Partidos, organizaciones y medios comunistas o de izquierdas

viernes, 29 de mayo de 2009

El bombardeo de Kassa

El 26 de junio de 1941 tuvo lugar el bombardeo de Kassa, entonces ciudad húngara (en la actualidad su nombre oficial es Košice en Eslovaquia). Supuestamente la ciudad fue bombardeada por un avión soviético y eso fue casus belli para que Hungría participara junto a Alemania en la invasión de la URSS (con las consecuencias que eso tuvo después para Hungría, por ejemplo la ocupación soviética). Sin embargo, aunque la versión oficial fue que los aviones eran soviéticos, en realidad parece bastante dudoso, probablemente el culpable sea otro, aunque hasta hoy no se sabe a ciencia cierta quién fue el atacante. El hecho es que Hungría, que no tenía ningún conflicto fronterizo con la URSS usó el bombardeo para poder justificar ante su opinión pública por qué había que atacar a la URSS.

Hungría había entrado un poco antes en la Segunda Guerra Mundial, el 11 de abril de 1941, cuando participó en el ataque nazi a Yugoslavia, en este caso fue más fácil convencer a su opinión pública porque aunque había firmado un acuerdo de amistad eterna con Yugoslavia el 12 de diciembre de 1940, sí tenía conflictos fronterizos con este país (por la zona de Voivodina que le fue arrebatada tras la Primera Guerra Mundial). De hecho, la participación en el ataque a Yugoslavia fue el precio a pagar a los nazis por la recuperación de los territorios que Hungría había perdido antes de la Primera Guerra Mundial. A consecuencia de ésto además, el primer ministro húngaro Pál Teleki, demasiado escrupuloso para la sucia política del momento, se pegó un tiro y envió una carta a Miklós Horthy (regente y quien tenía el poder real en el país) denunciando el comportamiento húngaro hacia Yugoslavia.

(vista aerea actual del centro de Kassa. Fuente: wikipedia)

Kassa o Košice (por cierto ciudad natal del escritor Sándor Márai) fue una ciudad húngara hasta que a consecuencia del Tratado de Trianón, trás la Primera Guerra Mundial, pasó a formar parte de Checoslovaquia. Justo antes de la Segunda Guerra Mundial, y gracias al Arbitraje de Viena, Hungría recuperó la ciudad junto con todo el sur de Eslovaquia y otras regiones que había perdido anteriormente.

El día 26 por la mañana, un avión soviético perdido bombardeó un tren en la zona de Rahó, (Hoy Rajiv, en Ucrania, región de Transcarpatia, otro de los territorios perdidos por Hungría, y que durante el periodo de entreguerras fue también parte de Checoslovaquia. En este momento Hungría había recuperado nuevamente el territorio). A consecuencia del ataque murieron 3 personas y otras 6 fueron heridas.

Después, alrededor de la una, tres bombarderos que volaban en dirección sudeste, atacaron la ciudad de Kassa. La defensa aerea húngara los detectó pero no pudo informar (a causa de una tormenta anterior los teléfonos habían quedado inutilizados). Ninguno de los aviones fue alcanzado por los cañones antiaereos (que apenas tuvieron tiempo de hacer algo). En la ciudad hubo unos 32 muertos y unos 60 heridos.

(una de las calles de Kassa tras el bombardeo. Fuentes: Múlt-kor)

Al día siguiente, de manera casi automática, el primer ministro húngaro László Bárdossy, sin realizarse el menor análisis sobre lo sucedido, declaró la guerra a la URSS. Sólo después se organizaría una comisión para estudiar qué es lo que había pasado realmente. A los pocos días se anunció que dos de las bombas no habían explotado y eran de fabricación soviética. La URSS por supuesto, negó haber sido el causante del ataque, pero de poco le sirvió.

La teoría de la autoría soviética fue predominante hasta el final de la guerra, aunque ya antes había serias dudas de que fuera correcta. Después, durante la época comunista, predominaron las que intentaban demostrar que la URSS no era culpable. Por ejemplo algunos historiadores hicieron la observación de que bombas de fabricación soviética también estaban en posesión de otros países, por ejemplo Checoslovaquia (que para cuando tuvo lugar el bombardeo estaba en manos nazis), también Rumanía, o por ejemplo la España de Franco (ya que la República disponía de dicho material militar).

Además es evidente que no parece muy probable que la URSS tuviera interés alguno en atacar Hungría, justo en el peor momento del ataque nazi (por mucho que los historiadores de derechas se pongan a hacer malabarismos intelectuales para justificar los intereses de la URSS en un posible ataque). No sólo eso, sino que en los años anteriores la URSS había intentado realizar una política de acercamiento para evitar la influencia nazi en Hungría. Como parte de esa política de acercamiento se produjeron contactos entre ambos gobiernos y por ejemplo el gobierno soviético hizo entrega de varias banderas históricas húngaras que estaban en su poder (eran banderas de la revolución del 1848 que habían sido llevadas a Rusia por el ejército zarista que acabó con la revolución húngara, a cambio los húngaros entregaron a destacados comunistas que estaban en prisión, entre ellos a Mátyás Rákosi, que luego sería presidente de la Hungría comunista).

(el regente Miklós Horthy. Fuente: Wikipedia)

A pesar de eso hay algunos historiadores partidarios de que efectivamente fue la URSS la que organizó el ataque. Otras teorías hablan de que aun en ese caso, bien podría haber sido un error, y que el objetivo real sería la ciudad de Prešov (en Eslovaquia), donde había unidades de comunicaciones militares alemanas; está a pocos kilómetros de allí y por su situación puede ser confundida con facilidad. Aunque otros autores ponen en duda qué interés podría tener la URSS en atacar un objetivo tan modesto, cuando tenía otras tareas más importantes. También se habla de un posible ataque rumano (entre Rumanía y Hungría sí había y hay hoy en día bastantes conflictos por la situación de Transilvania, en aquel momento la región acababa de pasar a manos de Hungría nuevamente, a costa de Rumanía). Algunos historiadores consideran que podría ser un intento rumano de evitar que Hungría tuviera las manos libres para ocupar el sur de Transilvania que seguía perteneciendo a Rumanía. El temor era relativamente real teniendo en cuenta lo que había sucedido hasta entonces, aunque es difícil pensar que alguno de los dos países pudiera atreverse a dar un paso que le complicara los planes a Hitler. También se afirma que fue un plan de Antonescu (dictador rumano) para involucrar a Hungría en la cruzada "por el cristianismo". En la época comunista se intentó dar publicidad a la teoría de que Hitler habría organizado el ataque, claro que en ese caso hay que preguntarse qué interés tendría Hitler en eso, cuando símplemente podía perdirlo sin necesidad de organizar una acción así. Algunos afirman que en Kassa funcionaba una academia militar aerea húngara, por lo cual los aviones alemanes eran conocidos y probablemente la población también habría podido reconocer los bombarderos si estos fueran alemanes y que como eso no sucedió (ninguno de los testigos reconoció el tipo de avión), algo así es difícilmente sostenible. Sin embargo en realidad si hubo testigos que reconocieran como alemanes los aviones, otra cosa es que se los hiciera callar. En concreto, el comandante del aeropuerto de Kassa, Ádám Krúdy, escribió un informe en el que afirmaba que los aviones eran alemanes, pero Bárdossy se lo ocultó al gobierno y al regente Miklós Horthy. Otra de las teorías importantes durante la época soviética es que podría haber sido un auto-ataque húngaro, aunque en la actualidad no es una teoría muy aceptada. Menos probable parece la posibilidad de un ataque desde Yugoslavia o Chequia (aunque este último país disponía de material militar soviético). En algunos foros húngaros se menciona que poco tiempo antes algunos oficiales fueron evacuados de la ciudad con sus familias por el temor ante un ataque, lo que demostraría que las autoridades sabían algo del asunto (pero no hay datos sobre ellos, sólo testimonios de algunos habitantes de la ciudad).


