viernes, 30 de octubre de 2009

Clásicos del rock húngaro: Piramis


Piramis es uno de los grupos húngaros más famosos, se fundó en 1975 y tocaron hasta 1982, aunque después se han reunido por alguna ocasión especial, en algún concierto - homenaje, por ejemplo en 1992 o en el 2006. De entre sus miembros destacaba el cantante Sándor Révész, con su peculiar voz.

Su primer disco se editó en 1977 (Piramis I) y hasta 1982 editaron otros seis más, además de numerosas recopilaciones o conciertos. Como curiosidad algunas de ellos en inglés, en 1980 incluso se editó un disco recopilatorio para el mercado español.

(portada de su primer disco. Por cierto el dulce de la portada se llama "Piramis" - pirámide en húngaro)

Desde el principio fueron un grupo bastante conocido y valorado y realizaron numerosos conciertos por diversos países europeos, incluyendo la URSS.

Algunas de sus canciones más famosas:

1. Kobor angyal (Ángel vagabundo) - en concierto. La canción es de 1979.


2. A becsület (El honor) - el video es de 1977



3. Szállj (vuela) - su segunda canción y una de sus baladas más famosas.



4. Ha volna két életem (Si tuviera dos vidas)




Fuentes: wikipedia y la página oficial del grupo (www.piramis.hu). Las fotos también son de allí.

Secesión en Tîrgu-Mureş (Marosvásárhely)

Tîrgu-Mureş o Marosvásárhely es uno de los centros de cultura húngara de Transilvania (en la actualidad pertenece a Rumanía). En su casco histórico destaca el conjunto del Palacio de la Prefectura con su torre y sobre todo el Palacio de Cultura (a la derecha).

El Palacio de la Prefectura fue construido entre 1905 y 1907 , el Palacio de Cultura entre 1911 y 1913. Ambos fueron diseñados por los arquitectos Marcell Komor y Dezső Jakab.

Detalle de la fachada del Palacio de Cultura. Foto: wikipedia


Mosaico "Tributo a Hungría" de la entrada, sobre la inscripción en rumano y húngaro del Palacio de Cultura. Es obra de Aladár Körösfői-Kriesch. Foto: wikipedia

Otra vista del Palacio de Cultura. Foto: wikipedia

El interior del Palacio de Cultura es espectacular. Aquí podemos ver una de las cristaleras que reflejan antiguas leyendas húngaras. Foto: wikipedia

Como suele ser habitual en Transilvania la ciudad tiene nombre rumano (Tîrgu-Mureş), húngaro (Marosvásárhely) y alemán (Neumarkt am Mieresch), mas su nombre antiguo en latín. Tradicionalmente ha sido una ciudad de población húngara, aunque en el último censo (2002) el 50,3% de la población se declaró rumana, mientras que el 46,7% húngara.

La ciudad se considera la capital de los székely (sículos), grupo étnico húngaro peculiar, propio de esta región.

El Cifrapalota de Kecskemét

Un bello ejemplo de arquitectura húngara de estilo secesión. El Cifrapalota o Palacio Ornamentado de la ciudad de Kecskemét. Construído en 1902 según los planos de Géza Markus. (Fuente: wikipedia)

jueves, 29 de octubre de 2009

A veinte años de aquello...


(Dibujo de György Németh, ya mencionado alguna vez aquí por sus ilustraciones del libro "Trápiti" de László Darvasi. Cartel de la izquierda: Baloldali megoldás - solución de izquierdas. Cartel de la derecha: Jobboldali megoldás - solución de derechas. Cartel de abajo: Rendszerváltás - cambio de régimen. Fuente: www.kisalföld.hu)


Este año se cumple el veinte aniversario de la caída del comunismo en Hungría. Sobre este y otras temas de interés escuché el otro día en la emisora InfoRádió una interesante entrevista a László Pesty, un destacado intelectual de derechas, cercano al Fidesz (la oposición al gobierno socialista), participante en el movimiento que acabó con el régimen comunista, periodista y director de documentales sobre temas espinosos como la nueva realidad social húngara o la violencia policial durante los acontecimientos del 2006. En la entrevista se habló un poco de todo, del avance de la extrema derecha, del futuro de Hungría y también de su pasado comunista, del cambio de régimen, de cómo valora la gente lo que pasó, etc. Hay puntos de la entrevista que me parecen geniales, comparta yo o no la opinión del entrevistado. Por eso me he decidido a escribir sobre ella, en concreto cuando hablan del cambio de régimen y de la postura de la gente ante él. Seguro que muchos se sorprenderán de las cosas que dice Pesty, quiero aclarar que no estoy de acuerdo con parte de su discurso, pero no es eso lo importante, sino que permite comprender un poco la Hungría del 2009. Además la emisora en la que le hicieron la entrevista también está también vinculada a la derecha, lo cual, en mi opinión da más validadez a lo que dice. Por desgracia no la he encontrado por escrito, aunque se puede escuchar en la página web de la emisora InfoRádió, en concreto aquí, claro está en húngaro. Tuvo lugar durante el programa Aréna, de análisis político.

