El dos de marzo de este año el parlamento eslovaco aprobó la nueva ley sobre la simbología nacional eslovaca, conocida oficialmente con el nombre de "ley patriótica". La ley es un proyecto del Partido Nacional Eslovaco (SNS, Slovenská Národná Strana), de extrema derecha, dirigido por el hungarófobo Ján Slota, y que es socio de gobierno de Robert Fico (ojo, que Fico y su partido Smer pertenecen al grupo socialista europeo y se hace llamar "de izquierdas") y fue propuesta por el ministro de cultura Ján Mikolaj, miembro del SNS. 77 diputados de los 122 presentes votaron a favor (eran necesarios 76), eran sobre todo los de los tres partidos gubernamentales (el SNS, los socialdemócratas de Smer y el Movimiento por una Eslovaquia Democrática- HZDS de Vladimír Mečiar). La variante de la ley aprobada en el parlamento era un poco "light" en comparación con la versión original del SNS, en la que se incluía la obligatoriedad de jurar por el estado eslovaco como condición para recibir el primer carné de identidad. Los puntos principales de la ley aprobada se refieren a los centros de enseñanza, en cuyas clases será obligatoria la presencia de los símbolos nacionales eslovacos, el escudo, la bandera, el himno y el texto introductorio de la constitución, además será obligatorio también que los alumnos escuchen el himno nacional el primer día de clases de la semana. En caso de que el presidente diera el visto bueno y firmara la ley, esta entraría en vigor desde el 1 de abril.
(Slota -SNS, el presidente Gašparovič, el primer ministro Fico- Smer. Foto: Vladímir Šimíček para Sme)
El proyecto ha levantado bastante polémica, no solo entre las minorías húngaras sino también en círculos eslovacos. Por ejemplo la Asociación de Escritores de Eslovaquia ha protestado y ha pedido al presidente Gašparovič que no la firme. El 9 de marzo tuvo lugar una manifestación de protesta en Bratislava, en la que participaron sobre todo jóvenes estudiantes. 15 diputados locales de la ciudad de Žilina (donde ha sido alcalde Slota) han pedido también al presidente que no firme y además han mostrado su rechazo a que se relacione la ciudad de Žilina con Slota porque "extiende el odio y el rechazo hacia otros pueblos y naciones que viven en nuestro estado" y "no creemos en la sinceridad de sus planteamientos" (hacen referencia a una curiosa anécdota, resulta que esta semana se ha sabido que Slota no sabe ni el primer verso del himno nacional, no conoce ni el texto y tampoco sabe quién es el autor). Un diputado independiente del parlamento, František Mikloško, ha calificado la ley de agresiva y de no tener sentido.
Finalmente el propio primer ministro eslovaco Robert Fico pidió al presidente que no firmara la ley y ayer viernes (19 de marzo) el presidente Ivan Gašparovič anunció que no iba a firmar y la devolvería al parlamento para su modificación y su nueva votación. Que nadie piense que es que de pronto Fico o Gašparovič han recobrado la razón. El presidente ha dado diferentes razones para no firmar la ley, y ninguna da pie a ser optimista. No considera adecuada la fecha de inicio de aplicación de la ley, que la puede volver objeto de burla, y es que el 1 de abril es el día de los Santos Inocentes en Eslovaquia. Se ha hecho eco también de la opinión del primer ministro Robert Fico que considera que es demasiado precipitada su aplicación y muchas escuelas no podrían cumplir tan rápidamente las condiciones, así que sería mejor esperar a septiembre, con el comienzo del curso. Por cierto muchas escuelas han protestado porque su presupuesto apenas les da para poder funciar día a día y no podrían permitirse un nuevo gasto para cumplir la ley (la primera intención de Mikolaj, el ministro de educación, era que las propias escuelas cubrieran de su presupuesto habitual el gasto, sin embargo ante las críticas se ha planteado la posibilidad de alguna ayuda estatal a través de una fundación).
Un dato muy importante para comprender lo que pasa en Eslovaquia es que la relación del SNS con los demás partidos de la coalición gubernamental se ha vuelto bastante conflictiva, en parte por las continuas declaraciones polémicas de Slota sobre los húngaros, fuente continua de problemas diplomáticos, y en parte (y esto es más importante) por los escándalos de corrupción que han salpicado en los últimos tiempos al SNS, que han supuesto la pérdida de uno de los ministros que tenía en el gobierno y la sustitución de otro (aunque han seguido manteniendo la cartera). Los escándalos han llevado al SNS a unas cuotas mínimas de popularidad, a apenas tres mes de las nuevas elecciones, según algunas encuestas el partido podría quedar incluso fuera del parlamento. Por eso esta ley le ha venido bien al SNS, al menos ha dejado de estar en las portadas de los periódicos por los escándalos y ahora lo está por una propuesta que gusta a su electorado (otras propuestas suyas no han tenido tanta repercusión). Se ve que algunos tienen que jugar la carta nacionalista para las elecciones.
En cualquier caso no es seguro que la ley vuelva a ser aprobada por el parlamento ya que solo queda una sesión del actual parlamento, la de mediados de mayo, y eso puede ser insuficiente. Por eso Slota y el SNS están bastante contrariados con el presidente, lo que ha sorprendido un poco ya que éste había afirmado que su decisión se había tomado tras las consultas con asociaciones y con la dirección del SNS.
La oposición política, que o votó en contra o se abstuvo cuando el parlamento aprobó la ley , cree que todo esto es solo un juego político por parte del gobierno para manipular a la opinión pública. Incluso lo piensa Tibor Cabaj, vicepresidente del HZDS, socio del gobierno, Cabaj afirma que el presidente le ha seguido el juego al gobierno para evitar la aprobación de la ley (digamos "de manera honrosa", sin tener que rechazarla directamente).
Nada, como llegan las elecciones, circo para el pueblo. Con estos políticos (y los que están al otro lado de la frontera, en Hungría) , lo que extraña es que las cosas no estén todavía peor de lo que están. Y me da que después de las elecciones vamos a estar todavía peor...
Nada, como llegan las elecciones, circo para el pueblo. Con estos políticos (y los que están al otro lado de la frontera, en Hungría) , lo que extraña es que las cosas no estén todavía peor de lo que están. Y me da que después de las elecciones vamos a estar todavía peor...
4 comentarios:
Lo peor es que cuando se juega, por razones electorales u otras, con estas cosas, enfrentando minorias, puede que se genere una tension que en algun momento pueda ser peligrosa.
Si, así lo veo yo también. Y no es solo un caso aislado sino algo bastante habitual. Soy bastante pesimista en este asunto.
Un saludo y gracias por el comentario, Jose Luis.
"El País" se ha hecho eco de la noticia. Más o mennos han contado como aquí se cuenta (una visión crítica hacia la ley, han hablado de los húngaros y de las malas relaciones entre ambas comunidades); pero no han dejado pasar la ocasión para arremeter contra el comunismo.
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Patriotas/ley/Eslovaquia/elpepiint/20100406elpepiint_10/Tes
Gracias por el chivatazo Oxandabaratz, aunque he tardado mucho en contestar, sí he podido leer el artículo.
Lo de arremeter contra el comunismo es que es la enfermedad de El País. Cada vez me da más asco ese periódico.
Un saludo y gracias por el comentario!
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