El periódico Népszabadság, el más importante de información general en Hungría ha hecho pública una interesante entrevista realizada por su corresponsal en Bratislava al recientemente elegido por segunda vez presidente de la República Eslovaca, Ivan Gašparovič. Los temas fundamentales que han tratado ha sido la situación interna del país y en especial las relaciones del presidente con la principal minoría étnica del país.
- Señor presidente, usted ganó las anteriores elecciones presidenciales gracias al voto de la minoría húngara. Sin embargo, en las últimas elecciones su porcentaje de voto en el sur de Eslovaquia ha sido mucho menor. En su opinión ¿cuál es la razón de esto?
En las elecciones de hace cinco años los húngaros de Eslovaquia solo me votaron en la segunda vuelta [Casi nadie conocía entonces a Gašparovič, que quedó sorprendentemente segundo en la primera vuelta, por delante, aunque solo fuera por 4 mil votos, de Eduard Kukan - democristiano y uno de los favoritos. Ganó la segunda vuelta con el 60% de los votos porque su rival era el polémico Vladímir Mečiar, al que se asocian los años oscuros de aislamiento e inestabilidad tras la caída del régimen comunista] . Es evidente que la razón es que el otro candidato era Vladímir Mečiar. Ahora, en cambio, mi rival era Iveta Radičová, candidata apoyada por el Partido de la Coalición Húngara. A mí poco menos que me acusaron de ser antihúngaro, lo cual, hasta hoy en día me disgusta especialmente, porque eso no es verdad [pues bien que lo oculta]. Tengo muchos amigos húngaros. Yo no discuto con los húngaros de Eslovaquia, sino con algunos políticos del Partido de la Coalición Húngara, que producen continuamente tensiones en la política interna de Eslovaquia con sus exigencias y sus declaraciones equívocas. [eso no es del todo cierto ya que uno de los socios de gobierno, el ultranacionalista Partido Nacional Eslovaco, suele provocar a los húngaros continuamente - a veces también lo hace el primer ministro Fico o Gašparovič mismo- por ejemplo cuando se negó a firmar la ley de lenguas minoritarias para los manuales, que había sido aprobada por la mayoría del parlamento. Muchas de las peticiones de los húngaros son perfectamente normales y comprensibles, otras, es cierto, no tanto.]
- Por lo que parece, los húngaros también le han dado la espalda porque usted no se desmarcó de Ján Slota y de otros dirigentes del Partido Nacional Eslovaco [ultranacioanalistas, el tercer socio del gobierno de coalición dirigido por el socialdemócrata Smer de Robert Fico. El Partido Nacional Eslovaco suele apoyar a Gašparovič - aunque no es su partido- , y viceversa] , cuando estos alarmaron a los ciudadanos eslovacos al afirmar que Iventa Radičová había prometido a los húngaros la autonomía territorial, y eso a pesar de que ella lo negó decididamente... [referencia a un escándalo sucedido durante las últimas elecciones, en las que aparecieron carteles firmados por la candidata opositora Radičová en la que prometía autonomía a los húngaros. Los carteles eran falsos, algunos piensan que fue una maniobra del Partido Nacional Eslovaco para quitarle el apoyo de votantes eslovacos]
Yo no ideé los carteles ni los anuncios políticos que trataron del tema, y tampoco los pegué. Por otro lado, en primavera estuvo en Dunajská Streda (Dunaszerdahely) László Tőkés, [político húngaro de Rumanía, impulsor de las reivindicaciones de autonomía territorial para los húngaros de fuera de Hungría] que junto con Pál Csáky [líder actual del Partido de la Coalición Húngara, que engloba a la mayoría de los húngaros de Eslovaquia, es también el líder del núcleo duro del partido] fue el que planteó la cuestión de la autonomía territorial, lo que para cualquier eslovaco es algo completamente inaceptable. Así que, en mi opinión, el Partido Nacional Eslovaco reaccionó a esas declaraciones. Por lo demás no estoy de acuerdo con muchas de las declaraciones de los dirigentes de este partido, incluso, aunque sean solo respuestas a las preocupantes circunstancias mencionadas.
- ¿Se anduvo con tanto tacto porque usted era el candidato de Slota, así como del partido Smer, dirigido por Robert Fico?
En primer lugar yo era un candidato civil independiente. Pero por supuesto me alegré de que ambos partidos me apoyaran porque me siento cercano a la escala de valores sociales de Smer y a la orientación nacional de ambos.
- Así que ¿usted, como presidente de todos los eslovacos, es neutral desde el punto de vista partidista?
No estoy obligado a nadie ni a ningún partido.
- Los húngaros de Eslovaquia no sienten esto en muchas ocasiones. Por ejemplo usted no firmó la ley sobre el uso de los topónimos en manuales para la minoría húngara [la ley consiguió ser aprobada en el parlamento después de bastantes discusiones, pero Gašparovič no la firmó, presionado por los ultranacionalistas del Partido Nacional Eslovaco]. ¿Por qué no lo hizo?