Después de hablar de los acontecimientos del 2006 (los disturbios en contra del gobierno, que acabaron con la ocupación del edificio de la televisión pública y la famosa imagen de los manifestantes dirigiendo un tanque contra la policía, que dio la vuelta al mundo), así como de lo que le espera a Hungría con el futuro gobierno de la derecha, el entervistador cambia de tema bruscamente y sorprende a Pesty con una curiosa pregunta: ¿Ha existido el cambio de régimen? Y no es baladí la cosa, entre los círculos de derecha y extrema derecha está muy extendida en la actualidad la idea de que no ha habido cambio de régimen (los húngaros lo suelen llamar "rendszerváltás"). La razón es que no ha llegado "el paraíso" que esperaban, el nivel de vida ha bajado y además la antigua nomenclatura comunista ha conseguido recuperar en parte el poder, y es que muchos de los antiguos dirigentes comunistas hoy gobiernan con los colores de la socialdemocracia, basta con que mencionemos a los ex-primer ministros Gyula Horn o Ferenc Gyurcsány.

Pesty califica este tipo de opiniones de demagogia pura. Por supuesto que hubo cambio de régimen (él fue de los participantes en los acontecimientos). Sin embargo el entrevistador intenta profundizar en el tema: ¿cómo se le puede explicar a una de esas personas que no ha sentido ningún beneficio por la caída del comunismo que mereció la pena? (hay que destacar que a ese grupo quizás pertenezca la mayoría de la población húngara).

No sé si el entrevistador lo hace intencionadamente o solo es casualidad, en la propaganda del Partido Comunista Obrero Húngaro (comunista), se hace incapié en esa idea: ¿han merecido la pena estos veinte años?

Pesty lo tiene claro, por supuesto que ha merecido la pena. Hemos conseguido la libertad. Si no hubiera habido cambio de régimen no estaríamos en el estudio discutiendo de este asunto.

El periodista no queda muy convencido. ¿Tan importante es la libertad? ¿Es tan importante la libertad para una persona que a fin de cuentas no se ocupa de la política o como mucho va a hablar de ella solo con su círculo familiar más cercano?

El entrevistado da una respuesta bastante típica, por supuesto para esa gente no. En todas las sociedades hay gente ciega que rechaza a sus libertadores. Para ellos evidentemente la caída del comunismo no ha traído nada bueno.

Aquí me detengo un momento, porque es algo importante. Me parece que Pesty y su entrevistador tienen un punto de vista bastante limitado y cerrado de lo que es la libertad. A mi me parece que la libertad es otra cosa, pero no voy a discutir ahora de ello, solo quiero destacar que Pesty reconozca que para parte de la población (la mayoría) la caída del comunismo no ha traído nada bueno. No deja de ser curioso oírlo de labios de alguien que participó activamente en la caída del régimen anterior. Pero continuemos, porque lo siguiente no tiene desperdicio:

Para esta gente la caída del comunismo no significó nada bueno porque "junto a la libertad trajo también la miseria". "Puede que fueramos demasiado inocentes. Lo fuimos, pensábamos que las cosas serían mucho mejor. Contábamos con un cambio social mucho más grande. No pensábamos que el nivel de vida bajaría o que se extendería tanto la pobreza por Hungría. No sabíamos que la corrupción iba a convertirse en un problema tan grave. (...) No sabíamos que algunas empresas iban a limitar el trabajo de los sindicatos. No sabíamos que llegaría un momento en el que desaparecerían líneas de ferrocarril, escuelas, hospitales, no pensamos en muchas cosas, y lo que menos pensamos aún fue que la élite postcomunista regresaría al poco tiempo con otro nombre fortalecida y de paso tomaría el poder. En definitiva la antigua élite ha permanecido. Eso no llegamos a pensarlo en ningún momento".

(comentar sólo que por falta de dinero desde la caída del comunismo se han cerrado hospitales, escuelas, líneas de ferrocarril que unían pueblos, etc).

La continuación también es sorpendente, el entrevistador le pregunta qué pensaban conseguir, cómo veían la nueva Hungría en ciernes. "Pensábamos que recuperaríamos el terreno perdido con los países occidentales". "Pensábamos que estaríamos como en Viena".

