- En su opinión las cosas en el país van ¿bien o mal?: El 91% de los encuestados (!!!) opina que van mal, frente al 6% que afirman que van bien. Hasta ahora el récord, antes del gobierno actual, estaba en el 80% que se alcanzó en la época del "programa de Bokros" (un intento exitoso de estabilizar la economía a cambio de reducir al mínimo las prestaciones sociales). Claro que el gobierno actual (del Partido Socialista) lo ha batido ya en varias ocasiones.
- Sobre preferencias políticas: El 43% de los encuestados apoyan a la oposición del Fidesz, mientras que el 16% (!) al gobierno socialista. Otros partidos: MDF (Foro Demócrata Húngaro, el partido que formó el primer gobierno tras la caída del comunismo): 3%; la extrema derecha (Jobbik) 3%; liberales (SzDSz): 2%
Si en vez de fijarnos en los datos respecto al total de encuestados lo hacemos con respecto a los encuestados con derecho a voto la diferencia entre Fidesz y los socialistas es todavía mayor: 62% - 26%. Y aún más si atendemos solo a los que afirman que su voto es seguro: 66% para Fidesz - 23% socialistas. (En este caso los partidarios de la extrema derecha llegan al 4%).
Con estos resultados en el parlamento solo entrarían dos partidos el Fidesz (que ganaría de calle las elecciones, aunque eso lo sabe todo el mundo sin necesidad de encuestas) y el Partido Socialista.
- Sobre la posibilidad de elecciones anticipadas: el 48% de los encuestados está de acuerdo en celebrarlas, un 20% preferiría un gobierno de expertos y apenas un 18% piensa que debe permanecer el gobierno actual. Además un 6% pide un nuevo primer ministro, pero que sea elegido por los socialistas y liberales (socios tradicionales en el gobierno).
- El tradicional barómetro de popularidad de los políticos: la valoración de los políticos empeora excepto en un caso: Tibor Navracsics, jefe del grupo parlamentario del Fidesz. El político más popular es el presidente László Sólyom, seguido del líder de la oposición Viktor Orbán, los otros tres políticos más populares son también miembros del Fidesz: Zoltán Pokorni, Lajos Kósa y Mihály Varga. Le sigue en el sexto puesto de popularidad la socialista Katalin Szili, luego el mencionado Navaracsics y en el noveno puesto Ibolya Dávid (líder del MDF, que ha bajado bastante en popularidad, además ha sido protagonista de una gran polémica desde que ha apoyado la vuelta a la política de Lajos Bokros, mencionado anteriormente, partidario de una terapia brutal de choque para acabar con la crisis, y eso a pesar de que en su propio partido muchos están en contra, a consecuencia de eso ha habido varios disidentes y ha perdido el grupo parlamentario; pero la encuesta fue realizada antes). Y finalmente en el décimo puesto está la ministra de asuntos exteriores Kinga Göncz.
La lista se hace contando a los 25 políticos más populares del país, al final de la lista se encuentran la mayoría de los ministros del gobierno, incluyendo el primer ministro Ferenc Gyurcsány (el octavo por la cola), y varios políticos liberales, entre ellos el eterno alcalde de Budapest Gábor Demszky (el séptimo desde atrás). El más impopular es otro político liberal: János Kóka, presidente de la fracción parlamentaria del SzDSz, ya impopular cuando era ministro en el gobierno de coalición socialista-liberal (primero transporte, luego economía), y que lo es aún más desde que los liberales han pasado a la oposición (fue elegido presidente del partido pero hubo un escándalo por las irregularidades en las elecciones internas, hubo que repetirlas y allí perdió frente a Gábor Fodor).
Nunca desde la caída del comunismo, la popularidad de un primer ministro había sido tan baja como la actual.
La encuesta fue realizada entre el 6 y el 10 de marzo entre 1200 personas.
Fuentes: Index, HVG, Népszabadság
La democracia debería garantizar cosas que son esenciales. Debería ser el instrumento para avanzar hacia una sociedad más justa, sin desigualdades.
ResponderEliminarDe todos modos los resultados de esas encuestas en apariencia resultan muy contradictorios. La intención de voto hacia la derecha no encaja con la nostalgia del pasado.
Saludos.
En realidad yo no entiendo porque estan preocupados los politicos por los resultados de las encuestas antes de las elecciones.
ResponderEliminarAl ganar la eleccion un partido (un politico, etc) obtiene una autorizacion para 4 an~os. Hay formas legales para convocar elecciones anticipadas, pero en si, la falta de popularidad es un mero dato. (No estoy hablando si el gobierno trabaja bien o no.)
A los politicos, gobiernos no hay que quererlos. Que hagan su trabajo y punto.
O si no, al pasar los cuatro an~os, que se vayan y que venga una fuerza politica diferente y muestre que la politica puede ser diferente ;)
!Hola El Castor!
ResponderEliminarRespecto a tu primer comentario, estoy de acuerdo contigo. Iría un poco más allá y diría que sin eso no es democracia aunque tenga la apariencia.
Respecto al segundo: No lo expliqué en el artículo, aunque debería haberlo hecho, pero la intención de voto a la derecha ahora mismo es solo culpa de un gobierno completamente inepto que casi lleva al país a la ruina (bueno, estoy aun puede pasar). Pero es cierto que en cualquier caso cuesta un poco entender la política húngara, al menos si uno no es húngaro. La política de los socialistas es mucho menos social y estatalista que la política de la oposición de derechas, vamos, por así decirlo es mucho más "capitalista". Quien está defendiendo un reforzamiento del estado, medidas sociales o quien por ejemplo está criticando la forma en que se hizo el cambio de régimen y como se vendió a precio de saldo la industria del país es la derecha del Fidesz (también lo hacen los comunistas,pero hoy por hoy no son un factor importante). Cuando se estaban discutiendo las posibles medidas para atajar la crisis actual, el gobierno (de "izquierdas") acusaba a la oposición (de derechas) de tener un programa casi comunista. Más curioso aún era la respuesta de la oposición: que los comunistas prestaban más atención a las necesidades de la población que el gobierno socialista (eso lo llego a decir Viktor Orbán, líder de la oposición y una de las personalidades que hizo el cambio de régimen). Por cierto, el principal partido vinculado a los primeros años de capitalismo (el MDF), sobrevive a duras penas. Un chiste político húngaro, que vale más que muchos análisis: ¿Qué diferencia hay entre Kádár (gobernante comunista) y Antal (primer ministro del primer gobierno capitalista en Hungría)?, que Kádár intentó durante años que nos gustara el comunismo sin conseguirlo, en cambio Antal lo consiguió en un año.
En general, lo que reflejan las encuestas es que el modelo de cambio de régimen ha sido un completo fracaso y esto es evidente para la mayoría de la población independientemente de su ideología.
Al menos, así veo yo el asunto.
Gracias por tu comentario (que además me ha dado pie para poder escribir algo del asunto).
!Un saludo desde Budapest!
!Hola Ribizlifőzelék!
ResponderEliminarEso es cierto, aunque creo que pasa en todos los sitios (lo de las encuestas). Evidentemente también hay que tener cuidado con ellas, por que son solo encuestas, aunque me parece que en este caso sí reflejan con relativa exactitud como piensan los húngaros.
Lo que comentas de los cuatro años me parece lógico. Aunque puede haber casos que justifiquen un cambio (eso sí en casos especiales): por ejemplo si es evidente para todo el mundo que la política del gobierno ha sido un fracaso y este ya no tiene ideas para solucionar los problemas.
La cuestión, claro está, es si estamos ahora en una situación así o no.
!Un saludo desde Budapest!