Por otro lado, hay que tener en cuenta que la plana mayor del ejército húngaro estaba presionando al gobierno para intervenir inmediatamente en la URSS junto a los nazis. Ya el día 23 el gobierno húngaro había roto sus relacciones diplomáticas con la URSS, a pesar de que justo ese mismo día el gobierno soviético hizo saber al primer ministro húngaro Bárdossy que la URSS apoyaba las reivindicaciones territoriales húngaras respecto a terceros países y que querían tener relacciones amistosas con Hungría. Bárdossy ocultó (por enésima vez) esta información al gobierno y a Horthy posiblemente para evitar que no se apoyara la medida de la ruptura de relaciones diplomáticas.

Después de lo sucedido en Kassa, el 27 de julio, Horthy sin ni siquiera contar con el gobierno, ordenó el bombardeo de ciudades soviéticas por parte de la aviación húngara y ese mismo día se bombardearon algunas ciudades de Ucrania Occidental. Además el 1 de julio un ejército húngaro atacó la URSS. El acuerdo del gobierno para realizar la acción llegó mucho después (en octubre).

El único miembro del gobierno húngaro que se opuso a declarar la guerra a la URSS fue el ministro del interior Ferenc Keresztes-Fischer que prefería esperar a que fueran los alemanes quienes pidieran la colaboración húngara.

(fuente: Múlt-kór)


He dejado para el final, el informe más importante que se cuestiona la versión oficial de la época. Poco después de los bombardeos hubo una comisión de investigación dirigida por R.C. Partridge, delegado militar de EEUU en Budapest, y organizada por el propio gobierno. Las conclusiones de las investigaciones aparecen en los denominados informes de Partridge, tres cartas en las que expresa sus ideas sobre lo sucedido, y son, cuanto menos, curiosas.

El primer informe describe lo sucedido y menciona las perdidas humanas y materiales. También explica como el día 1 de julio llega a la zona (nótese que después de que Hungría ya le haya declarado la guerra a la URSS) para analizar lo sucedido. Se menciona también que pidió que le mostraran los restos de las bombas, que según se decía eran de fabricación soviética, pero no lo hicieron. Rusia rechazó las acusaciones de haber atacado a Hungría. La consecuencia del primer informe es que: "no hay una prueba definitiva que demuestre que aviones rusos realizaran el ataque del 26 de junio, aunque eso sería lo lógico. Algunos tienen la sospecha de que el ataque fue cometido por otros para lanzar a la guerra a Hungría contra Rusia. En relacción con esta suposición no puedo expresar una opinión propia, sólo que es algo posible, aunque por mi parte me parece improbable." (5 de julio de 1941).

En el segundo informe, escrito el 19 de julio del mismo año, se afirma que "desde el primer análisis no se ha conseguido echar luz sobre el ataque a Kassa, pero todos presienten algo sospechoso en el asunto". Menciona también que después de dejar Kassa fue informado de que se habían encontrado inscripciones en cirílico (el alfabeto usado en Rusia, Bulgaria y otros países de Europa Oriental y los Balcanes) en los restos de las bombas. Los periódicos publicaron esas fotos, pero a él no le fueron mostradas para su estudio. Finalmente concluye que: "Ahora no considero poco probable lo que en un principio afirmé, que el objetivo del bombardeo fue involucrar a Hungría en la guerra de Alemania contra Rusia. No veo ninguna posibilidad de poder demostrar en la actualidad tanto una como otra opción, sin embargo, la manera en la que se ha manejado el asunto es muy sospechosa."

Hay todavía otro informe, del 31 de julio, escrito después de que por fín pudiera tener acceso a las fotos de las bombas. Sin embargo, dudó de su veracidad, sobre todo teniendo en cuenta que tardaron un mes en mostrárselas y que además él solo vio copias. En su opinión solo muestran que: "los húngaros ahora tienen en su poder restos de bombas con escritura cirílica". Se menciona otro dato importante, y es que en el bombardeo de Bucarest realizado por las aviación soviética por esas fechas sólo dos bombas de las sesenta lanzadas explotaron. En cambio en Kassa explotaron 27 de 29. El autor del informe se limitó a constatar el hecho sin valorarlo de ninguna manera.

En la página web de la Biblioteca de la Universidad de Szeged se puede leer el informe Partridge con su original en inglés (facsímil), así como una carta que le remitieron las autoridades húngaras:

- La versión húngara: http://www.bibl.u-szeged.hu/bibl/mil/ww2/doksi/partridge/index.html
- Cara 1 del Informe 1, Cara 2 del Informe 1, Informe 2, Informe 3
- Fotos enviadas a Partridge, como prueba de la implicación soviética (en realidad eran 16, pero sólo aparecen 8).

En la actualidad la mayoría de los historiadores afirma que no hay datos que permitan saber quién organizó el bombardeo de Kassa. Las dos opciones más posibles pueden ser o que fuera un bombardeo soviético por error, o que fuera una acción organizada por Alemania con ayuda rumana o incluso húngara. En los libros de historia húngara no se habla mucho del tema, como mucho se menciona por encima. En cualquier caso Ignác Romsics, uno de los más destacados historiadores del siglo XX húngaro afirma en su libro "Historia de Hungría en el siglo XX" que "muchos lo consideraron una provocación de los círculos militares húngaro-alemanes" (el jefe del estado mayor húngaro era Henrik Werth, de origen alemán, y partidario de la máxima colaboración con los nazis, sus propuestas pro-alemanas fueron rechazadas en varias ocasiones por el parlamento húngaro). En cualquier caso, si fue en realidad un bombardeo por error soviético , le vino de perlas al gobierno húngaro para poder justificar una guerra en la que de todas formas habría intervenido.


