A consecuencia de la "guerra del gas" entre Ucrania y Rusia, de pronto, en pleno invierno (uno además especialmente duro, con temperaturas que han rondado en varias ocasiones los -20 grados), muchos países que dependen en gran medida del gas ruso, se han quedado sin él. Hungría consume entre 60-70 millones de metros cúbicos diarios, según los rigores del tiempo, de ellos, la mayoría proviene de Rusia a través de Ucrania. En estas circunstancia se ha visto obligada a recurrir a sus reservas, que le permiten un consumo de unos 50 millones de metros cúbicos diarios, además dispone de una modesta producción propia de unos 9 millones y recibe de otras fuentes otros 3 millones. De esta manera Hungría dispone de gas para varios meses (se calcula que para unos 70 días), el problema es que no solo la cantidad de gas es importante, sino también su presión, así, cuanto menos gas queda, más difícil es extraerlo, con lo cual sólo las primeras semanas se podrían extraer los 50 millones, pero después esta cantidad bajaría progresivamente, así que en realidad se hace difícil calcular para cuanto tiempo dispone de gas Hungría.
Aún así, la situación de Hungría no es especialmente mala, sobre todo comparándola con Bulgaria, Serbia o Eslovaquia, dónde apenas hay reservas.
Los primeros momentos, en cuanto dejó de llegar gas, se tomaron varias medidas de control del consumo: aquellas fábricas o instalaciones que no pueden usar otros combustibles diferentes al gas, paralizaron su actividad, el resto empezó a funcionar con otros combustibles; los centros comerciales redujeron la temperatura ambiente en su interior (pretendían así ahorrar un tercio del gas que consumían); se declaró el sábado día festivo (en realidad era laborable); en algunos lugares se declaró fiesta en las escuelas, etc.
Gracias a estas medidas se consiguió reducir el consumo del gas, hasta el punto que se ha podido mandar gas a otros países como Serbia o Bosnia, que estaban en una situación crítica (además se ha recibido más gas de otros países a través de Austria, en concepto de ayuda). Muchas de las medidas que se tomaron fueron al poco tiempo revocadas, por ejemplo las restricciones a fábricas de alimentación. Sin embargo algunas empresas se han quejado, si estaban en una situación delicada por la crisis mundial, la "guerra del gas" no ha hecho más que complicar las cosas. Junto a las pérdidas millonarias por culpa del descenso de producción, por el momento, la consecuencia más grave ha sido el problema de la contaminación. En varios lugares de Budapest, sobre todo en las zonas industriales, debido al uso de combustibles contaminantes, la polución atmosférica ha crecido peligrosamente hasta superar los límites de peligrosidad, a esto se le añade la falta de precipitaciones, por lo cual las autoridades se han visto obligadas a dar la alerta y restringir el uso de vehículos privados: por el momento, y hasta que no cambie la situación, los días impares solo podrán circular los coches cuya matrícula acabe en número impar, y los pares los que acaben en número par (la medida ha entrado en vigor hoy domingo). Claro que todas las webs de noticias se han apresurado a añadir que a falta de una legislación sobre el tema, no hay forma de multar a los que hagan caso omiso de la alerta. Otras medidas (limitar la actividad de las industrias contaminantes) no se han tomado, debido a la crisis del gas.
Aún así, la situación de Hungría no es especialmente mala, sobre todo comparándola con Bulgaria, Serbia o Eslovaquia, dónde apenas hay reservas.
Los primeros momentos, en cuanto dejó de llegar gas, se tomaron varias medidas de control del consumo: aquellas fábricas o instalaciones que no pueden usar otros combustibles diferentes al gas, paralizaron su actividad, el resto empezó a funcionar con otros combustibles; los centros comerciales redujeron la temperatura ambiente en su interior (pretendían así ahorrar un tercio del gas que consumían); se declaró el sábado día festivo (en realidad era laborable); en algunos lugares se declaró fiesta en las escuelas, etc.
