Con la frase del título puede resumirse brevemente el resultado de las elecciones parlamentarias celebradas ayer, sábado 5 de marzo del 2016, en Eslovaquia. O, en otras palabras, no gana nadie, aunque algunos puedan considerar sus resultados como un éxito. En cualquier caso, lo que sí está claro es que los resultados han sido sorprendentes.
Manual (en broma) para votar en las elecciones eslovacas :). Traducción propia. Fuente: origo.hu |
La participación ha sido del 59,82%, un dato similar a las elecciones de años anteriores, aunque ligeramente superior.
En cuanto a los resultados (con el 99,98% de votos escrutados):
1. Smer ("Dirección", socialdemócratas un tanto peculiares, actual gobierno): 28,3%
2. SaS ("Libertad y Solidaridad", liberales): 12,1%
3. OĽANO-NOVA ("Gente Común y Personalidades Independientes", conservadores): 11,0%
4. SNS ("Partido Nacional Eslovaco", extrema derecha): 8,6%
5. ĽS-NS ("Partido Popular - Nuestra Eslovaquia", extrema derecha): 8,0%
6. Sme Rodina ("Somos una Familia", populista): 6,6%
7. Most-Híd ("Puente", húngaros moderados): 6,5%
8. Sieť ("La red", centro-derecha): 5,6%
Porcentaje de votos de los diferentes partidos -por encima del 3%- en las elecciones parlamentarias eslovacas del 2016. Fuente: Sme |
Estos son los ocho partidos que han conseguido superar el 5% necesarios para tener representación parlamentaria. Por debajo, y por lo tanto sin representación en el parlamento, se han quedado los siguientes partidos, entre los que hay algunos "ilustres" de la política eslovaca.
9. KDH (Cristiano-demócratas): 4,9%
10. SMK-MKP (Coalición Húngara, derecha, nacionalistas húngaros): 4,0%
El resto no han llegado al 1% de los votos. Menciono algunos como curiosidad:
Partido Comunista Eslovaco: 0,6%
SDKÚ (demócrata-cristianos, entre 1998 y 2006, así como entre el 2010 y 2012 el primer ministro de Eslovaquia fue de este partido, ahora, después de varios escándalos de corrupción están al borde de la desaparición): 0,3%
Vzdor (Resistencia - Partido del Trabajo, comunista): 0,1%
Distribución de escaños en el nuevo parlamento eslovaco tras las elecciones del 2016. Para formar gobierno se necesita al menos 76 diputados. Fuente: Sme |
Estos resultados se traducen en un parlamento compuesto de la siguiente manera.
1. Smer: 49 diputados
2. SaS (liberales): 21
3. OĽANO-NOVA (conservadores): 19
4. SNS (extrema derecha): 15
5. ĽS - NS (extrema derecha): 14
6. Sme Rodina ("Somos una Familia", populista): 11
7. Most-Híd ("Puente", húngaros moderados): 11
8. Sieť ("La red", centro-derecha): 10
Dado que el parlamento eslovaco consta de 150 escaños, se necesitan al menos 76 para formar gobierno. Smer ha ganado, pero ha quedado lejos de esa cifra, necesitará socios de gobierno, y no uno, sino al menos dos. De hecho la opción más probable desde el punto de vista de la matemática es la coalición de Smer con los dos partidos de extrema derecha, que le daría 78 escaños. El SNS desde el principio parece receptivo a esa coalición, que de hecho reeditaría la que tuvo lugar entre el 2006 y el 2010. El problema es que se necesitaría también al ĽS, que es considerado directamente fascista (el SNS no lo es) y es difícil que Smer se avenga a pactar con ellos. De hecho, mientras escribía este artículo, Robert Fico, en una entrevista, ha descartado por principio cualquier negociación con ĽS (véase Újszó)
Amarga ha sido la victoria de Robert Fico (Smer). En la rueda de prensa posterior al anuncio de los resultados, Fico reconoció que esperaban un porcentaje de votos un 5% mayor. Fuente: Pravda.sk |
Hay pocas opciones. La oposición derechista podría reunir 61 escaños; quizás con un poco de suerte, si contamos a los populistas de Boris Kollár (Somos una Familia), llegarían a los 72, pero sin la extrema derecha no tienen opción de gobernar y es difícil que una coalición de esas características pueda formarse, aunque el líder de OĽANO, Igor Matovič, ha dejado caer la posibilidad de un gobierno de derechas que incluya al SNS. Hay que tener en cuenta que SNS se ha moderado mucho desde que se ha librado de su ex-dirigente Ján Slota, pero hasta ahora Matovič ha sido el primero entre los partidos de derecha que ha mencionado la posibilidad de incluir a este partido en las negociaciones (después lo ha hecho también el presidente de SaS, Richard Schulík). Otras opciones, como Smer-OĽANO-Most tampoco parecen muy probables. Antes de las elecciones se especulaba con que Most-Híd pudiera estar en el gobierno, no era nada disparatado, pero sus malos resultados hacen que sea necesario un tercer partido, y el que tiene todas las cartas para serlo es el SNS, de extrema derecha, lo que elimina automáticamente a Híd, que representa a la minoría húngara (principal enemigo tradicional de la extrema derecha eslovaca, aunque no puede descartarse que el SNS tenga miras más amplias y no use la "carta húngara"). El mencionado Richard Schulík ha comentado lo importante, en este sentido, de las relaciones entre SNS y Most-Híd. Si ambos partidos pueden colaborar, ha dicho Schulík, sería posible la formación de un gobierno tanto de derechas como de izquierdas.