Fuentes:

Múlt-kor
Borus, József : "Nem csökkentek Kassa bombazásának kérdőjelei". Revista Historia, número 56 (1991). En la Biblioteca Digital Kempelen Farkas
Romsics, Ignác: "Magyarország története a XX. században". Osiris, Budapest, 2001.
Wikipedia

viernes, 15 de mayo de 2009

!Goodbye Partido Socialista!

Tamás Krausz, un político e historiador húngaro, miembro del MSZP- Partido Socialista Húngaro (en la actualidad en el poder), y dentro de él, fundador de la Plataforma Asociación de Izquierdas, publicó el día 26 de abril de este año una carta pública al partido en el periódico Népszabadság. En ella explica las razones que le han llevado a abandonar el partido. Me parece muy interesante lo que cuenta, así que he decidido traducirla. De Krausz no hablaré ahora más, ya que tengo pensado escribir sobre él al menos un artículo en el futuro porque me parece una personalidad importante de la intelectualidad húngara. Sólo quería comentar que yo no soy socialista y no estoy de acuerdo con todo lo que dice el artículo, empezando porque a mi no parece que lo que cuenta sea característico del socialismo húngaro, sino que, en mi opinión, la situación en el socialismo español es similar, sólo que quizás los socialistas españoles les llevan unos cuantos años de ventaja a los húngaros y nadie entre los socialistas españoles puede pensar como Krausz, entre otras cosas porque los que podrían hacerlo hace años que no tienen ninguna relación con el socialismo. En cualquier caso, sin más, dejo paso a su carta.

El original en húngaro en el periodico Népszabadság.

(Tamás Krausz. Fuente: Sección de Rusística de la ELTE)

Hace más de dos años que me dirigí al primer ministro y al presidente del partido en una carta abierta (¿Hemos perdido el camino?, Népszabadság, 8 de febrero del 2007), para solicitar que dejara lugar a los compañeros del partido porque nos amenaza el síndrome polaco, el desmoronamiento económico, social y cultural del país, y una derrota electoral de la izquierda política sin paliativos, de carácter histórico. Entonces, mencioné como razón fundamental que Ferenc Gyurcsány [entonces primer ministro húngaro y presidente del Partido Socialista. N.delT.] no ha roto con las recetas neoliberales y que continúa el recorte de la esfera social, al igual que ha sucedido en Eslovaquia, Polonia, Rumanía y los estados Bálticos, en lugar de "alcanzar Europa Occidental". A pesar de las promesas del primer ministro y líder del partido el Partido Socialista no ha girado a la izquierda sino que se ha convertido en un partido cívico de centro, en completa contradicción con los deseos de sus votantes y con una fuerte presión sobre la gran mayoría de los miembros del partido.

Dentro del partido, las ambiciones de poder personales han estado por encima de las consideraciones reales y la valoración sensata de los hechos. No ha importando nada, solo la gestión del poder personal y su mantenimiento a cualquier precio. Ferenc Gyurcsány (y la presidencia del partido, que ha resultado incapaz de influir en el presidente del partido), en lugar de haberse lanzado a la creación de un "partido popular de izquierdas" que se apoyara en una amplia base social, de acuerdo con las decisiones del congreso, ha pasado su política al terreno de las relaciones públicas, situándose en el papel de un "Blair húngaro".

El primer ministro, convencido antifascista y correcto en sus relaciones personales ha resultado un impresionista y un aventurero político, en vano dispone de las cualidades de moderarse a sí mismo, en última instancia ha quedado prendado de la escala de valores de los grupos intelectuales neoliberales. Y esto ha llevado a que el Partido Socialista haya perdido, según todas las encuestas, gran parte de su base electoral tradicional y su apoyo social, y ni siquiera ha sido capaz de regular con medios legales y políticas la actividad de la extrema derecha.

Ahora, cuando todo parece perdido, el primer ministro ha dimitido, poco menos que huyendo de las ruinas que ha dejado, sin ni siquiera informar a la dirección del partido. Ha reconocido que con la popularidad de la que disfruta actualmente, no es capaz de preparase para la aplicación de un nuevo programa antisocial restrictivo, con el espíritu anterior a la crisis. Así que ha dejado la puerta abierta para la llegada al poder de la derecha. Ahora los representantes del gran capital , de la banca pueden tomar el poder de manera directa. La otra opción, es que haya elecciones anticipadas, en las que ganará sin duda el partido que hace propaganda del odio, que coquetea con las ideas del poder fuerte y del nacionalismo-racismo, que busca, a falta de una alternativa seria, un chivo expiatorio: el Fidesz de Viktor Orbán ocupará el poder. La dirección socialista y la gran mayoría de los delegados del congreso han contribuido a ello.

Finalmente se ha demostrado que desde el punto de vista organizativo el Partido Socialista prácticamente ha dejado de existir en la sociedad, porque se ha convertido en presa de negocios, empresarios y carrieristas sin estilo, de políticos que sólo piensan en su bienestar. Ha agotado sus energías positivas y ha roto todas las raíces que le unían aún en el momento de su creación con la tradición socialista y su patrimonio cultural.

A consecuencia de la falta de espíritu de oposición democrático, además de otras razones, gran parte de la sociedad húngara se comporta como una típica república bananera en la periferia de Europa Oriental. Ni una sola de las fracciones de la élite política ha sido capaz - a diferencia de Austria o Eslovenia - de romper con las recetas neoliberales, ninguna es capaz de entender que nos encontramos en el umbral de una nueva época que ya no se construirá sobre el dominio ilimitado del mercado. Para el manejo de la crisis ya no mira a la América de Obama, a no ser que sea para enviar soldados al extranjero.

La "élite socialista" ni siquiera ha podido llegar a aceptar las posibilidades de la economía con múltiples sectores, ni siquiera en el terreno teórico, se ha estancado en el dogma del dominio absoluto de la propiedad privada capitalista, negando toda su tradición socialdemócrata, socialista -aunque formalmente aún la usen para fines propagandísticos. Los miembros izquierdistas del partido han envejecido o han desaparecido, la joven generación no sabe qué hacer con un partido socialista que no tiene ni tradiciones ni presente socialista. Influido por la crisis, el partido incluso ha perdido si integridad contra un racismo en crecimiento (véase las tendencias racistas que se han presentado en el partido). Todo esto ha sido inaceptable para unos pocos intelectuales críticos de izquierda que aún quedan en el partido, como lo han mostrado en sus declaraciones. Sin embargo, la formación del aspecto ideológico del partido ha pasado a un grupo de intelectuales postmodernos y liberales (Demosz), que sigue su propia lógica, más bien sus propios intereses.


