(calle del centro histórico, al fondo la iglesia evangélica, la más alta de la ciudad, construída entre 1782-74 en estilo clasicista)
Sopron, en alemán Ödenburg y a veces mencionada como Scarbantia por el asentamiento romano, del que quedan algunas restos en el centro histórico, es, sin duda alguna, una de las ciudades más bellas y con más monumentos históricos de Hungría. La ciudad tiene unos 50 mil habitantes y se encuentra justo en la frontera con Austria, a pocos kilómetros del lago Fertő. La ciudad es un nucleo importante desde la antiguedad, ya que se encontraba en la ruta del ámbar que llevaba del mar Báltico al Mediterraneo. Durante su historia, la ciudad fue afectada por diversas tragedias (por ejemplo sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial), pero se libró de algunas de las mayores calamidades que ha sufrido Hungría, como la invasión de los tártaros y muy especialmente, el dominio turco (siglo XVI). La cosa tiene su importancia si pensamos que para Hungría el dominio turco fue una época trágica que dejó despobladas inmensas zonas del país hasta el punto de que muchas de ellas no se han recuperado hasta el siglo XIX o XX, al menos desde el punto de vista demográfico. Cierto que los historiadores discuten hasta qué punto es consecuencia directa del dominio turco, o simplemente de convertirse durante siglo y medio en un continuo campo de batalla entre los turcos y los Habsburgo. En cualquier caso Sopron no fue debastada en ese periodo, como le sucedió a otras muchas ciudades y por eso se conserva una arquitectura peculiar que sólo en cuenta-gotas está presente en otras ciudades húngaras. Sopron nos permite echar un vistazo a la Hungría medieval, esa que desapareció casi sin dejar rastro en los avatares de la historia. Por eso los monumentos que pueden verse en la ciudad son un par de siglos más antiguos que los habituales en las ciudades históricas húngaras, al menos en promedio.
Otra de las razones por la que es conocida la ciudad es la que da título al texto: la ciudad más fiel. Hay dos historias en relación a esto, la segunda, mucho más conocida. Como se ha mencionado en varias ocasiones en este blog, Hungría perdió tras la Primera Guerra Mundial muchos de sus territorios históricos, en ellos vivían sobre todo otros pueblos (eslovacos, rumanos, serbios), pero también muchos húngaros. En teoría los cambios fronterizos deberían haberse realizado siguiendo criterios demográficos, es decir allí donde la mayoría de la población fuera húngara el territorio debería haber seguido perteneciendo a Hungría, o si la población era eslovaca (por ejemplo), debería haber pasado a ser parte de Checoslovaquia, y en los lugares con población mixta, un referendum debería haber decidio. Sin embargo en la realidad no fue así y lo que se impuso fue la fuerza militar. Sopron y sus territorios aledaños fueron asignados por el Tratado de Trianón a Austria, sin embargo se permitió realizar el referendum para que la población local decidiera (la población de Sopron era alemana y húngara - el referendum solo se realizó aquí, ya que las autoridades checoslovacas, rumanas o serbias no lo permitieron en otros lugares) . La mayoría de la población de la región decidió pertenecer a Hungría, y por eso Sopron recibió el título de Civitas Fidelissima.
Durante la época de Kádár se prestó mucha atención a la protección de los monumentos de la ciudad y en 1975 la ciudad recibió el Premio Europeo de Protección de Monumentos.
Es difícil elegir algunos monumentos para mostrar la ciudad ya que los hay por todas partes. El centro histórico está dentro del antiguo recinto amurallado (hoy solo se conserva una parte de la muralla), allí se encuentran los edifícios más antiguos y también los más cuidados. También hay restos romanos, detrás de la Plaza Mayor y el Ayuntamiento. El casco histórico, con sus calles y pasajes estrechos está rodeado por varias avenidas más modernas y amplias, pero también llenas de monumentos. Es una zona comercial llena de tiendas, restaurantes, bares u hoteles y tiene tráfico rodado (en el casco histórico también hay pero muy limitado). Además, fuera del casco histórico propiamente dicho hay zonas tan interesantes o más por sus monumentos, aunque no son tan turísticas y muchos edificios no están tan bien cuidados.
El símbolo de la ciudad es la Torre del fuego (Tűztorony), en la plaza Mayor (Fő tér). Se levanta junto a la torre romana de entrada en la ciudad (de la que quedan sólo restos que fueron encontrados en 1960) y la parte inferior fue construída en el siglo XIII, aunque en la base hay restos de la época de Árpád (el fundador de la dinastía real húngara, finales del siglo IX- X), el resto es del siglo XVI y XVII.
