentabilidad de la empresa y no a los fines fundamentales de mantener el tejido social.
SI LOS SOCIALDEMOCRATAS HUBIESEN SIDO SOCIALDEMOCRATAS Y NO UNA RECUA DE SINVERGUENZAS ESO NO HUBIESE PASADO.
En nuestro paìs:ARGENTINA ,tenemos un gobierno que se dice populista y en este momento hay un comienzo de inducciòn propagandìstica que trata de convencer a la gente que las UNIVERSIDADES DEBEN SER TARIFADAS.
POR ESO SIN LUGAR A DUDAS SON UNA RECUA DE SINVERGUENZAS DISFRAZADOS DE CUALQUIER COSA.