Aún existe en el partido un Asociación de Izquierdas crítica con el capitalismo, creada a partir de la Plataforma Democrática Popular que participó en la fundación del Partido Socialista, así como otras corrientes. Como uno de los miembros fundadores, debo reconocer si el partido acepta un programa antisocial que refleja exclusivamente los intereses capitalistas, eso significaría la puntilla final contra la propia ideología original del partido. Esta tarea no la realizaría ya un gobierno socialista, y su consecuencia sería la caída del partido en el abismo. Nuevos miles de millones serán redirigidos desde la esfera del bienestar social a las cuentas del gran capital financiero, a los bancos. No se observan por ningún lado que el estado inste a trabajos sociales serios, ni intentos de detener el paro. El capital socializa las perdidas y privatiza las ganancias que ha conseguido gracias a la ayuda del estado.

El partido socialista, hasta hoy, no tiene un horizonte teórico, cultural, socioeconómico o político dibujado claramente ante él, con el que el cual pueda construir nuevas perspectivas. Por supuesto que no se puede cargar el horizonte cultural de la capa empresarial que se ha establecido en el partido con la herencia anticapitalista del revolucionario Endre Ady y del comunista Attila József, pero la dirección del partido debería obligar, al menos ante las figuras dudosas que usan al partido para sus negocios, a crear una base para el desarrollo de la cultura socialista, para la lucha antifascista, para paliar el sufrimiento de los gitanos y las capas sociales más pobres. Pero algo así no ha sucedido. El Partido Socialista ha perdido su aspecto social ante la presión del gran capital. Es un partido de centro cívico, que ni siquiera puede defender de manera consecuente los valores de la República Húngara (grupos políticos neofascistas y asociaciones semimilitares actúan legalmente, extendiendo la propaganda de los cruces flechas y los nazis, con la asistencia de abogados y jueces).

Este es pues el momento histórico en el que a pesar de haber sido el fundador de la Plataforma Democrática del Pueblo y de la Asociación de Izquierdas, o quizás por eso mismo, no puedo permanecer más tiempo en el Partido Socialista. Por supuesto, la separación será sin traumas, en interés de la renovación de la izquierda húngara. Naturalmente seguiré cuidando la relación con mis viejos amigos, de los que aún hay muchos en el partido, ya que la izquierda húngara antifascista y crítica con el sistema no dispone aún de unidad o de una plataforma común. Espero que no esté lejos aún el momento en el que una plataforma así será la organización social de todos los que han no han se han dejado hipnotizar con la utopía reaccionaria de la realización del capitalismo de "rostro humano".

martes, 12 de mayo de 2009

Gašparovič: la autonomía para la minoría húngara es inaceptable

(Eslovaquia y sus vecinos. Fuente: wikipedia)

El periódico Népszabadság, el más importante de información general en Hungría ha hecho pública una interesante entrevista realizada por su corresponsal en Bratislava al recientemente elegido por segunda vez presidente de la República Eslovaca, Ivan Gašparovič. Los temas fundamentales que han tratado ha sido la situación interna del país y en especial las relaciones del presidente con la principal minoría étnica del país.

Ivan Gašparovič, presidente de Eslovaquia. Foto: wikipedia

- Señor presidente, usted ganó las anteriores elecciones presidenciales gracias al voto de la minoría húngara. Sin embargo, en las últimas elecciones su porcentaje de voto en el sur de Eslovaquia ha sido mucho menor. En su opinión ¿cuál es la razón de esto?

En las elecciones de hace cinco años los húngaros de Eslovaquia solo me votaron en la segunda vuelta [Casi nadie conocía entonces a Gašparovič, que quedó sorprendentemente segundo en la primera vuelta, por delante, aunque solo fuera por 4 mil votos, de Eduard Kukan - democristiano y uno de los favoritos. Ganó la segunda vuelta con el 60% de los votos porque su rival era el polémico Vladímir Mečiar, al que se asocian los años oscuros de aislamiento e inestabilidad tras la caída del régimen comunista] . Es evidente que la razón es que el otro candidato era Vladímir Mečiar. Ahora, en cambio, mi rival era Iveta Radičová, candidata apoyada por el Partido de la Coalición Húngara. A mí poco menos que me acusaron de ser antihúngaro, lo cual, hasta hoy en día me disgusta especialmente, porque eso no es verdad [pues bien que lo oculta]. Tengo muchos amigos húngaros. Yo no discuto con los húngaros de Eslovaquia, sino con algunos políticos del Partido de la Coalición Húngara, que producen continuamente tensiones en la política interna de Eslovaquia con sus exigencias y sus declaraciones equívocas. [eso no es del todo cierto ya que uno de los socios de gobierno, el ultranacionalista Partido Nacional Eslovaco, suele provocar a los húngaros continuamente - a veces también lo hace el primer ministro Fico o Gašparovič mismo- por ejemplo cuando se negó a firmar la ley de lenguas minoritarias para los manuales, que había sido aprobada por la mayoría del parlamento. Muchas de las peticiones de los húngaros son perfectamente normales y comprensibles, otras, es cierto, no tanto.]

- Por lo que parece, los húngaros también le han dado la espalda porque usted no se desmarcó de Ján Slota y de otros dirigentes del Partido Nacional Eslovaco [ultranacioanalistas, el tercer socio del gobierno de coalición dirigido por el socialdemócrata Smer de Robert Fico. El Partido Nacional Eslovaco suele apoyar a Gašparovič - aunque no es su partido- , y viceversa] , cuando estos alarmaron a los ciudadanos eslovacos al afirmar que Iventa Radičová había prometido a los húngaros la autonomía territorial, y eso a pesar de que ella lo negó decididamente... [referencia a un escándalo sucedido durante las últimas elecciones, en las que aparecieron carteles firmados por la candidata opositora Radičová en la que prometía autonomía a los húngaros. Los carteles eran falsos, algunos piensan que fue una maniobra del Partido Nacional Eslovaco para quitarle el apoyo de votantes eslovacos]

Yo no ideé los carteles ni los anuncios políticos que trataron del tema, y tampoco los pegué. Por otro lado, en primavera estuvo en Dunajská Streda (Dunaszerdahely) László Tőkés, [político húngaro de Rumanía, impulsor de las reivindicaciones de autonomía territorial para los húngaros de fuera de Hungría] que junto con Pál Csáky [líder actual del Partido de la Coalición Húngara, que engloba a la mayoría de los húngaros de Eslovaquia, es también el líder del núcleo duro del partido] fue el que planteó la cuestión de la autonomía territorial, lo que para cualquier eslovaco es algo completamente inaceptable. Así que, en mi opinión, el Partido Nacional Eslovaco reaccionó a esas declaraciones. Por lo demás no estoy de acuerdo con muchas de las declaraciones de los dirigentes de este partido, incluso, aunque sean solo respuestas a las preocupantes circunstancias mencionadas.