La respuesta es cuando menos chocante, sobre todo si pensamos que el atraso de los países de Europa Central y Oriental respecto a Occidente viene de largo, y era algo característico de la zona mucho antes de que se instalaran allí gobiernos comunistas. Basta con echar un vistazo a un libro de historia para saberlo. De hecho, en el caso que nos ocupa, la Hungría de los años 30 era mencionada en muchos lugares como "el país de los tres millones de mendigos".

Pesty continúa: "éramos jóvenes e inocentes y pensábamos que todos los males eran culpa del sistema de partido único y de la economía basada en la planificación socialista. Pensábamos que el sistema multipartidista y la economía de mercado resolverían esos problemas automáticamente".

(cartel del Fidesz para las primeras elecciones tras la caída del comunismo. Por aquel entonces era un partido liberal, practicamente la asociación juvenil de los liberales del SzDSz, luego tras el varapalo de la derecha en las segundas elecciones ocupó todo el espacio a la derecha política - a veces también el de la extrema derecha - hasta hoy. Por supuesto estos criterios de "derecha" e "izquierda" son discutibles, para muchos el programa económico del Fidesz está más a la izquierda que el de los socialistas - los socialistas lo acusaron no hace mucho de ser directamente comunista. Tessék választani: por favor, elija)

El entrevistador habla luego de otro tema interesante, hasta qué punto el cambio de régimen fue un movimiento de masas o la consecuencia de una élite intelectual minoritaria, quizás de entre 3 mil- 5 mil personas. La pregunta tiene su miga porque en general se suene mencionar (fuera de Hungría) los acontecimientos de 1989 como uno de los casos típicos de "revolución desde arriba", el cambio de régimen fue algo pactado entre las élites comunistas reformadoras y los disidentes, no hubo tiempo a que hubiera una presión real desde abajo, o al menos una presión fuerte, como pudo haber quizás en otros lugares (digamos la RDA). Evidentemente el entrevistado se muestra contrario a esta idea y afirma que también entonces hubo manifestaciones multitudinarias con decenas de miles de participantes. Según él, una de las cosas que demuestran que los movimientos partidarios de la caída del comunismo eran populares fue que en las primeras elecciones "libres" estos partidos triunfaron, los socialistas en cambio, fracasaron (en las elecciones de 1990 los socialistas no llegaron al 11% de los votos, el resto de los partidos del parlamento estaban vinculados al movimiento anticomunista, los comunistas quedaron fuera con menos de un 4% de los votos). El entrevistador le recuerda entonces que eso fue un periodo relativamente corto, ya que en las siguientes elecciones los socialistas consiguieron la victoria. (En 1994 los socialistas se hicieron con la mayoría absoluta de los escaños en el parlamento, al lograr un 33% de los votos, el MDF, del gobierno anterior, sufrió un varapalo impresionante quedándose en un 12% y desde entonces no levantan cabeza, luchan continuamente por no desaparecer). El entrevistado asiente, sí, pero no fue en 1989-90, sino después. En su opinión, en 1989 la mayoría de la gente deseaba el cambio de régimen.

Luego continúan hablando de las consecuencias de los cambios: "Sabíamos lo que queríamos, claro que no queríamos lo que hay ahora. Queríamos capitalismo, libertad de mercado, multipartidismo, libertad. Lo que no teníamos claro eran las consecuencias que traerían estas cosas".

El entrevistador sigue poniendo el dedo en la llaga: ¿Qué le podemos decir a una persona que siente que el cambio de régimen no ha merecido la pena? ¿Qué decirles a esa mayoría de personas que piensan con nostalgia en la época comunista?

"Es cierto que hay una nostalgia por la época de Kádár, por el pan barato, por las salchichas baratas, por la cerveza barata. Pero por otro lado también hay esa nostalgia porque la sociedad sufre de anmnesia. Sencillamente han olvidado la historia, en parte porque no les interesa y en parte porque les interesa pero la han olvidado".

Me parece una forma de despreciar la gente que piensa de otra manera. Es muy fácil criticar al que no tiene pan, sobre todo cuando uno no tiene ese problema. Por lo demás me parece que las cosas son más complicadas que eso. Y que hable de amnesia quien ha demostrado una falta de luces increible (pienso en eso de alcanzar a Occidente). De hecho el propio entrevistador lo ve también así y le hace una curiosa observación: "¿Y si es así porque los crímenes del régimen anterior no les han sucedido a ellos, sino solo a los que estaban en contra del régimen?. "