Vamos, que los resultados han dejado una situación política bastante compleja y difícil de solucionar. El pacto Smer-SNS se da por hecho... pero eso no basta. En una entrevista de hace unos minutos, Fico ha hablado de negociaciones con cinco partidos. Se ha llegado incluso a hablar de un gobierno Smer en coalición con otros pero sin la presencia de Robert Fico, sin embargo el vicepresidente de Smer, Robert Kaliňák, lo ha rechazado. Y otra opción a tener en cuenta es la repetición de las elecciones.
En cualquier caso, como se ha dicho al principio, los resultados han sido una sorpresa, se miren como se miren. Por un lado, se pasará de un parlamento con seis partidos a otro con ocho. Quedan cuatro partidos de la legislatura anterior (los dos demócrata-cristianos se quedan fuera), y entran cuatro nuevos. Dos eran previsibles, todas las encuestas pronosticaban el regreso de la extrema derecha (SNS) al parlamento y la entrada de Sieť, que se llevaba a los votantes desencantados de los cristiano-demócratas y otros partidos de derecha, de hecho ya ha integrado a numerosos disidentes de estos partidos. Las encuestas pronosticaban muy buenos resultados para Sieť, que parecía iba a ser el segundo más votado, pero al final, esas previsiones han resultado erradas y han entrado por los pelos. Sorpresa han sido también los resultados de Smer. Nadie dudaba de que iban a ganar las elecciones, la cuestión era con qué porcentaje. Es cierto que ninguna pronosticaba su triunfo por mayoría absoluta, así que se suponía que necesitarían un socio de gobierno, pero sus resultados han sido peores de lo esperado. La mayoría de las encuestas les daban un resultado de entre el 35-40% de los votos. Con su 28% se han quedado lejos de eso y pierden casi la mitad de escaños (de 86 a 49). Sorpresa indiscutible e inesperada es la entrada de dos partidos con los que nadie contaba, por un lado "Somos una Familia", en torno a Boris Kollár, considerado el típico partido de broma que hay en todas las elecciones, para variar. Y por otro, un partido considerado fascista, el Partido Popular - Nuestra Eslovaquia, con poca implantación, pero cuyo líder, el controvertido Marián Kotleba, se impuso en las elecciones de la región de Banská Bystrica, en el centro del país y ahora la preside. Para ver hasta qué punto han sido una sorpresa sus resultados, baste decir que más de un artículo, antes de las elecciones, comentaba que ni siquiera se habían preocupado por realizar campaña electoral, bastante ocupados estaban campando a sus anchas por la región de Banská Bystrica. Y aún así han pasado del 1,58% de los votos al 8%. Por cierto, hace unos años este partido llevaba el nombre de "Partido de los Amantes del Vino". Algunos expertos (como Miroslav Kusý) han hecho un llamamiento para evitar los pactos con Kotleba. Según Kusý, a la vista de los resultados, el mal menor es Smer, y los partidos demócratas deberían unirse contra Kotleba, lo que significa apoyar a Robert Fico (véase esta entrevista a M. Kusý en el periódico Pravda).
Marián Kotleba y los suyos. Fuente: Hungarianfreepress.com |
SaS y OĽANO pescan en la debacle de la derecha tradicional eslovaca. Ojo, que SaS es un partido con muy poca estabilidad interna, con decir que sus 11 diputados de la legislatura anterior no la acabaron, lo digo todo. Parecía probable que entraran en el parlamento, pero por los pelos, ninguna encuesta los ponía como segundo partido más votado. SaS fue el responsable de acabar con el gobierno de Iveta Radičová en el 2010, al salirse de la coalición (aunque, todo hay que decirlo, tenían razones para hacerlo), así que muchos ponen en duda la estabilidad que pueda tener un gobierno si necesita el apoyo del SaS.