La plaza Mayor está rodeada de edificios monumentales y en el centro se encuentra la columna a la Santísima Trinidad (Szentháromság-szobor, 1701), uno de los mejores ejemplos de barroco húngaro. Como suele ser habitual, fue construída para agradecer a los poderes divinos el final de la epidemia de peste que diezmó la población de la ciudad.
(Columna de la Santísima Trinidad, en la Plaza Mayor. A la izquierda la Iglesia de la Cabra -Kecske templom- originalmente del siglo XIII, aunque después fue renovada en varias ocasiones y se añadieron nuevos detalles. A la derecha: el edificio clasificista del antiguo parlamento regional, construído por Vencel Hild en 1829-34)
(vista desde la Torre del Fuego sobre la plaza Mayor. Iglesia de la Cabra y al fondo la Iglesia Evangélica)
En la plaza hay destacados museos, como el Museo de la Farmacia y especialmente el museo Storno, donde se muestra la casa de esta familia de artistas, sus obras y los objetos de arte que conservaron.
Uno de los monumentos únicos de la ciudad es la sinagoga antigua, del siglo XIII, construída en estilo gótico temprano. Fue destruída en 1526, cuando la población judía fue expulsada de la ciudad, pero durante unos trabajos de rehabilitación de los edificios, en 1967, se encontraron los restos, así que fue reconstruída. Entre las curiosidades se encuentran el pozo que usaban las mujeres para "limpiarse espiritualmente" antes de entrar en la sinagoga.
Otros monumentos del casco histórico:
Uno de los monumentos únicos de la ciudad es la sinagoga antigua, del siglo XIII, construída en estilo gótico temprano. Fue destruída en 1526, cuando la población judía fue expulsada de la ciudad, pero durante unos trabajos de rehabilitación de los edificios, en 1967, se encontraron los restos, así que fue reconstruída. Entre las curiosidades se encuentran el pozo que usaban las mujeres para "limpiarse espiritualmente" antes de entrar en la sinagoga.
(casa del rabí, junto a la sinagoga antigua)
(no recuerdo en qué edificio la saqué, pero en casi todos había un patio intersante)
Merece la pena entrar en los patios interiores de los viejos edificios, algunos son una verdadera maravilla:
(no recuerdo en qué edificio la saqué, pero en casi todos había un patio intersante)
Otros monumentos del casco histórico:
(casas de la calle Nueva - Új utca)
Iglesia gótica de San Jorge (Szent György) - siglo XVII
Iglesia gótica de San Jorge (Szent György) - siglo XVII
Fuera del casco histórico (en realidad junto a él) hay algunos monumentos muy destacados, especialmente en la plaza Széchenyi y cercanías:
Iglesia dominica, construída entre 1719 y 1725 según los planos de Lőrinc Eisenköbl
Fresco de la fachada del Teatro Petőfi. Fue construído en 1841 en estilo clasicista, pero luego en 1904 fue remodelado y se le dio el estilo actual secesión, según los planos de István Medgyaszay.
El barrio que se encuentra al otro lado del río Ikva no forma parte del casco histórico, pero tiene casi tantos monumentos como él y algunos son tan importantes como los que se pueden encontrar en el centro. La pena es que algunos edificios no están tan bien cuidados, aunque eso también da un cierto encanto. En general uno de los problemas en la ciudad es la falta de dinero para cuidar tanto monumento, y eso que Sopron es de las ciudades ricas de Hungría, además tiene mucho turismo interno y también viene mucha gente de la vecina Austria, ya que la frontera está a 4 o 5 kilómetros, Viena está mucho más cerca que Budapest (una de las curiosidades es que la ciudad está plagada de consultorios de dentistas, y es que los austriacos van a Sopron a tratarse la boca, ya que les sale mucho más barato que hacerlo en Austria). Sobre los restos arqueológicos uno de los vecinos me comentó que cada vez que hacían un agujero en el suelo encontraban restos valiosos.
(más casas de la misma calle)
Una vinería del barrio
Una vinería del barrio
En la calle de San Miguel (Szent Mihály) hay varias sorpresas, entre ellas uno de los ejemplos más destacados de estilo barroco rural (en Hungría se habla del estilo barroco popular, rural o campesino): la Casa de los dos moros (két mór ház), construída en el 1710, aunque se desconoce el arquitecto, sí se sabe que uno de los posteriores propietarios fue el arquitecto Szervác Leitner, que añadió nuevos detalles al conjunto.
(Casa de los dos moros - falta una parte del conjunto, la construcción a la derecha del portal, similar a la que aparece a la izquierda)
En la misma calle podemos ver la Iglesia de San Miguel (Szent Mihály templom), cuya forma actual data del siglo XV aunque hay datos de que ya en el siglo XIII existía.