Evidentemente cada cual valoras las cosas según su situación personal, esto es lógico. Yo he conocido intelectuales que sufrieron en mayor o menor medida persecución durante la época comunista, evidentemente son anticomunistas. Pero mucha gente, la mayoría, no sufrió esos problemas. También en la valoración del capitalismo podemos hacer el mismo análisis, a fin de cuentas, si László Pesty fuera un mendigo, o una persona sin hogar, quizás no mencionaría tantas veces la palabra "libertad" en su discurso, como lo hace. Entre otras cosas por que la libertad es algo mucho más profundo que poder hablar mal del que tiene el poder, o poder elegir cada cuatro años quién te va a explotar (¿de verdad tenemos la opción de poder decidir? creo que muchas personas en países occidentales tienen muy claro que no, y de ahí la alta abstención en muchos lugares). El propio entrevistador lo plantea cuando afirma: qué les podemos decir a la gente que no tiene tiempo para escuchar por ejemplo este programa porque tienen que tener dos trabajos para poder sobrevivir. Para ellos, ¿ha merecido la pena?

(tengo aún pendiente un artículo sobre 1989 y otro sobre 1956... pero son temas complejos de los que me gustaría escribir en profundidad y eso requiere leer mucho, y analizar, así que en esas estoy).

NOTA: La idea original era haber transcrito exactamente la entrevista, pero era demasiado larga, además tenía que hacerlo mientras escuchaba el programa ya que no encontré el texto escrito, y por último a mitad del trabajo se me borró todo -cosas de la informática- por eso finalmente he dejado solo un resumen de la parte que me pareció más interesante. Espero que con este artículo se pueda entender un poco mejor el tema de la nostalgia por el comunismo, y también el avance de la extrema derecha, sobre todo entre los jóvenes, que surge de un rechazo absoluto a los 20 años de capitalismo (y también, es cierto, a los años de comunismo).

jueves, 22 de octubre de 2009

La caja de música

Hace años quedé impresionado por la película "La caja de música" de Costa Gavras, cuyo guionista era de origen húngaro, Joe Eszterhas. Cuenta la historia de un emigrante húngaro en Estados Unidos que es acusado de haber cometido crímenes durante el régimen fascista de las Cruces Flechadas. Su hija, una prestigiosa abogada se encargará de su defensa. Poco a poco, según avanza la investigación, su hija empieza a tener dudas de la inocencia de su padre y finalmente se dará cuenta de que la acusación es cierta. Me da que Eszterhas sabía muy bien de qué escribía.

Lo que viene ahora, por desgracia, no es el guión de una película.

El 8 de noviembre 1944 un joven judío de Budapest, Péter Balázs, de 18 años, que había evitado ser internado por llevar papeles falsos, fue reconocido en el tranvia por un conocido perteneciente al ejército húngaro. El conocido lo detuvo y lo llevó al cuartel de la avenida Arena 51 (hoy György Dózsa). Lo encerró en una habitación y él y varios de sus colegas lo torturaron durante horas hasta que el joven murió. Después los asesinos cogieron el cuerpo, lo llevaron a la orilla del Danubio, le ataron piedras y lo arrojaron al río. Károly Zentai, Béla Máder y Lajos Nagy fueron los tres "valientes" que mataron a un chaval cuyo único crimen era ser judio y no llevar la estrella de David.

Tras la guerra, en 1945, Béla Máder fue entregado por el ejército norteamericano a las autoridades húngaras y el 21 de marzo de 1946 fue condenado a cadena perpetua, pero solo cumplió condena hasta 1956. Lajos Nagy fue detenido por los soviéticos y el 26 de febrero de 1948 fue condenado a muerte por el asesinato de Péter y por otros crímenes. Sin embargo el presidente le conmutó la pena a cadena perpetua. En 1956, durante el levantamiento húngaro anticomunista fue liberado y luego huyó del país.

El tercer criminal, Károly Zentai o Charles Zentai, que reconoció a Péter en el tranvía, había sido su instructor levente (una especie de servicio paramilitar obligatorio en la Hungría de entreguerras), por eso conocía al chico. Huyo a Alemania Occidental, en 1948 el gobierno húngaro pidió su entrega al ejército norteamericano, pero por el enfriamento de las relaciones este-oeste los norteamericanos no llegaron a entregarlo. A pesar de todo Zentai prefirió poner tierra de por medio, primero fue a Italia y luego, en 1950, a Australia. En 1956 le fue concedida la nacionalidad y allí ha vivido hasta el día de hoy. El gobierno húngaro lo condenó en ausencia en 1948 y ha intentado en varias ocasiones su extradición, sin éxito. Finalmente, en agosto del 2008 un juez australiano ordenó la entrega de Zentai a Hungría para ser juzgado. El 20 de agosto del 2008 el anciano, que tenía entonces 86 años, fue detenido por la policía australiana. Pero luego fue dejado en libertad y recurrió la sentencia. Por fin, el 8 de octubre de este año, el juzgado de Perth ha rechazado el recurso de Zentai y ha declarado que el susodicho puede ser entregado a las autoridades húngaras. Hoy mismo ha ingresado en prisión. Su entrega a Hungría tendrá lugar en un plazo de 14 días como mucho, aunque entre tanto pueden pasar algunas cosas aún, como por ejemplo que la familia del acusado recurra al tribunal supremo, aunque los altos costes judiciales lo hacen poco probable. La otra opción es que el ministro del interior no permita su extradición, ya que la ley permite que la última palabra sea la suya; así que la familia del acusado se ha dirigido al ministro.