- ¿Se anduvo con tanto tacto porque usted era el candidato de Slota, así como del partido Smer, dirigido por Robert Fico?

En primer lugar yo era un candidato civil independiente. Pero por supuesto me alegré de que ambos partidos me apoyaran porque me siento cercano a la escala de valores sociales de Smer y a la orientación nacional de ambos.

- Así que ¿usted, como presidente de todos los eslovacos, es neutral desde el punto de vista partidista?

No estoy obligado a nadie ni a ningún partido.

- Los húngaros de Eslovaquia no sienten esto en muchas ocasiones. Por ejemplo usted no firmó la ley sobre el uso de los topónimos en manuales para la minoría húngara [la ley consiguió ser aprobada en el parlamento después de bastantes discusiones, pero Gašparovič no la firmó, presionado por los ultranacionalistas del Partido Nacional Eslovaco]. ¿Por qué no lo hizo?

Yo soy partidario del bilingüismo, pero en mi opinión, la ley aceptada es inaplicable ya que sus principios no son claros. Por ejemplo, según un artículo, en los manuales para las minorías étnicas deben aparecer los topónimos en la lengua de la minoría y en los nombres usados en la práctica diaria. ¿Y quién es el que determina cuáles son estos? Y ¿en qué denominaciones pensaban los creadores de la ley? es que numerosas poblaciones eslovacas tienen nombres en antiguo eslavo, latín, alemán, húngaro y eslovaco [pero un húngaro de Eslovaquia usa los nombres húngaros, conocidos por todos los húngaros, la excusa de Gašparovič no tiene sentido]. Si creamos una ley, sus disposiciones deben de ser claras, debe haber un mínimo de profesionalidad.

- Lo último que ha encrespado los ánimos en Eslovaquia es la modificación de la ley oficial del estado. ¿No es un anacronismo que en nuestro siglo se disponga la lengua en la que deben de anunciarse las cosas en una localidad?

La ley no reduce los derechos en el uso de la lengua materna de las distintas nacionalidades de Eslovaquia. Sin embargo regula que primero se debe informar en la lengua estatal, o sea en eslovaco, excepto en la prensa de las minorías. Ya se han dirigido a mí varios ciudadanos eslovacos con la queja de que en su lugar de residencia, el alcalde no está dispuesto a realizar los anuncios en eslovaco y por eso no se enteran de lo que sucede en la localidad. La ley que está a la espera de ser aprobada sirve para solucionar este tipo de situaciones conflictivas.

- Cuando Robert Fico se convirtió en primer ministro, prometió públicamente que respecto a la política sobre las nacionalidades se mantendría el status quo. Pero los miembros del gobierno que pertenecen al Partido Nacional Eslovaco se esfuerzan en recortar los derechos de las minorías. ¿Cuál es su opinión sobre el asunto?

El status quo mencionado, en mi opinión, significa que hay que cumplir la constitución de nuestra patria [A esto se le llama salirse por la tangente]. Nuestra ley fundamental garantiza los derechos de las minorías, que están por encima claramente de la media europea [o está bromeando o mucha idea de lo que dice no tiene, evidentemente hay lugares donde la situación de las minorías es peor, pero la norma en Europa es que esté mejor, véase el caso de Cataluňa en Espaňa, por ejemplo] . Numerosos periódicos húngaros de Eslovaquia se publican con ayuda estatal, la radio pública Patria emite en tiempo ampliado, durante diez horas diarias en húngaro [en Bratislava ya no se puede escuchar]. Hay nueve editoriales húngaras en Eslovaquia, dos teatros estatales húngaros que disfrutan de ayudas estatales. Al mismo tiempo la constitución remarca la importancia del aprendizaje de la lengua oficial. En este terreno hay ciertos problemas.

El conocimiento de la lengua oficial del estado y la protección de la lengua materna, el derecho al uso de la lengua materna no son cosas que se excluyan, lo que es más: se refuerzan una a la otra. Me alegré mucho cuando en la celebración organizada con ocasión del quinto aniversario de la fundación de la Universidad János Selye de Komárno [universidad húngara de Eslovaquia, construida después de años de presiones de la minoría húngara sobre los políticos eslovacos], en la cual estuve personalmente, László Sólyom y otros invitados de Hungría destacaron también la importancia de conocer bien la lengua materna y el eslovaco además de una o más lenguas extranjeras.

- ¿Cómo ve las relaciones eslovaco-húngaras en la actualidad?

Mucho mejores de lo que afirma la prensa eslovaca y húngara. Ambos países son miembros de la UE, la OTAN y numerosas asociaciones internacionales. Somos aliados y vecinos y esto no va a cambiar, estamos condenados a la colaboración y a la buena vecindad [pues él podría predicar con el ejemplo]. Estas condiciones las podremos desarrollar lo más adecuadamente a nivel nacional y regional si dejamos de echarnos en cara el pasado, y abandonamos la política de agravios que nos lleva a un callejón sin salida evidente. Nuestra historia común no está libre de errores y adversidades trágicas. El análisis objetivo de éstos y su divulgación es fundamentalmente tarea de los historiadores. Por lo que a mí respecta estoy orgulloso de la historia eslovaca, tanto como los húngaros de la suya [esta frase es bastante desafortunada aunque no lo parezca, entre otras cosas porque la historia de húngaros y eslovacos en gran medida es una historia común]. Al mismo tiempo es la obligación de políticos y otras personalidades públicas la formación del presente y del futuro, para lo cual los ejemplos de nuestro pasado común pueden ayudar mucho.

Mapa con la población húngara de Eslovaquia. Fuente: wikipedia

József Szilvássy, corresponsal del Népszabadság en Bratislava.
El artículo en el Népszabadság

domingo, 10 de mayo de 2009

Clásicos del rock húngaro: Bikini

Bikini surgió en 1982 y desapareció en 1992, aunque luego renació en 1997 y siguen tocando hasta la actualidad. Es uno de los clásicos del pop- rock húngaro y uno de los grupos más conocidos para todos los húngaros, cualquiera conoce sus canciones más importantes. Lajos Nagy es su cantante, con una voz muy peculiar. Desde su creación han editado 21 discos.

1. Adj helyet (Déjame sitio)

El video original de 1987.



2. Közeli helyeken (En lugares cercanos)

También el video original, esta vez de 1990.



3. Ha volna még időm (Si tuviera aún tiempo). Video de 1988.



4. Mielőtt elmegyek (Antes de que me vaya)

Música 10: Tankcsapda

Tankcsapda es un grupo de rock húngaro originario de Debrecen, en la zona este del país. Es sin ninguna duda el grupo de rock más popular de todo el país. Tocan desde 1989 y llevan ya 18 discos.