Pero que nadie se vaya a pensar que la derecha sale reforzada de las elecciones. Independientemente de los resultados de SaS y OĽANO, la derecha tradicional eslovaca se difumina como un azucarillo en el café. Mejor descripción no puedo encontrar. El SDKÚ, que ya he mencionado, desaparece, no ya del parlamento, sino de la vida pública eslovaca. En las elecciones del 2010 consiguieron más del 15% de los votos y suya fue la primera ministra, Iveta Radičová. El gobierno acabó barrido por escándalos de corrupción y hubo que celebrar elecciones anticipadas en el 2012, entonces consiguieron el 6% de los votos y 11 escaños. Los escaños los perdieron por el camino, al igual que los del SaS (la mayoría de estos diputados están ahora en Sieť). En estas elecciones se han quedado en el 0,3% de los votos, por detrás de los comunistas (con eso lo digo todo).
Otro partido que puede valorar las elecciones como una catástrofe es el Movimiento Cristiano-Demócrata (KDH). Paradógicamente fue uno de los pocos que se salvó de la debacle de la derecha en el 2012, no solo eso, sino que consiguió acabar la legislatura sin el terremoto interno que afectó a SaS o SDKÚ (y que les hizo perder todos sus diputados entre el 2012 y 2016). No le ha servido de mucho porque ahora no ha llegado al 5% y quedarán fuera del parlamento, aunque les ha faltado muy poco. El por qué de su fracaso algunos lo explican por la falta de carisma de sus líderes políticos y por un mensaje difícil de diferenciar de otros partidos de derecha (ya que el KDH es muy liberal).
En definitiva, la derecha digamos proeuropea consiguió en el 2012 67 escaños repartidos en diferentes partidos, ahora ha conseguido 61. O si contamos al partido populista de Kollár (que se considera sin duda alguna de derechas y es firme partidario de un gobierno de derechas, pero que no tiene buenas relaciones con ellos, y algunos puntos de su programa son inaceptables para los otros, por ejemplo en cuanto al tema de la emigración), 72.
Lo realmente importante de las elecciones es que en el 2012 no había ningún partido de extrema derecha en el parlamento (tradicionalmente sí suele haberlo), y ahora habrá no solo uno, sino dos, uno además abiertamente fascista. En conjunto representan más del 16% de los votos y 29 escaños, claves, además, para formar el nuevo gobierno.
Dirigentes y destacados políticos de los principales partidos durante un debate pre-electoral. Fuente: Pravda |
En cuanto a los partidos húngaros, este año se presentaban no dos, sino tres. Tradicionalmente el partido fuerte húngaro ha sido el Partido de la Coalición Húngara (MKP o SMK, por sus siglas en húngaro y en eslovaco, nacionalista -moderado- húngaro). Pero la aparición del Híd-Most (Puente), partido que representa a la minoría húngara no nacionalista de Eslovaquia pero que ha intentado también atraer a eslovacos a sus filas, lo ha debilitado porque le ha comido parte del terreno en las zonas de población húngara. Ya en las elecciones del 2010 el MKP quedó fuera, por poco, desplazado por Híd-Most. Después ha continuado su tendencia a bajar en votos, despacio, pero continuamente, y estas elecciones no han hecho más que confirmar la tendencia. Cada vez parece más lejos que tengan opciones de entrar en el parlamento. Y eso que esta vez Híd-Most no ha conseguido unos resultados especialmente buenos. Ha bajado, levemente, del 6,9% al 6,5%, pero en diputados la cosa es más relevante, de 13 (en realidad 14, ya que uno de los disidentes de otros partidos de la derecha recabó aquí) a 11, y además han perdido en parte la capacidad de ser clave a la hora de formar gobierno.
El tercer partido húngaro que se ha presentado es la Alianza Demócrata-Cristiana Húngara, pero solo ha conseguido el 0,1% de los votos. Es el heredero de un partido húngaro proeslovaco, creado durante la época de gobierno de Vladímir Mečiar. El proyecto fue un fracaso, ahora han intentado reanimar la actividad del partido, no se puede decir que con éxito.
Viendo los resultados, no cabe duda de que la cuestión de la emigración ha sido fundamental. Eslovaquia ha intentado seguir los pasos de Hungría, pero no ha podido hacerlo del todo. No ha evitado, por ejemplo, el asentamiento de cientos de refugiados por orden de ya sabemos quien. Y los austríacos ya se han encargado de instalar a los refugiados que les llegan, a las zonas fronterizas con Eslovaquia, literalmente a las afueras de Bratislava (cuya periferia está justo en la frontera). La cosa no ha gustado nada a los eslovacos, obviamente. En cualquier caso, Fico no ha podido capitalizar el descontento, lo que ha llevado al crecimiento de la extrema derecha.