(Károly Zentai en la actualidad. Foto: origo.hu)

Sinceramente, por mucho que tenga el aspecto de un frácil anciano, no me gustaría estar en la misma habitación, respirar el mismo aire que una persona capaz de cometer un crimen así. Me da igual que hayan pasado más de 60 años. Matar a alguien es un crimen brutal, horrible, despreciable. Y este señor debería haberse pasado toda su vida en la cárcel, ojalá se pase lo poco que le queda. Y todavía se queja, si le extraditan a Hungría será para ser juzgado nuevamente, quizás ni siquiera sea condenado. Lo curioso del caso es que el señor todavía tiene la cara de afirmar que no hay garantías en Hungría de un juicio justo, que no hay democracia en el país. Y yo debo creerme que hay justicia y democracia es un país que ha protegido durante más de 50 años a un asesino. Quizás es que la democracia es para estos señores lo que había en Hungría en 1944. Sus abogados han llegado a argumentar que lo sucedido no era un crimen en la Hungría de la época (el país estaba bajo el terror del fascismo, los cruces flechadas). Zentai se defiende afirmando que el no estaba en el país en el momento del asesinato, pero tampoco consta en ningún lado que hubiera desertado o algo parecido, además en los juicios de los otros dos asesinos, tanto ellos como los testigos mencionan a Zentai. Y cuando solicitó la ciudadanía australiana escribió que había huído de Budapest en 1945.

Zentai es el número 7 de la lista de los criminales nazis más buscados, según el Centro Simon Wiesenthal.


Fuentes: index.hu, hvg.hu, beszelo.c3.hu, origo.hu

miércoles, 14 de octubre de 2009

S O L A R I S

Solaris es un grupo de rock progresivo, uno de los clásicos del género no solo en Hungría.

(Portada de su disco Crónicas marcianas, de 1984)

El grupo fue creado en 1980 y tomó el nombre de la novela homónima del escritor polaco de ciencia-ficción Stanislaw Lem. La elección del nombre no fue casual ya que la ciencia-ficción es un elemento presente en toda la obra del grupo, muchas de sus canciones más famosas tienen como referente alguna obra clásica del género, por ejemplo las Crónicas marcianas de Ray Bradbury o El regreso del Viking (A Viking visszatér), de Péter Zsoldos, considerada quizás la mejor novela húngara de ciencia-ficción.

1. El regreso del Viking:



(nota: el video no es el oficial, y el que lo hizo no sabía a qué se refería el título, así que pensó que se trataba de los vikingos)

2. Crónicas marcianas:



3. Solaris:



Fuentes: http://metalliumhungaricum.blogspot.com y wikipedia húngara

De nuevo a vueltas con el gas

Todos los años la misma historia. Aunque a los españoles nos pille por sorpresa, como la cosa tiene su importancia para los países de Europa Central y Oriental, los periódicos de la zona suelen prestar bastante atención a los problemas del gas y de Ucrania. Con la que se montó a comienzos de este año, y con una Ucrania al borde de la quiebra, se especula continuamente con la posibilidad de que se vuelvan a repetir los mismos problemas. En realidad, la cuestión es si Ucrania es capaz de cumplir los acuerdos que tiene firmados con Rusia y con los países receptores o no. Por eso se ha estado muy pendiente de si Ucrania iba pagando o no la factura del gas mes a mes. Durante todo el verano han ido llegando señales de alerta, varios pagos se realizaron con retraso, a la parte ucraniana le costó gran esfuerzo encontrar la manera de pagar. Se llegó incluso a hablar de la posibilidad de que Ucrania recibiera una ayuda occidental para poder hacer frente al pago, pero a comienzos de julio el FMI se negó Otra posibilidad era que Rusia fuera el donante, a fin de cuentas los rusos no tienen interés en que Ucrania entre en bancarrota. Si bien los rusos en un principio no parecieron muy entusiasmados con la idea, en los últimos tiempos han vuelto a tenerla en cuenta.

Visto lo visto, todavía en verano la UE avisó a los países afectados para que aprovecharan el poco consumo y tuvieran reservas preparadas por si acaso en enero Ucrania es incapaz de pagar el gas ruso y se interrumpe la circulación de gas. Con esto no hizo más que desatar los rumores de una posible reedición de la guerra del gas.