(detalle de la iglesia de San Miguel)
- Mapa de la ciudad de Sopron (Sopron Várostérkép), Cartographia, BudapestVolviendo de nuevo hacia el centro desde esta zona que está en un monte hay buenas vistas de la ciudad, que por momentos parece casi un pueblecito idílico:
En definitiva, Sopron es una ciudad encantadora, si alguien está por la zona, recomiendo que la visite, merece la pena y no solo para un día, ya que si se visitan un par de museos o tres con tranquilidad y se quiere disfrutar de la gastronomía local (hay muchos restaurantes familiares con precios muy asequibles, sobre todo si uno busca fuera del casco histórico, aunque también los hay allí - por cierto, aunque no lo he mencionado en Sopron hay excelentes vinos - kékfrankos- y también se hace una buena cerveza, la Soproni) tres días pueden pasar sin que nos demos ni cuenta, como ha sido mi caso. Por otro lado hay que destacar que los alrededores de la ciudad también están llenos de interés, como por ejemplo el lago Fertő o pueblos como Nagycenk (con su palacio Széchenyi y el tren de vía estrecha) o Fertőd (con su palacio Esterházy).
Más fotos (por barrios de Sopron y pueblos de alrededor):
- http://index.sopron.hu/
- http://www.sopronikirandulas.hu
Fuentes: wikipedia húngara, Soproni Kép Index, Soproni kirándulás, Vendégváró
Fuentes impresas:
- Mapa panorámico de Sopron (Sopron Látványtérkép), Escort Tourist, Sopron 2009
Más fotos (por barrios de Sopron y pueblos de alrededor):
- http://index.sopron.hu/
- http://www.sopronikirandulas.hu
Fuentes: wikipedia húngara, Soproni Kép Index, Soproni kirándulás, Vendégváró
Fuentes impresas:
- Mapa panorámico de Sopron (Sopron Látványtérkép), Escort Tourist, Sopron 2009
precioso lugar..
ResponderEliminarparece el escenario de un cuento :)
Un reportaje precioso. Me dan ganas de ir.
ResponderEliminarQue bonito lugar Sopron! La ciudad misma parece un museo en tus fotos. Ademas, la cocina hungara y los pequenos restaurantes familiares me encantan. Una vez, cruzar Hungria hacia otros destinos, he disfrutado de un lugar como este. Por culpa de una caida de corriente, el dueno del restaurante no tenia la posibilidad de cocinar para todos los clientes (un equipo entero de palonmano, periodistas y otros oficiales) y entonces ha traido de su propia casa, que se encontraba muy cerca, una comida improvisada estupenda.
ResponderEliminarUn saludo
Muy bonito, Jozko. Un sitio al que seguro que los turistas extranjeros no suelen llegar, y que dan ganas de visitar gracias a tu artículo. Gracias por el trabajo que te tomas para hacernos agradable este blog.
ResponderEliminarSaludos a todos y gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarSopron es que es una ciudad muy bonita, casi de cuento como afirma Paaliy. Yo había estado hace tiempo y aunque me gustó entonces, ahora todavía más. Si tenéis posibiliad de ir os lo recomiendo (aunque está más cerca de Viena o Bratislava que de Budapest).
Curiosa anécdota Mónica, algo así a mí no me ha pasado nunca (todavía), seguro que estaba muy buena la comida :)))
Santi, la verdad es que turistas extranjeros no hay muchos, con una importante excepción: los austríacos, ya que la ciudad está a un paso de la frontera: van a Sopron a comprar, al dentista, y a tomar algo a precios mucho más bajos que en Austria. Turismo húngaro, por el contrario, hay bastante. También porque los alrededores tienen una naturaleza preciosa (aunque allí ya no me dió tiempo a ir).
Me alegro José Luis, que te haya gustado el artículo.
Un saludo para todos desde Budapest.
Estuve en Hungría el mes pasado, y la locura de conocer a una amiga de internet me llevó hasta Sopron a conocerla. Me encantó el estilo de las calles, el ambiente navideño y la amabilidad de la gente. Me ha hecho ilusión leer tu reportaje, he recordado un montón de sitios que vimos de los que ni siquiera recordaba el nombre, y además he aprendido mucho de la historia de la ciudad.
ResponderEliminarMuchas gracias y enhorabuena por tu blog.
Le recomiendo a todo el mundo que si tiene la ocasión visite esta preciosa ciudad.
soy hija de un hungaro quisiera poder conocer sopron pues ahi esta mi familia es tan linda ciudad aunquesea vista por fotos.Dios me hara el milagrito y alli estare un dia pues los tengo en la sangre. liliana czumpf
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