Yo soy partidario del bilingüismo, pero en mi opinión, la ley aceptada es inaplicable ya que sus principios no son claros. Por ejemplo, según un artículo, en los manuales para las minorías étnicas deben aparecer los topónimos en la lengua de la minoría y en los nombres usados en la práctica diaria. ¿Y quién es el que determina cuáles son estos? Y ¿en qué denominaciones pensaban los creadores de la ley? es que numerosas poblaciones eslovacas tienen nombres en antiguo eslavo, latín, alemán, húngaro y eslovaco [pero un húngaro de Eslovaquia usa los nombres húngaros, conocidos por todos los húngaros, la excusa de Gašparovič no tiene sentido]. Si creamos una ley, sus disposiciones deben de ser claras, debe haber un mínimo de profesionalidad.
- Lo último que ha encrespado los ánimos en Eslovaquia es la modificación de la ley oficial del estado. ¿No es un anacronismo que en nuestro siglo se disponga la lengua en la que deben de anunciarse las cosas en una localidad?
La ley no reduce los derechos en el uso de la lengua materna de las distintas nacionalidades de Eslovaquia. Sin embargo regula que primero se debe informar en la lengua estatal, o sea en eslovaco, excepto en la prensa de las minorías. Ya se han dirigido a mí varios ciudadanos eslovacos con la queja de que en su lugar de residencia, el alcalde no está dispuesto a realizar los anuncios en eslovaco y por eso no se enteran de lo que sucede en la localidad. La ley que está a la espera de ser aprobada sirve para solucionar este tipo de situaciones conflictivas.
- Cuando Robert Fico se convirtió en primer ministro, prometió públicamente que respecto a la política sobre las nacionalidades se mantendría el status quo. Pero los miembros del gobierno que pertenecen al Partido Nacional Eslovaco se esfuerzan en recortar los derechos de las minorías. ¿Cuál es su opinión sobre el asunto?
El status quo mencionado, en mi opinión, significa que hay que cumplir la constitución de nuestra patria [A esto se le llama salirse por la tangente]. Nuestra ley fundamental garantiza los derechos de las minorías, que están por encima claramente de la media europea [o está bromeando o mucha idea de lo que dice no tiene, evidentemente hay lugares donde la situación de las minorías es peor, pero la norma en Europa es que esté mejor, véase el caso de Cataluňa en Espaňa, por ejemplo] . Numerosos periódicos húngaros de Eslovaquia se publican con ayuda estatal, la radio pública Patria emite en tiempo ampliado, durante diez horas diarias en húngaro [en Bratislava ya no se puede escuchar]. Hay nueve editoriales húngaras en Eslovaquia, dos teatros estatales húngaros que disfrutan de ayudas estatales. Al mismo tiempo la constitución remarca la importancia del aprendizaje de la lengua oficial. En este terreno hay ciertos problemas.
El conocimiento de la lengua oficial del estado y la protección de la lengua materna, el derecho al uso de la lengua materna no son cosas que se excluyan, lo que es más: se refuerzan una a la otra. Me alegré mucho cuando en la celebración organizada con ocasión del quinto aniversario de la fundación de la Universidad János Selye de Komárno [universidad húngara de Eslovaquia, construida después de años de presiones de la minoría húngara sobre los políticos eslovacos], en la cual estuve personalmente, László Sólyom y otros invitados de Hungría destacaron también la importancia de conocer bien la lengua materna y el eslovaco además de una o más lenguas extranjeras.
- ¿Cómo ve las relaciones eslovaco-húngaras en la actualidad?
Mucho mejores de lo que afirma la prensa eslovaca y húngara. Ambos países son miembros de la UE, la OTAN y numerosas asociaciones internacionales. Somos aliados y vecinos y esto no va a cambiar, estamos condenados a la colaboración y a la buena vecindad [pues él podría predicar con el ejemplo]. Estas condiciones las podremos desarrollar lo más adecuadamente a nivel nacional y regional si dejamos de echarnos en cara el pasado, y abandonamos la política de agravios que nos lleva a un callejón sin salida evidente. Nuestra historia común no está libre de errores y adversidades trágicas. El análisis objetivo de éstos y su divulgación es fundamentalmente tarea de los historiadores. Por lo que a mí respecta estoy orgulloso de la historia eslovaca, tanto como los húngaros de la suya [esta frase es bastante desafortunada aunque no lo parezca, entre otras cosas porque la historia de húngaros y eslovacos en gran medida es una historia común]. Al mismo tiempo es la obligación de políticos y otras personalidades públicas la formación del presente y del futuro, para lo cual los ejemplos de nuestro pasado común pueden ayudar mucho.
József Szilvássy, corresponsal del Népszabadság en Bratislava.
El artículo en el Népszabadság
No hay comentarios:
Publicar un comentario