Cuando a finales de noviembre del 2013 la oposición supuestamente democrática firmó un acuerdo de cooperación con los fascistas de Svoboda para derrocar al gobierno de Yanukóvich, ya lo dejaron claro: una de sus primeras medidas sería hacer el ucraniano lengua única oficial en todo el país y eliminar las leyes que protegen las minorías étnicas, aprobadas en el año 2012, y que permitían que diversas lenguas, como el húngaro y el rumano (además del ruso y otras) fueran lenguas regionales oficialmente y pudieran ser usadas en la administración y en la enseñanza en aquellos lugares donde al menos hubiera un 10% de población hablante de dicha lengua. A los fascistas y sus amiguetes (esos que nos pretenden vender en la prensa occidental como demócratas) no solo no les gustaba la ley de las lenguas regionales, tampoco era de su gusto la reforma administrativa, que se aprobó para permitir que minorías étnicas muy localizadas pudieran elegir un representante en la Rada (el parlamento ucraniano). Así que a nadie debería sorprenderle que ayer domingo, el nuevo gobierno se haya puesto manos a la obra para ucranizar Ucrania. Bueno, si excluímos, claro está, a los que se han creído la propaganda occidental, que nos pone a los golpistas como si fueran el pueblo y sus representantes democráticos, en vez de los que son: fascistas y mercenarios. En cualquier caso, ayer domingo, el nuevo parlamento ucraniano, en el que por cierto, faltaban numerosos diputados y otros habían sido amenazados o apaleados, para que votaran "lo correcto", aprobó una nueva ley lingüística, que pone condiciones mucho más restrictivas (y que por cierto incumple la normativa de la UE, esa misma UE que ha estado apoyando tan intensamente a los golpistas) ya que sitúa el límite a partir del cual se puede usar la lengua de las minorías en el 50% de los hablantes locales. Entre los más afectados por la nueva ley estarán las minorías húngaras y rumanas, por ejemplo, concentradas en las zonas vecinas a las de predominio fascista.
El único diputado húngaro de la Rada, István Gajdos, ha pedido al presidente húngaro Viktor Orbán que interceda, y además se ha quejado amargamente de la situación, que ha calificado de inconstitucional, porque muchos diputados han votado bajo amenazas (y porque según él, la constitución impide que se aplique la eliminación de derechos ya conseguidos). El propio Gajdos no participó en la votación del domingo, ya que estaba (¿¿refugiado??) en Berehovo, el centro cultural y político de los húngaros de Ucrania (era miembro de la fracción parlamentaria del Partido de las Regiones hasta este fin de semana y ha participado en varios actos anti-euromaidán, así que es lógico pensar que teme por su cabeza). En cualquier caso Gajdos ha afirmado que volverá a Kíev para votar en contra del resto de las medidas que se van a aprobar encaminadas a limitar o acabar con los derechos de las minorías étnicas.
Por cierto, preguntado por la situación en Kíev, comentaba al periódico húngaro Népszabadság que "hoy, gentes armadas patrullan por las calles de Kíev y en nombre del pueblo los ultras se meten con cualquiera para castigarlo. No hay seguridad y la mayoría de los diputados o vota por miedo o prefiere mantenerse lejos de la Rada".
Centro de Berehove ("capital" de los húngaros de Ucrania). Fuente: Maszol.ru |
István Csernicsko (léase: Chérnichko), vicerector de la escuela superior de Berehovo (Beregszász en húngaro), afirma que gran parte de las fuerzas de oposición ucranianas no son precisamente conocidas por su simpatía hacia las minorías étnicas, sino que más bien están ocupadas en la construcción de un estado nacional y quieren un país monolingüe. Según Csernicsko, la situación en Transcarpatia es curiosa, porque siendo la parte más occidental del país, se diferencia del resto de las regiones occidentales de Ucrania, ya que estas decidieron no aceptar la ley lingüística del 2012, mientras que el Consejo de Transcarpatia evitó pronunciarse sobre la cuestión, aunque según la ley el húngaro era lengua oficial regional.
En Rumanía, el ministro sin cartera para rumanos del extranjero, Cristian David, ha expresado su preocupación y ha afirmado que "Como consecuencia de esta decisión la minoría rumana de Ucrania, una de las comunidades históricas rumanas más importantes y numerosas, no puede ya usar oficialmente su lengua materna. Y de esta manera los derechos individuales y colectivos de los rumanos de Ucrania han sido seriamente lesionados". En el sur de Ucrania, en la región denominada tradicionalmente Bukovina, en torno a la ciudad de Chernovtsi, así como en Transcarpatia, viven unos 150 mil rumanos, pero además habría que añadir también a los moldavos, unos 260 mil (en Chernovtsi y Odessa).
Rumanos de Bukovina. Fuente: Maszol.ru |
Por lo demás, en varias regiones de Transcarpatia todavía hay manifestaciones solicitando la dimisión de las autoridades locales, por ejemplo del alcalde de Berehovo, Zoltán Babják o el de Úzhgorod, Víktor Pogorélov (que acaba de ser destituido hace unos minutos por presiones de los manifestantes y al que se acusa de corrupción). Hoy lunes se ha reunido la Asamblea de Transcarpatia (el parlamento regional), pero han faltado numerosos diputados del Partido de las Regiones y no se ha podido tomar ninguna decisión por falta de diputados. En Berehovo varias personalidades han dimitido de sus cargos. En Úzhgorod unos desconocidos han arrojado cócteles Mólotov contra el edificio de la Universidad Nacional de Úzhgorod.
Otro artículo sobre el tema: Un vallekano en Rumanía
Fuentes:
Index, Kárpátinfo.net, Népszabadság 1, Népszabadság 2, Tisza News, wikipedia.
1 comentario:
Ver a quienes lanzaban cócteles molotovov y disparaban, se presentaban como amigos de Occidente y de las democracias de la UE cuando menos me hacían pensar que esa clase de amigos o aliados no me resultan deseables
Publicar un comentario