Gracias a estas medidas se consiguió reducir el consumo del gas, hasta el punto que se ha podido mandar gas a otros países como Serbia o Bosnia, que estaban en una situación crítica (además se ha recibido más gas de otros países a través de Austria, en concepto de ayuda). Muchas de las medidas que se tomaron fueron al poco tiempo revocadas, por ejemplo las restricciones a fábricas de alimentación. Sin embargo algunas empresas se han quejado, si estaban en una situación delicada por la crisis mundial, la "guerra del gas" no ha hecho más que complicar las cosas. Junto a las pérdidas millonarias por culpa del descenso de producción, por el momento, la consecuencia más grave ha sido el problema de la contaminación. En varios lugares de Budapest, sobre todo en las zonas industriales, debido al uso de combustibles contaminantes, la polución atmosférica ha crecido peligrosamente hasta superar los límites de peligrosidad, a esto se le añade la falta de precipitaciones, por lo cual las autoridades se han visto obligadas a dar la alerta y restringir el uso de vehículos privados: por el momento, y hasta que no cambie la situación, los días impares solo podrán circular los coches cuya matrícula acabe en número impar, y los pares los que acaben en número par (la medida ha entrado en vigor hoy domingo). Claro que todas las webs de noticias se han apresurado a añadir que a falta de una legislación sobre el tema, no hay forma de multar a los que hagan caso omiso de la alerta. Otras medidas (limitar la actividad de las industrias contaminantes) no se han tomado, debido a la crisis del gas.
(Vista del puente Margit en Budapest, no es niebla, es polvo y contaminación. foto: Reuters, www.magyarnemzet.hu)
Por lo que parece, ya se ha firmado un acuerdo entre Rusia y Ucrania, así que es previsible que el gas comience a llegar en breve, pero las consecuencias (como el tema de la contaminación) es probable que tarden en pasar. De momento una empresa húngara importadora de gas, la Emfesz, ha decidido llevar a los tribunales a Naftogaz (la empresa del gas de Ucrania) por apropiarse del gas ruso que le correspondía a Emfesz.
4 comentarios:
hola jozko,
me entristeza mucho la foto del puente de margit, la contaminacion...pero supongo que en los años anteriores tambien respirabamos mucha mierda, pero no nos dijieron nada. ni siquiera hacian medidas, alertas etc.
yo soy alergica del polvo y tengo bronchitis cada vez cuando me constipo, una pruba de astma me espera....tengo un niño pequeño, si me imagino vivir alli...me da miedo. espero que tu no tengas problemas respiratorias.
saludos
edit
Me parece muy interesante que la empresa importadora de gas denuncie, Emfesz, haya decidido llevar a los tribunales a Naftogaz (la empresa del gas de Ucrania) por apropiarse del gas ruso que le correspondía a Emfesz. En general, en Rumania por lo menos, se tiende a acusar a Rusia como la causante de la crisis.
!Hola Edit!
Sí, es increible como está la ciudad, a veces parece que la cubre una niebla blanquecina (se vé sobre todo desde los puentes), y es evidente que no es niebla normal. Con los problemas que tienes ahora estarías pasándolo mal en Budapest. A los niños les recomiendan no salir a la calle, o como mucho a zonas altas de Buda. Yo estoy ahora un poco enfermo, nada grave, pero se nota la contaminación, a veces cuesta respirar. Ahora mismo en la radio he oído que ha llegado un frente más cálido y eso va a limpiar el aire de la ciudad hasta el punto de que quizás mañana eliminen la alerta roja. Hemos empezado bien el año en Hungría.
Gracias por tus buenos deseos, también de mi parte para ti.
!Saludos desde Budapest!
!Hola José Luis!
Me ha resultado curioso lo que comentas. Yo he estado siguiendo el conflicto por la prensa húngara y española y el punto de vista es completamente diferente: la presa húngara intentando ser más o menos objetiva (al menos no cargando las tintas contra los rusos), mientras que la española, de vergüenza por su parcialidad y rusofobia. No me ha sorprendido para nada lo de España (ya hace tiempo que me dí cuenta, por ejemplo después de lo de Georgia), pero sí que Hungría, un país que podemos considerar de "antiruso" haya tenido una postura bastante razonable en el conflicto.
Por otro lado, la cuestión es que en cualquier caso, aunque los ucranianos no tuvieran la culpa, (cosa que no yo no me creo de ninguna manera)Ucrania ha violado los acuerdos que tenía con Hungría: debe avisar con antelación del gas que va a mandar y si recibe menos gas de Rusia tiene tiempo suficiente para avisar a los húngaros, pero no lo ha hecho (sólo al final, después de que los húngaros protestaran en varias ocasiones). Esa es una de las razones por las que la empresa que comentas ha puesto un juicio. La verdad es que aquí, en general, se critica más el papel de Ucrania que el de Rusia (aunque Rusia también se lleva lo suyo).
Gracias por la información de Rumanía, no lo sabía, y la verdad es que me ha sorprendido (aunque bueno, visto como está el panorama, no tanto...)
!Saludos!
Publicar un comentario