1. Nem kell semmi (No necesito nada)



2. Be vagyok rúgva (Estoy borracho)



3. A nevem Rock (Mi nombre es Rock)



4. Örökké tart (Dura toda una eternidad)





sábado, 9 de mayo de 2009

С Днем Победы!


Hoy es un día para el recuerdo.

Hoy 9 de mayo es el día de la Victoria contra el Fascismo. En algunas ciudades húngaras, de manera casi individual, se celebran algunas actividades en señal de respeto en tumbas o mausoleos del Ejército Rojo.

Algunos datos sobre Hungría en la Segunda Guerra Mundial:

Por culpa de la presión alemana y de una política desastrosa, Hungría entró en la Segunda Guerra Mundial en el bando del agresor, al lado de Hitler y su política de exterminio de judíos y poblaciones eslavas, gitanas y de otras etnias. Hungría participó en la invasión alemana de Yugoslavia (justo después de firmar un acuerdo de eterna amistad entre los dos pueblos), y de la URSS (con quien Hungría no tenía ningún problema más que el odio de las clases dirigentes al comunismo). Primero fue la política de Miklós Horthy (al que al menos hay que reconocerle que intentó en ocasiones actuar con cierta independencia, aunque nada pudo hacer contra la presión alemana, los nazis se vieron obligados a ocupar el país) y luego el salvaje régimen de las Cruces Flechadas cuyo gobierno de unos pocos meses es la página más negra de la historia de Hungría. Durante su gobierno, importantes figuras de la cultura húngara fueron asesinadas (por su origen judío), como el poeta Miklós Radnóti, o el genial escritor Jenő Rejtő.


Se calcula que más de 900 mil húngaros murieron durante la Segunda Guerra Mundial.

De los 900 mil muertos, que representan el 6,2% de la población (teniendo en cuenta esto Hungría fue el cuarto país con más pérdidas humanas en cuanto a su población, muy lejos de la URSS y Polonia, pero en el mismo nivel que Alemania). De ellos unos 350 mil eran soldados y 500 mil judíos.

600 mil personas fueron tomadas prisioneros por los soviéticos (la mayoría soldados húngaros que luchaban contra la URSS, pero también alrededor de 100 mil civiles). Tardarían años en regresar. Otros 300 mil se entregaron a los tropas occidentales.

Los nazis destruyeron todos los puentes sobre el Danubio para entorpecer la marcha del Ejército Rojo. Todas las fotos son de Budapest. Fuente de las fotos: Biblioteca Digital Kempelen Farkas. Del texto de Péter Sipos: Los soviéticos y Hungría, 1945.

Fuente de los datos: Romsics Ignác, "Magyarország története a XX. században". Osiris Kiadó. Budapest 2003

El húngaro que derribó al avión invisible

Se llama Zoltán Dani y es húngaro de la región de Voivodina en Serbia. Para ser exactos es de origen székely (o sículo), una étnica húngara presente sobre todo en Transilvania. En la actualidad está jubilado y regenta una pastelería no lejos de Belgrado, en un pueblo llamado Szekélykeve (en húngaro), Скореновац o Skorenovac en serbio.

(Zoltán Dani, foto de: Vajdaság Ma)

Y es famoso por haber dejado en ridículo el que era entonces el orgullo de la tecnología militar norteamericana, el avión invisible para los radares, el F-117. La noticia recorrió el mundo entero e hizo famosa la aldea de Budjanovci, cerca de donde fue abatido el avión.

Su madre era rumana, su padre húngaro y el es un heroe para Serbia. Comenta con humor que cuando tuvo que informar de sus datos para el servicio militar se pensaban que estaba bromeando:

nacionalidad: húngara
lengua materna: rumana
conocimiento de lenguas extranjeras: serbio

(Lo de las mezclas de lenguas por cierto no es nada extraño, algo típico de Europa Central y especialmente de Voivodina).

En una entrevista para el diario húngaro Délmagyar (Húngaro Meridional) cuenta que durante los bombardeos de la OTAN pensaba que cada noche sería la última y que para entonces ya ni siquiera escribía cartas a su mujer.

Entonces era teniente coronel de un batallón de 200 hombres, que se encargaba del control del espacio aereo serbio en la zona del Srem. Su situación era de constante peligro y debían de cambiar continuamente de posición para evitar ser encontrados por los satélites espía norteamericanos. Zoltán afirma que durante 10 años había estudiado todo sobre el F-117, por eso fue capaz de encontrar una solución que hiciera visible al supuesto avión invisible ante el radar. Presentó la propuesta al estado mayor, pero no parecieron muy interesados, así que decidió hacer la prueba por su cuenta, en secreto. El 27 de marzo de 1999, a las 20 horas 42 minutos y 18 segundos los radares detectaron un aparato no identificado y pidieron permiso para disparar los misiles del S-125 Nieva (de fabricación soviética y ya entonces considerado obsoleto porque su construcción databa de los años 60). Disponían de 20 segundos antes de que el avión detectara el funcionamiento de los radares y localizara el lugar exacto en el que se encontraban. Aunque desde la base no detectaron el avión recibieron el permiso, así que dispararon dos misiles que dieron en el blanco (en realidad expolotaron al lado del avión, pero este sufrió suficientes daños como para quedar inservible. - el piloto salvó la vida porque se catapultó a tiempo y fue luego recogido por unidades especiales del ejército norteamericano). Además derribaron un F-16 y un bombardero B-2 Spirit (aunque las autoridades norteamericanas no reconocen este último caso. Según nuestro protagonista, éste último cayó en Croacia y por eso los serbios no pudieron conseguir ningún resto).

(propaganda serbia sobre el derribo del F-117. Foto: Delmagyar.hu)

Después de eso recibió numerosas ofertas millonarias para vender algunos de los restos del avión con los que se quedó (algún resto de las alas) y sobre todo para enseñar la técnica empleada (recibió una importante oferta de Irak y también de otros países árabes), pero temiendo por su familia (tiene 3 hijos) decidió quedarse en Serbia.

Todos los miembros del batallón fueron condecorados y ascendieron en el rango militar, el pasó de ser teniente coronel a ser coronel. Sin embargo no recibió ninguna condecoración, cuenta en la otra entrevista que al hablar con su superior este le preguntó: ¿no has usado por casualidad ese método para el que no tenías permiso? Y al oír la contestación afirmativa: Y ahora ¿qué hago? ¿te castigo o te condecoro?

