Partidos, organizaciones y medios comunistas o de izquierdas

sábado, 15 de noviembre de 2008

Hungría-Eslovaquia: vecinos enfrentados (III)

(actualización)

Durante toda la semana pasada han seguido reproduciéndose incidentes de menor importancia: destrucción de señales bilingües en pequeñas localidades tanto en Hungría como en Eslovaquia, pintadas, etc. Lo más grave ha sido quizás el corte parcial de algunos puestos fronterizos realizado por organizaciones ultranacionalistas húngaras, pero que acabaron sin incidentes a reseñar. Más importante ha sido la respuesta al conflicto que se ha dado desde diversos foros, por ejemplo una manifestación por la convivencia en Komárno (ciudad eslovaca con mayoría de población húngara), y más que nada, la toma de conciencia de que hay que solucionar el conflicto. La prensa de ambos países ha tratado el tema en profundidad, muchas veces con un grado de objetividad digno de agradecer. Por primera vez en mucho tiempo se ha celebrado (el sábado) un encuentro entre los líderes de los dos países en Komárno. Aunque el primer ministro húngaro afirmó que si asistía sería para tomar medidas concretas, muchos analistas no confiaban en que se tomaran medidas de importancia.




(A la izquierda Robert Fico, primer ministro eslovaco, a la derecha su homólogo húngaro, Ferenc Gyurcsány)

Digno de reseñar es que varios medios de comunicación eslovacos han empezado a cuestionarse la respuesta de la policía y del gobierno eslovaco respecto a lo sucedido en Dunajská Streda (véanse post anteriores). El caso es que a pesar de que en todo momento han afirmado tener pruebas que demuestran que la carga policial fue necesaria y motivada por ataques de los aficionados húngaros, nadie las ha visto: ni las han remitido al gobierno húngaro (que las pidió para poder formarse una opinión sobre lo sucedido), ni a ningún medio de comunicación. La cosa está cobrando tintes de escándalo: el semanario eslovaco Slovo ha publicado una entrevista al portavoz del gobierno y este ha afirmado que no existen tales pruebas. Uno de articulistas del diario Sme - uno de los diarios más importantes de Eslovaquia- se planteaba a raíz de las declaraciones que sólo veía dos posibilidades: o el portavoz ha mentido o lo ha hecho el capitán general de la policía. También se planteaba la duda de si el portavoz había manifestado solo su opinión personal, o la del gobierno. Esta última opción parece la más correcta, a fin de cuentas se trata del portavoz del gobierno, pero en ese caso habrá consecuencias políticas importantes.

Por otro lado, poco antes de la reunión con Gyurcsány el gobierno eslovaco decidió prohibir definitivamente la asociación fascista Slovenská Pospolitosť (Hermandad Eslovaca), la razón esgrimida es que "extiende el odio y la violencia por motivos étnicos, raciales (se mencionaban curiosamente estos dos), religiosos y políticos". La asociación había funcionado como partido político hasta el 2006, cuando fue prohibida por el Tribunal Supremo, pero después se transformó en una asociación civil y continuó con sus actividades. He aquí un vídeo sobre ellos:




(La asociación fascista Slovenská Pospolitosť prohibida por el gobierno eslovaco)

A nadie se le escapa que esto es un claro mensaje para Budapest, ya que una de las peticiones del gobierno eslovaco es precisamente que se actue con mayor dureza contra los extremistas húngaros. Además se justifica así que se pueda tomar medidas contra extranjeros que difundan en territorio eslovaco la ideología fascista (esto se refiere especialmente a los ultranacionalistas húngaros). Lo curioso del caso es que el SNS, partido de ideología similar y miembro del gobierno eslovaco, está de acuerdo con las medidas tomadas contra la Slovenská Pospolitosť.

Ya que se ha mencionado al SNS y de su líder Ján Slota, caracterizado por un antihungarismo furibundo, es evidente para gran parte de la población eslovaca que es uno de los focos del problema. Incluso el otro socio de gobierno, el HZDS, ha emitido una declaración culpando al SNS de dañar la imagen internacional de Eslovaquia. Otro de los personajes a los que se suele culpar del emponzoñamiento de las relaciones es Pál Csáky, líder del partido húngaro de Eslovaquia, hasta el punto de que esta misma semana, el anterior líder del partido, Béla Bugár, considerado más moderado, y por cierto, uno de los políticos más respetados de Eslovaquia (incluso por los eslovacos), en una entrevista para el diario Pravda (www.pravda.sk) se hacía eco de lo mismo, cuando explicaba por qué en su opinión, hoy en día, la relación entre eslovacos y húngaros está en su peor momento desde la caída del comunismo. También comentaba el flaco favor que le hacían los extremistas húngaros a los húngaros de Eslovaquia.

Respecto al encuentro Fico-Gyurcsány del sábado: decepcionante. Se ha aprobado una declaración de cuatro puntos entre los que se menciona la lucha contra los extremismos y la defensa de las minorías étnicas, pero nada concreto. La prensa eslovaca ha resaltado el asunto de los extremismos, y ha mencionado las declaraciones de Fico, según las cuales el gobierno nunca ha tomado ninguna medida contra las minorías étnicas (seguro que los húngaros de Eslovaquia no están muy de acuerdo). Fico sigue culpando al gobierno húngaro de no hacer nada contra los extremistas (mientras que el gobierno eslovaco prohibe estos grupos). La prensa húngara en cambio está de acuerdo en que la cumbre ha sido decepcionante. La oposición húngara ha criticado que no se haya hablado del asunto de Dunajská Streda. En realidad ninguno de los problemas que afectan a los húngaros de Eslovaquia se ha solucionado, y lo que es más, ha quedado claro que el gobierno eslovaco no tiene intención de hacer algo por la labor.

Lo único positivo es que la cumbre se haya celabrado y que es bastante probable que tenga continuación en poco tiempo, pero más bien recuerda a un diálogo de besugos que a una intención sincera de solucionar los problemas.

NOTA DE ÚLTIMA HORA:

El lunes 17, los seguidores de la Slovenská Pospolitosť, se han manifestado en Bratislava (Eslovaquia) para protestar por su prohibición. Los manifestantes portaban carteles con inscripciones como: "Libertad para los nacionalistas" o "Contra el terror policial frente a la Slovenská Pospolitoť".

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