Voto por provincias. Rojo: Smer. Verde claro: SaS. Verde oscuro: MKP. La provincia de blanco debe ser un error, también es roja. Fuente: Pravda. |
Por último, en cuanto a la distribución geográfica del voto: Smer ha ganado en 75 de las 79 provincias en que se divide Eslovaquia. Especialmente ha sido clara su victoria en los distritos orientales, en varios de los cuales supera con creces el 40% de los votos, aunque allí la participación ha sido más baja. El SaS ha ganado en dos, pero se lleva la palma en la más importante, la capital, Bratislava, donde además la participación ha sido muy alta (casi el 67%, SaS ha superado allí el 27% de los votos, frente al 18% de Smer). En Komárno y Dunajská Streda, los principales centros de población húngara, como viene siendo habitual, ha arrasado el MKP, aunque eso no le ha valido para entrar en el parlamento, ya que en muchas provincias con fuerte población húngara ha ganado Smer, y el segundo partido más votado ha sido Híd-Most (por ejemplo Nové Zámky o Galanta). En Dunajská Streda los resultados han sido: 42% MKP, 34% Híd-Most, 5% Smer. En Komárno (donde la participación ha sido bajísima): 39% MKP, 28% Híd-Most, 10% Smer. Por otro lado Híd-Most no consigue en realidad atraer el voto de los eslovacos en regiones donde no hay presencia húngara, con una importante excepción: Bratislava. Allí Híd-Most sí que logra buenos resultados (ahora han sido el cuarto partido, con casi el 10% de los votos, ojo que hablamos de una zona donde los húngaros no llegan al 5% de la población, aunque otra cosa es si hablamos de la población eslovaca de origen húngaro).
Otro mapa con el partido más votado en cada provincia. Cuanto más fuerte es el color, mayor es el porcentaje de voto del partido en cuestión. Fuente: Sme. |
En cuanto a la participación, ha sido relativamente alta en Bratislava y otras regiones noroccidentales (donde es fuerte el nacionalismo eslovaco), allí supera siempre el 60%. En cambio ha sido más baja en las regiones orientales y en el sur, donde hay población húngara (en estas zonas la participación ronda el 40-55%). Esta distribución perjudica algo a Smer (que gana con facilidad en la zona oriental, aunque es verdad que lo compensa con las zonas septentrionales donde gana también y la participación es más alta) y, claro está, fundamentalmente a los partidos húngaros.
Participación en las elecciones parlamentarias eslovacas desde 1990. No se incluye el dato de las elecciones de ayer, que es del 59,82%. Fuente:Pravda |
En Michálovce, en la frontera con Ucrania, la participación no ha llegado al 43% y en Trebišov (la siguiente provincia al sur, también fronteriza con Ucrania -además de con Hungría), se ha quedado en el 47,8%. La tercera provincia que menos participación ha tenido ha sido la ya mencionada Komárno, con poco más del 48%.
Las provincias con mayor participación han sido Trvdošin, al norte, con casi el 70% (donde Smer se va al 45% de votos), y luego varias regiones de la zona de influencia de Bratislava, como Senec (más del 68%), Pezinok (casi 67%) y la propia Bratislava. Recordemos que en Bratislava y Senec, el partido más votado ha sido SaS.
Como curiosidad, algo más de mil eslovacos han votado desde el extranjero. Entre ellos los resultados han sido curiosos: 1. SaS (312 votos), 2. Híd-Most (168), 3. Sieť (166), 4. OĽANO (133), 5. Smer (62). Predomino absoluto de la derecha digamos proeuropeísta, aunque como solo han sido mil votantes, no creo que se puedan extraer conclusiones de ningún tipo.
Fuentes: artículos de periódicos Sme, Pravda y Újszó sobre las elecciones. Wikipedia. Oficina Estadística Eslovaca.
Muy buen análisis.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarEstaba interesado por conocer más datos sobre las elecciones y a poder ser tener una valoración sobre los mismos.
Este post me ha servido para tener una cierta idea porque partía de cero.
De todos modos, planteo dos cuestiones: 1. ¿cómo crees que pueden influyr los resultados en la próxima presidencia de Eslovaquia en la uE? y 2. Me llama la atención, por el análisis que se hace, la limitada fuerza que tiene el centro izquierda y la izquierda en Eslovaquia (se reduce al partido ganador) frente a la derecha, centro derecha y extrema derecha.
Un saludo
Genial el análisis. Muchas gracias.
ResponderEliminarGenial el análisis. Muchas gracias.
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