Tras la caída de Miloševic y el simulacro de juicio en la Haya y con los nuevos cambios políticos en Serbia, según sus propias palabras "el nuevo gobierno tenía una visión totalmente diferente del ejército". Zoltán pasó a ser una persona no muy apreciada por sus superiores, "lo que yo sabía no les era necesario". Lo apartaron y le encargaban trabajos insignificantes impropios de su rango y sus conocimientos. Dejó de encontrarse a gusto en el ejército y cómo además quería estar con su familia pidió la jubilización anticipada. No he encontrado ningún lugar en el que se explique con detalle la razón de que se le apartara, en algunos sitios se afirma que fue por ser húngaro, quizás fuera por la desobediencia, aunque él más bien habla de los cambios políticos que sufre el país (una dirección que se dedica más bien a cuidar su imagen respecto a occidente).

En la actualidad trabaja en su aldea natal en el campo del turismo y tiene una pastelería. Los habitantes del pueblo de Budjanovci lo van a hacer ciudadano honorífico del pueblo.

Por último, el director serbio Mirković Željko ha realizado recientemente un documental sobre Zoltán Dani, llamado "21 segundos". Algunas imágenes del documental pueden verse aquí:

http://filmhatter.hu/film/title:A-pek-aki-leszedte-a-lopakodot

Un video, aunque en serbio (pero por las imágenes está bien- son 4 partes):



Fuentes: Delmagyar, Inforadio,

lunes, 4 de mayo de 2009

Sopron, la ciudad más fiel

(calle del centro histórico, al fondo la iglesia evangélica, la más alta de la ciudad, construída entre 1782-74 en estilo clasicista)

Sopron, en alemán Ödenburg y a veces mencionada como Scarbantia por el asentamiento romano, del que quedan algunas restos en el centro histórico, es, sin duda alguna, una de las ciudades más bellas y con más monumentos históricos de Hungría. La ciudad tiene unos 50 mil habitantes y se encuentra justo en la frontera con Austria, a pocos kilómetros del lago Fertő. La ciudad es un nucleo importante desde la antiguedad, ya que se encontraba en la ruta del ámbar que llevaba del mar Báltico al Mediterraneo. Durante su historia, la ciudad fue afectada por diversas tragedias (por ejemplo sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial), pero se libró de algunas de las mayores calamidades que ha sufrido Hungría, como la invasión de los tártaros y muy especialmente, el dominio turco (siglo XVI). La cosa tiene su importancia si pensamos que para Hungría el dominio turco fue una época trágica que dejó despobladas inmensas zonas del país hasta el punto de que muchas de ellas no se han recuperado hasta el siglo XIX o XX, al menos desde el punto de vista demográfico. Cierto que los historiadores discuten hasta qué punto es consecuencia directa del dominio turco, o simplemente de convertirse durante siglo y medio en un continuo campo de batalla entre los turcos y los Habsburgo. En cualquier caso Sopron no fue debastada en ese periodo, como le sucedió a otras muchas ciudades y por eso se conserva una arquitectura peculiar que sólo en cuenta-gotas está presente en otras ciudades húngaras. Sopron nos permite echar un vistazo a la Hungría medieval, esa que desapareció casi sin dejar rastro en los avatares de la historia. Por eso los monumentos que pueden verse en la ciudad son un par de siglos más antiguos que los habituales en las ciudades históricas húngaras, al menos en promedio.

(una de las agradables calles del centro histórico de la ciudad)

Otra de las razones por la que es conocida la ciudad es la que da título al texto: la ciudad más fiel. Hay dos historias en relación a esto, la segunda, mucho más conocida. Como se ha mencionado en varias ocasiones en este blog, Hungría perdió tras la Primera Guerra Mundial muchos de sus territorios históricos, en ellos vivían sobre todo otros pueblos (eslovacos, rumanos, serbios), pero también muchos húngaros. En teoría los cambios fronterizos deberían haberse realizado siguiendo criterios demográficos, es decir allí donde la mayoría de la población fuera húngara el territorio debería haber seguido perteneciendo a Hungría, o si la población era eslovaca (por ejemplo), debería haber pasado a ser parte de Checoslovaquia, y en los lugares con población mixta, un referendum debería haber decidio. Sin embargo en la realidad no fue así y lo que se impuso fue la fuerza militar. Sopron y sus territorios aledaños fueron asignados por el Tratado de Trianón a Austria, sin embargo se permitió realizar el referendum para que la población local decidiera (la población de Sopron era alemana y húngara - el referendum solo se realizó aquí, ya que las autoridades checoslovacas, rumanas o serbias no lo permitieron en otros lugares) . La mayoría de la población de la región decidió pertenecer a Hungría, y por eso Sopron recibió el título de Civitas Fidelissima.

Durante la época de Kádár se prestó mucha atención a la protección de los monumentos de la ciudad y en 1975 la ciudad recibió el Premio Europeo de Protección de Monumentos.

Es difícil elegir algunos monumentos para mostrar la ciudad ya que los hay por todas partes. El centro histórico está dentro del antiguo recinto amurallado (hoy solo se conserva una parte de la muralla), allí se encuentran los edifícios más antiguos y también los más cuidados. También hay restos romanos, detrás de la Plaza Mayor y el Ayuntamiento. El casco histórico, con sus calles y pasajes estrechos está rodeado por varias avenidas más modernas y amplias, pero también llenas de monumentos. Es una zona comercial llena de tiendas, restaurantes, bares u hoteles y tiene tráfico rodado (en el casco histórico también hay pero muy limitado). Además, fuera del casco histórico propiamente dicho hay zonas tan interesantes o más por sus monumentos, aunque no son tan turísticas y muchos edificios no están tan bien cuidados.

(Torre del fuego, en la plaza Mayor, a la izquierda el ayuntamiento, a la derecha la Casa Storno)

El símbolo de la ciudad es la Torre del fuego (Tűztorony), en la plaza Mayor (Fő tér). Se levanta junto a la torre romana de entrada en la ciudad (de la que quedan sólo restos que fueron encontrados en 1960) y la parte inferior fue construída en el siglo XIII, aunque en la base hay restos de la época de Árpád (el fundador de la dinastía real húngara, finales del siglo IX- X), el resto es del siglo XVI y XVII.


(vista desde la Torre del fuego hacia la parte de fuera del casco histórico)

La plaza Mayor está rodeada de edificios monumentales y en el centro se encuentra la columna a la Santísima Trinidad (Szentháromság-szobor, 1701), uno de los mejores ejemplos de barroco húngaro. Como suele ser habitual, fue construída para agradecer a los poderes divinos el final de la epidemia de peste que diezmó la población de la ciudad.

