Si el domingo las nuevas autoridades ucranianas eliminaron de un plumazo la ley que protegía a las minorías étnicas y sus lenguas, el lunes, uno de los puntales de esas nuevas autoridades, el Sector de Derechas, conocido por su actividad en el Euromaidán y erigido poco menos que guardián del orden (fascista, claro), se ha puesto manos a la obra para cumplir sus objetivos de una Ucrania libre y democrática (nótese la ironía).
Ayer mismo un grupo de miembros de esta organización fascista, irrumpió violentamente en la asamblea y el foro ciudadano que se celebraba en el Consejo de Berehove (Beregszász), ciudad donde los húngaros son mayoría (según el censo del 2001: 48% húngaros, 39% ucranianos, 6,4% gitanos, 5,5% rusos) amenazando a los presentes.
El ministro de AA.EE. de Hungría, János Martonyi ha expresado públicamente su preocupación por el ataque y espera de las nuevas autoridades un compromiso en la defensa de "los valores democráticos europeos".
A la izquierda, uno de los representantes del Sector de Derechas, con una actitud evidentemente pacífica. Fuente: Zakarpattya.net.ua |
Cartel en contra de István Gajdos, único diputado húngaro en la Rada ucraniana. Encabezamiento: Miembro del partido que mata a la gente. Fuente: Zakarpattya.net.ua |
Mientras tanto, ya ha comenzado la campaña electoral en Ucrania, en un ambiente de terror y amenazas: se persigue a los miembros del principal partido político del país, se persigue a los comunistas (cuarta fuerza política en número de votos en las elecciones del 2012 y por cierto opositores a Yanukóvich), se persigue a las minorías étnicas, se amenaza a los diputados para que voten ya sabemos qué, se dan palizas a los que no están dispuestos a hacerlo, se obliga, bajo todo tipo de amenazas, a los antidisturbios a pedir perdon arrodillados, se libera de la cárcel a una oligarca corrupta (Timoshenko), etc, etc, etc. Aún en el hipotético caso de que la oposición "democrática" haya sido democrática alguna vez (que lo dudo), ha dejado de serlo en cuanto ha pactado con los fascistas para echar a Yanukóvich del poder. Además no nos engañemos, el pacto ha venido dado no solo por intereses tácticos, sino también por afinidad ideológica (recuerdo a Yúschenko, el líder de la "democratísima" revolución Naranja, rehabilitando a fascistas como Stepan Bandera y nombrándolo héroe de Ucrania). Por no hablar, claro, de la deplorable actitud de países supuestamente democráticos apoyando a fascistas y alentando activamente golpes de estado.
Fuentes: Kárpátinfo.net, zakarpattya.net.ua
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