A este problema se añade que Ucrania no quiere comprar tanto gas ruso, el caso es que su economía está sufriendo duramente la crisis, así que no necesita consumir tanto, además pretende sustituirlo por otras energías, como la eléctrica o el carbón. Pero, los rusos, piensan que Ucrania no puede variar unilateralmente los acuerdos firmados. Según el de enero de este año, Ucrania debe comprar 50 mil millones de metros cúbicos anuales, durante los próximos diez años. Sin embargo, las autoridades ucranianas querrían reducirlo a la mitad. Aleksei Miller, presidente de Gazprom afirmó hace unos días en Argentina que Ucrania, quiera o no debe comprar 50 mil millones; "Ucrania está obligada por un acuerdo, así que debe hacerlo". La respuesta del gobierno ucraniano: "no vamos a reaccionar ante declaraciones agresivas".

También ha habido algunos conflictos en relación con el acuerdo de tránsito, que Ucrania pretendía modificar, exigía un precio de tránsito más alto, a pesar de que Rusia ya había pagado el tránsito del primer cuatrimestre del 2010. Aunque parece que en este aspecto los ucranianos han afirmado que cumplirán los acuerdos. Además hay que tener en cuenta que a comienzos del 2010 habrá elecciones presidenciales en Ucrania, lo cual también puede influir en el transcurso de los acontecimientos.

Así que el invierno promete ser otra vez frío. Y de paso, la impresentable prensa rusófoba de España puede que tenga carnaza.

Por lo que respecta a Hungría las reservas están al máximo, pero cada vez son más las voces que piden una diversificación de los proveedores del gas.

Fuentes: index.hu, kitekinto.hu, hvg.hu

martes, 13 de octubre de 2009

El cuento de nunca acabar: Eslovaquia-Hungría (noticias, octubre 2009)

Hace mucho que no escribo de Eslovaquia y las relaciones húngaro-eslovacas y no precisamente por falta de acontecimientos, más bien al contrario. Solo que me cansa el envenamiento continuo de las relaciones entre los dos pueblos hermanos, porque es lo que son, aunque a muchos les pese. También porque quería dejar tiempo para que algunas cosas maduraran, a veces escribir de un acontecimiento actual nos impide el tener una perspectiva, y con lo delicado del asunto, no está demás pensar las cosas con la cabeza fría, algo que durante el verano y el mes de septiembre no han hecho ni unos ni otros.

Mencionaré solo por encima alguno de los capítulos del esperpento en el que se han convertido las relaciones entre ambos países en los últimos tiempos. Digo esperpento, porque otro nombre no merece, o sino veamos el escándalo de la frustrada visita del presidente húngaro László Sólyom a Révkomárom o Komárno, ciudad del sur de Eslovaquia con una mayoría de población húngara, para la inauguración de un monumento al rey húngaro Esteban, según los eslovacos, saltándose a la torera todas las reglas de la diplomacia, por lo cual lo interpretaron (unanimemente) como una provocación - además coincidía con el aniversario de la invasión del Pacto de Varsovia en 1968, en la que participó Hungría - y respondieron, ni más ni menos que prohibiéndole la entrada al país. El asunto, que un país de la UE le prohiba la entrada a un jefe de estado de otro país de la UE, ha sido tan escandaloso que incluso la prensa española se hacía eco de lo sucedido (véase por ejemplo El País, aquí hay un resumen en español de artículos de periódico). Aunque digamos también que Sólyom tiene por costumbre hacer este tipo de visitas, supuestamente privadas, a los húngaros de los países de alrededor sin contar con las autoridades del país en cuestión (en este caso las autoridades eslovacas ni siquera estaban invitadas al acto y Sólyom rechazó la posibilidad de encontrarse con el presidente eslovaco Gašparovič), en realidad estas visitas no tienen nada de privadas, sino que son actos públicos, lo que le ha buscado ya problemas con las autoridades rumanas y serbias. ¿Tanto costaba ser un poco diplomático? Si sabemos que los eslovacos van a reaccionar con desconfianza y que cualquier pequeño detalle va a ser usado para engordar la campaña antihúngara, ¿por qué desde Hungría, en vez de intentar serenar los ánimos, o mostrar que esos miedos son infundados, algunos - en este caso el presidente- se empeñar en gritar más alto, y en buscar un enfretamiento por cualquier nimiedad? Así que el escándalo ha sido de aupa. Después, como reacción, unos desconocidos atacaron el centro cultural eslovaco de Budapest. Así, poco a poco, unos y otros van poniendo su granito de arena para que el diálogo sea imposible. Y me temo que algún día nos tocará lamentarlo.