(Columna de la Santísima Trinidad, en la Plaza Mayor. A la izquierda la Iglesia de la Cabra -Kecske templom- originalmente del siglo XIII, aunque después fue renovada en varias ocasiones y se añadieron nuevos detalles. A la derecha: el edificio clasificista del antiguo parlamento regional, construído por Vencel Hild en 1829-34)

(vista desde la Torre del Fuego sobre la plaza Mayor. Iglesia de la Cabra y al fondo la Iglesia Evangélica)

En la plaza hay destacados museos, como el Museo de la Farmacia y especialmente el museo Storno, donde se muestra la casa de esta familia de artistas, sus obras y los objetos de arte que conservaron.

Uno de los monumentos únicos de la ciudad es la sinagoga antigua, del siglo XIII, construída en estilo gótico temprano. Fue destruída en 1526, cuando la población judía fue expulsada de la ciudad, pero durante unos trabajos de rehabilitación de los edificios, en 1967, se encontraron los restos, así que fue reconstruída. Entre las curiosidades se encuentran el pozo que usaban las mujeres para "limpiarse espiritualmente" antes de entrar en la sinagoga.

(casa del rabí, junto a la sinagoga antigua)

Merece la pena entrar en los patios interiores de los viejos edificios, algunos son una verdadera maravilla:

(no recuerdo en qué edificio la saqué, pero en casi todos había un patio intersante)

(casa Eggenberg)

Otros monumentos del casco histórico:

Iglesia de la Plaza Orsolya, construída en 1861-64 según los planos de Nándor Handler


(casas de la calle del convento - Kolostor utca)

(casas de la calle Nueva - Új utca)

Iglesia gótica de San Jorge (Szent György) - siglo XVII

Fuera del casco histórico (en realidad junto a él) hay algunos monumentos muy destacados, especialmente en la plaza Széchenyi y cercanías:

Iglesia dominica, construída entre 1719 y 1725 según los planos de Lőrinc Eisenköbl

Fresco de la fachada del Teatro Petőfi. Fue construído en 1841 en estilo clasicista, pero luego en 1904 fue remodelado y se le dio el estilo actual secesión, según los planos de István Medgyaszay.

El barrio que se encuentra al otro lado del río Ikva no forma parte del casco histórico, pero tiene casi tantos monumentos como él y algunos son tan importantes como los que se pueden encontrar en el centro. La pena es que algunos edificios no están tan bien cuidados, aunque eso también da un cierto encanto. En general uno de los problemas en la ciudad es la falta de dinero para cuidar tanto monumento, y eso que Sopron es de las ciudades ricas de Hungría, además tiene mucho turismo interno y también viene mucha gente de la vecina Austria, ya que la frontera está a 4 o 5 kilómetros, Viena está mucho más cerca que Budapest (una de las curiosidades es que la ciudad está plagada de consultorios de dentistas, y es que los austriacos van a Sopron a tratarse la boca, ya que les sale mucho más barato que hacerlo en Austria). Sobre los restos arqueológicos uno de los vecinos me comentó que cada vez que hacían un agujero en el suelo encontraban restos valiosos.

(casas en la calle Balfi)


(más casas de la misma calle)

Una vinería del barrio

En la calle de San Miguel (Szent Mihály) hay varias sorpresas, entre ellas uno de los ejemplos más destacados de estilo barroco rural (en Hungría se habla del estilo barroco popular, rural o campesino): la Casa de los dos moros (két mór ház), construída en el 1710, aunque se desconoce el arquitecto, sí se sabe que uno de los posteriores propietarios fue el arquitecto Szervác Leitner, que añadió nuevos detalles al conjunto.

(Casa de los dos moros - falta una parte del conjunto, la construcción a la derecha del portal, similar a la que aparece a la izquierda)

En la misma calle podemos ver la Iglesia de San Miguel (Szent Mihály templom), cuya forma actual data del siglo XV aunque hay datos de que ya en el siglo XIII existía.


(detalle de la iglesia de San Miguel)

Volviendo de nuevo hacia el centro desde esta zona que está en un monte hay buenas vistas de la ciudad, que por momentos parece casi un pueblecito idílico:


En definitiva, Sopron es una ciudad encantadora, si alguien está por la zona, recomiendo que la visite, merece la pena y no solo para un día, ya que si se visitan un par de museos o tres con tranquilidad y se quiere disfrutar de la gastronomía local (hay muchos restaurantes familiares con precios muy asequibles, sobre todo si uno busca fuera del casco histórico, aunque también los hay allí - por cierto, aunque no lo he mencionado en Sopron hay excelentes vinos - kékfrankos- y también se hace una buena cerveza, la Soproni) tres días pueden pasar sin que nos demos ni cuenta, como ha sido mi caso. Por otro lado hay que destacar que los alrededores de la ciudad también están llenos de interés, como por ejemplo el lago Fertő o pueblos como Nagycenk (con su palacio Széchenyi y el tren de vía estrecha) o Fertőd (con su palacio Esterházy).

Más fotos (por barrios de Sopron y pueblos de alrededor):

- http://index.sopron.hu/
- http://www.sopronikirandulas.hu

Fuentes: wikipedia húngara, Soproni Kép Index, Soproni kirándulás, Vendégváró
Fuentes impresas:

- Mapa panorámico de Sopron (Sopron Látványtérkép), Escort Tourist, Sopron 2009
- Mapa de la ciudad de Sopron (Sopron Várostérkép), Cartographia, Budapest

Las botas de Stalin


Justo en frente del Museo de las Estatuas de Budapest (Szoborpark), se puede ver esta curiosidad: las botas de Stalin. O más exactamente lo que queda del inmenso monumento a Stalin que fue destruido durante la revolución húngara de 1956. La estatua fue inaugurada en diciembre de 1951 para conmemorar el cumpleaños de Josif Stalin, líder de la URSS, y el escultor fue Sándor Mikus (1903-1982). La figura tenía unos 8 metros de altura, pero con el pedestal superaba los 10. La plaza en la que se encuentraba se convirtió en el centro de las actividades de masas oficiales de la época comunista. Para su construcción se aprovechó el terreno en que se encontrabas las ruinas de la Iglesia Regnum Marianum y el Teatro del Parque Municipal, ambos en ruinas desde la Segunda Guerra Mundial, lo que desde el principio fomentó el sentimiento de hostilidad de los vecinos.

El mismo día del comienzo de la revolución húngara de 1956, el 23 de octubre, una multitud se dirigió a la plaza y derribó el monumento. Sobre el pedestal quedaron solo las botas (durante mucho tiempo los hungaros denominaron el lugar como "A csizma"- o sea, "la bota" en húngaro).

El original, hasta 1956. Junto al pedestal importantes figuras de la Hungría comunista, entre otros: András Hegedűs, Mátyás Rákosi - al que se suele mencionar como el Stalin húngaro- y Mihály Farkas. Foto: Instituto de documentación e investigación de la historia de la Revolución de 1956.

Fuentes: Wikipedia