(El presidente húngaro Lászlo Sólyom, en el puente que lleva desde la parte húngara a la parte eslovaca de Komárom, justo después de que no se le permitiera la entrada en Eslovaquia. Foto: parameter.sk)

El otro gran escándalo de las últimas semanas ha sido propio de las novelas de Zamiatin, o de Orwell. La ley lingüistica eslovaca, un intento de regular el uso de la lengua eslovaca y de las minorías en el país y que incluye multas bastante onerosas para quienes no la cumplan. A partir de ahora, por ejemplo si un húngaro de Eslovaquia habla con un médico húngaro de Eslovaquia en un hospital de Bratislava, es obligatorio que ambos usen el eslovaco, en caso contario, pueden ser multados. En Hungría claro está se ha exagerado un poco el contenido de la ley (también tiene artículos en defensa de las lenguas minoritarias, pero de eso no se habla tanto), aunque el simple hecho de que alguien se plantee una ley así, me parece propio de enfermos. Miklós Duray, uno de los intelectuales húngaros nacionalistas de Eslovaquia más destacados, antiguo disidente, decía que ni siquiera en la época comunista a alguien se le había ocurrido una ley así. Los húngaros han intentado que la UE medie en el asunto, aunque a mí no queda muy claro si lo ha hecho o no (teniendo en cuenta que las dos partes se han quedado más o menos contentas con la mediación, a pesar de que no ha pasado nada, los eslovacos siguen en sus trece, no van a cambiar ni un ápice la ley, los húngaros siguen exigiendo que desaparezcan los artículos conflictivos)...

El único dato positivo es que los dos primer ministros decidieron reunirse para limar un poco las diferencias, lo hicieron en Szécsény en Hungría, y como suele ser en estos casos todos afirman haber convencido al otro sus puntos de vista. Bien es cierto que la prensa eslovaca ha atacado un poco la agresividad de Fico en el encuentro, aunque por otro lado las relaciones de Fico con la prensa eslovaca no son mucho mejores que con los húngaros, lo que se ha visto agravado por el comportamiento poco ético de algunos medios de prensa en algunos aspectos (por ejemplo bromas respecto a los problemas médicos de Fico). Por cierto, el alcalde de Balassa-Gyarmat, ciudad húngara en la frontera con Eslovaquia, por donde debía pasar el séquito eslovaco intentó prohibirle la entrada en la ciudad a Fico, o sea, darle un poco de su medicina al gobierno eslovaco. Por lo que parece, las idioteces son contagiosas.

(manifestantes húngaros de extrema derecha protestan en Szécsény ante la llegada de la comitiva eslovaca. Foto: Blikk)

Otra noticia de Eslovaquia: uno de los partidos de coalición en el gobierno eslovaco es el del borracho, y no me refiero a Yeltsin, sino a Ján Slota y a su Partido Nacional Eslovaco (SNS), de carácter ultranacionalista y principal abanderado de la lucha antihúngara en Eslovaquia (a falta de ideas viene bien eso de recurrir al malvado vecino húngaro o a la quinta columna de los húngaros de Eslovaquia). Como en los últimos tiempos se ha visto involucrado en numerosos escándalos, y por lo visto, Robert Fico, primer ministro socialista, está ya un poco harto de que cada cada vez que Slota abre la boca diga alguna sandez, o monte un escándalo con Hungría o cualquier otra cosa, parece ser que está planteándose el pasar olímpicamente del SNS - cosa que tenía que haber hecho desde el principio- , así que estos han recrudecido su lucha antihúngara, no sea que pierdan votos e influencia. Lo último ha sido que directamente han solicitado en el Tribunal Superior eslovaco la prohibición del principal partido húngaro de Eslovaquia, el MKP, por atentar contra la soberanía nacional. Sin comentarios, ... por cierto el ministro de educación de Eslovaquia es Ján Mikolaj, miembro del SNS, así se comprende el tema de la ley lingüística...

Más noticias de Eslovaquia. Híd (en húngaro), Most (en eslovaco)... ambas palabras significan "puente". Ya se comentaron un poco por encima los conflictos internos del MKP, el partido húngaro de Eslovaquia. Hace algunos meses importantes personalidades del partido se decidieron a abandonarlo y crearon Puente. Su líder Béla Bugár es quizás el político húngaro más popular de Eslovaquia y el único, digamos, digerible para los eslovacos. La empresa, aparentemente, es loable. Crear un partido que sirva de unión para húngaros y eslovacos y que se base en el respeto mutuo. Precisamente una de las cosas que criticaban a la actual dirección del MKP era su nacionalismo húngaro combativo.

Según las encuestas, el partido de los húngaros de Eslovaquia sigue siendo el MKP, el 49% de los húngaros lo prefiere frente al 23%, que apoya a Híd (mas un 22% de indecisos y un 5% de votantes a partidos eslovacos). Si Híd consiguiera atraer a cierto número de eslovacos, podría darse la circunstancia de que hubiera dos partidos "húngaros" en el parlamento, ya que la posición del MKP parece bien firme. Curiosamente si no se habla de partidos sino de popularidad de sus líderes, el de Híd, Bugár sigue siendo mucho más popular que Pál Csáky, líder del MKP (32,8% frente a un 10,8%). Quizás tenga que ver con que Csáky es uno de los políticos más odiados por los eslovacos, mientras que Bugár, por el contrario, tiene ciertas simpatías entre ellos.

Otra encuesta, la de la agencia Focus, esta vez, sobre intención de voto en todo el territorio eslovaco:

Smer: socialistas del primer ministro Robert Fico, SDKÚ-DS (democrata cristianos, oposición) : del antiguo primer ministro Ján Dzurinda. SNS (ultranacionalistas, en el gobierno): los del borracho, KDH (democratacristianos, oposición), MKP (Partido de la Coalición Húngara, oposición), de Pál Csáky. HZDS- Movimiento por Una Eslovaquia Democrática (derecha): el tercer socio de gobierno, del antiguo primer ministro Vladímir Mečiar (por cierto, ex-boxeador).

Smer conseguiría mejores resultados que en las últimas elecciones (entonces tuvo un 29% de los votos), sin embargo los socios de coalición bajarían algunos puntos. El principal partido de oposición, SDKÚ, bajaría bastante, desde 18,35% hasta un 13,40%. Pero el KDH conseguiría buenos resultados (en las elecciones se quedó en un 8,31%). El MKP húngaro se quedó entonces en un 11,7% (por encima del porcentaje de húngaros en la población eslovaca, ya que la abstención fue menor entre los húngaros), ahora, con la irrupción de Híd se quedaría en un 6,20%, pero contando ambos partidos llegan al 12%. (no intento compararlo con los resultados de las europeas porque la participación fue brutalmente baja).

En cualquier caso, la popularidad de Smer muestra a las claras la oposición existente a las políticas antisociales del gobierno anterior (de derechas, el MKP húngaro fue uno de sus miembros) y encaminadas, por lo que parece, única y exclusivamente a mejorar los índices macroeconómicos del país aun a costa de la población, y por cierto, a atraer importantes fábricas de automóviles al país, con ventajas fiscales impresionantes.

martes, 6 de octubre de 2009

Las aventuras del piloto Pirx


Seguramente muchos conocen la novela "Las aventuras del piloto Pirx", del genial escritor polaco de ciencia-ficción, Stanislaw Lem. Algunas de las obras de Lem han sido llevadas a la pantalla, ya sea al cine o la televisión, baste recordar la inmortal "Solaris" de Andrei Tarkovski. De "Pirx" también hay varias adaptaciones, entre ellas una curiosa, muy curiosa que realizó la Televisión Húngara en cinco capítulos, allá por el 1973 y dirigida por András Rajnai. Se llamaba "Pirx kalandjai" o sea "Las aventuras de Pirx" y fue realizada casi sin medios, digamos, con efectos especiales caseros (pero caseros de verdad, incluyendo tostadora y exprimidora de limón poco menos como la que tenía mi abuela), y a pesar de eso, o quizás por eso mismo, hoy es una serie de culto en Hungría. Dicen, aunque no he podido comprobar si es verdad, que los fans de la serie estuvieron bombardeando durante meses el canal de televisión Filmmúzeum, especializada en series, películas y programas antiguos (antes exclusivamente húngaros, aunque ahora ya no) con cartas en las que solicitaban que el canal incluyera en su programación "Las aventuras de Pirx", hasta que lograron su objetivo. Una serie retro, cutre, sorprendente y encantadora.



(entrada de la Academia Espacial)

Un video resumen del primer capítulo de la serie:



El texto que aparece sobreimpresionado:

LA LEYENDA REGRESA

HACE MUCHO MUCHO TIEMPO
EN UNA GALAXIA MÁS ALLÁ DE UN TELÓN DE ACERO ...

PIRX

SALIÓ A UN FÁCIL EXAMEN

AL PRINCIPIO TODO IBA BIEN

PERO ENTONCES...

¿CONSEGUIRÁ ARRANCARLO?

¿Y GIRAR EN UN ARCO?

¿DE VERDAD, CAMARADA BASTYA?

!SI!

!LÁSER!

Un fragmento de uno de los capítulos:



NOTA: Las fotos son de http://retronom.hu/ y http://www.filmborito.fw.hu/